martes, 13 de diciembre de 2011

La estrategia del Presidente

Felipe Calderón aun no tiene claro como ganar la elección. Aun no tiene un candidato, El PAN está en tercer lugar en las encuestas y su crecimiento es muy magro por lo que la acción política que veremos puede ser sorprendente. El Presidente puede estar preparando el lanzamiento de una nueva opción de candidato o estableciendo alianzas que rompan la fuerza de sus opositores. Es claro que el adversario más sólido, el PRI y su candidato virtual, ya han mostrado sus flancos débiles y que la línea de golpeo se centrará en las acusaciones respecto a la infiltración del narcotráfico en ciertas regiones, estados y municipios. Ya logró atacar exitosamente a Enrique Peña construyendo una imagen de vulnerabilidad. Entre las acusaciones que pudieran venir de la PGR y las operaciones mediáticas se ha establecido el frente de batalla con el puntero. Respecto a la izquierda el escenario es distinto, Andrés Manuel López Obrador ha cambiado de piel para ser una oveja amorosa, y está seduciendo al sector privado en todo el País. Aun no surgen los ataques a la izquierda y parece haber una especie de tregua pactada, lo que da mucho que pensar.
Pero en todo caso, establecidos los frentes el candidato de Calderón parece estar aun en penumbra lo que puede resultar en un desastre si la elección interna no logra desperar el interés ciudadano auténtico. Si eso fuera así la construcción de un frente ciudadano para impedir el triunfo del PRI sería la solución. Está pude ser la opción B del Presidente. Además la fragilidad que produce la lucha contra la delincuencia es terreno fértil para propuestas innovadoras y para la agitación social que puede conducirnos a un terreno muy peligroso.
El terreno político que se anda a partir de ahora es bastante resbaloso para todos, incluyendo al presidente. Muchas cosas veremos salir del escritorio presidencial. El riesgo de la violencia y la agitación social está presente como una espada de Damócles.

No hay comentarios: