martes, 6 de diciembre de 2011

Paulina Peña en Twitter

El incidente de la hija de Enrique Peña Nieto pone de manifiesto la enorme brecha entre quienes viven en la esfera digital y quienes están relativamente fuera. La reacción de cancelar la cuenta y hacer un silencio sepulcral seguramente fue tomada por personas ajenas a las redes sociales. Tan simple como reconocer el error y disculparse públicamente, de inmediato. El tiempo que transcurrió fue un factor de desgaste y una especie de ratificación del fallo. Tener cuentas en las redes sociales que sean intervenidas por supuestos asesores es un risgo enorme.

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