sábado, 27 de octubre de 2012

Inequidad en los servicios sanitarios

El acceso a servicios sanitarios dignos y funcionales es una tarea pendiente en México. Resulta muchas veces penoso utilizar instalaciones insalubres e inaceptable pagar por su uso, cuando las autoridades deben garantizar el acceso libre a estos servicios en las instalaciones comerciales y de servicios. No se trata de un simpe asunto de comodidad sino del respeto a la dignidad y la equidad de las personas. Las autoridades municipales están obligadas a establecer normas en esta materia al regular las especificaciones necesarias en las construcciones y en la autorización para el funcionamiento de establecimientos mercantiles. Por eso resulta inaceptable que en las instalaciones públicas no existan servicios sanitarios que deben tener cualidades que sean el ejemplo de lo que la autoridad exige a las personas y las instituciones privadas. El uso de agua para la higiene es un derecho fundamental reconocido por instrumentos internacionales de derecho y por el propio sistema legal de nuestro país. El mejoramiento de la higiene personal está relacionada con el acceso a servicios e instalaciones privadas y públicas en el que los habitantes tienen el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para atender las necesidades naturales del ser humano, entre las cuales se encuentra la de la higiene personal. Lo anterior según lo ha definido el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas, en su Observación General número 15 del año 2002. Dicho comité encuadra los derechos a la higiene y al agua en la categoría de las garantías indispensables para asegurar un nivel de vida adecuado. Resulta un contrasentido que se cobre el acceso a estos servicios en lugares públicos como unidades deportivas, mercados, hospitales y en privados como expendedores de combustibles o centros comerciales. Establecer normas municipales en congruencia con el respeto a la dignidad personal, y en complimiento de las normas internacionales y nacionales debe estar en la agenda de los ayuntamientos y de las legislaturas locales para atender un asunto que pareciera menor pero que encierra tras de sí una actitud que las instituciones públicas deben tener: el enfoque al servicio y atención de las personas. Las instituciones municipales deben asegurar forma directa las condiciones necesarias para gozar de la mayor forma posible; de salud, limpieza e higiene en la vida diaria de los habitantes y visitantes. Esto contribuirá a la formación de una nueva perspectiva de derechos de los habitantes de ciudades como la nuestra, para orientar su desarrollo con un sentido más igualitario que fomente la cohesión social que convierta a nuestras comunidades en mejores espacios para vivir.

sábado, 20 de octubre de 2012

El juego de Peña Nieto

El proceso de entrega recepción del gobierno federal está en marcha. Es evidente la coordinación de las agendas de los dos presidentes, y los acuerdos políticos para facilitar el tránsito ordenado. Esto es producto de acuerdos con el gobierno actual que implican la suma de fuerzas en el Congreso de la Unión para aprobar las reformas laboral y de gasto público, suponen también el trabajo conjunto que coloca al PAN de hecho en el papel de segunda fuerza política aliada al nuevo gobierno, en detrimento de la izquierda. Son una muestra de civilidad política, pero al mismo tiempo un movimiento estratégico en que las nuevas autoridades han ganado el desafío de la resistencia de Andrés Manuel López Obrador. Los operadores políticos del presidente electo trabajan bajo nota, en diversos ámbitos: el político con acuerdos con los actores y con el gobierno saliente para obtener gobernabilidad y fuerza institucional para un inicio de gestión sólido marcado por la aprobación de reformas que detonen el crecimiento económico. Personajes como Miguel Osorio, Manlio Fabio Beltrones, Luis Videgaray y Jesús Alcántara están involucrados en la operación iniciada desde hace meses. En el ámbito económico el trabajo de consolidación y continuidad de las acciones macroeconómicas supone que muchos funcionarios de la nomenclatura de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México serán sostenidos o promovidos. Apellidos como Mead, Casterns, Aspe y Levy son mencionados como operadores de una transformación hacendaria, de seguridad social y fomento a la inversión externa de gran calado. El proceso de discusión de la reforma laboral ha dejado de manifiesto el eficaz trabajo de estos personajes al vincularse con el sector privado que cada vez se manifiesta más abiertamente en apoyo de las políticas reformistas del nuevo régimen. El tercer ámbito es el externo, en donde Emilio Lozoya y un grupo de prestigiados embajadores han desplegado una intensa actividad para que el presidente electo se manifieste en el exterior anunciando las líneas económicas de la nueva administración y han iniciado la promoción de México como destino del capital global. La gira por Europa ha sido un éxito y se ha comenzado a marcar el inicio de una nueva etapa en el servicio exterior y en la recuperación del prestigio de México en el Mundo. Finalmente en el ámbito de la seguridad interna se trabaja con sigilo para plantear la nueva estrategia, que permita contar con una policía fuerte y eficaz con una política social activa que remueva los tumores que han aparecido en el tejido social propiciados por el creciente consumo y tráfico de drogas, armas y personas. En todas las arenas hay aliados y también habrá detractores, pero al día de hoy el equipo de transición ha mostrado como va a jugar: Para reformar la estructura política aliándose al PAN; para fomentar el crecimiento a lado del sector privado; para prestigiar a México en el exterior aliándose a los Estados Unidos y a las naciones más industrializadas; para mejorar la seguridad interna modificando la estrategia, con el respaldo de las fuerzas armadas y del sistema de inteligencia norteamericano.

sábado, 13 de octubre de 2012

Violencia galopante

La información respecto a hechos violentos, comisión de delitos, verdaderas tragedias se multiplica en los contenidos de los medios de comunicación masiva. Cada día nos enteramos de más y más hechos sangrientos, y como verdaderos golpes de martillo, van llegando sobre nuestras mentes, los golpes que minan la capacidad de asombro. En los últimos años la sociedad mexicana ha sido expuesta a un verdadero alud de violencia que se puede resumir en una amplia crónica de miles y miles de homicidios cometidos en todas las ciudades del país. Las historias han sido contadas por los hombres de la televisión, de la radio, por los periodistas, por los políticos y lo más grave por los labios de millones de mexicanos en sus conversaciones cotidianas. La violencia ha llenado nuestras palabras, como ha llenado el espacio de convivencia pública y ha inundado las imágenes que miramos en millones de pantallas y dispositivos. Nuestros jóvenes han sido formados en los últimos años en una suerte ambiente violento que ha llegado a los espacios públicos y ha penetrado en las instituciones privadas en oleadas de miedo e inseguridad. Nuestros niños han aprendido el significado de palabras como asesinato, brutalidad, sangriento y se han expuesto a videos, fotos y palabras extremadamente violentas. Hemos permitido que nos inunde por todos lados este ambiente toxico que desplaza a la paz y la tranquilidad. Hemos dejado que a base de golpes sucesivos nos acostumbremos a la violencia como parte de nuestras vidas. Nos molesta la violencia pero ante la impotencia que sentimos por la impunidad que impera, pasamos a una suerte de resignación social. Nuestra capacidad de indignación se ha desgastado de tal forma que los hechos que hace pocos años eran capaces de sacar a la gente a la calle para protestar, hoy son parte cotidiana de los informativos y de los contenidos noticiosos de los periódicos. Hemos llegado a un punto en que debemos pensar con responsabilidad si queremos seguir por ese tobogán de deterioro o si queremos detenernos a decir ya no más y nos planteamos como reaccionar como sociedad ante la violencia generalizada. Perder la capacidad de indignación es un cáncer social que amenaza seriamente la calidad de vida de las nuevas generaciones de mexicanos. Parar mirar e indignarnos no es suficiente hay que participar, cada uno en nuestra trinchera, en una lucha por la paz y la tranquilidad. Cuidar el entorno en el que crecen nuestros niños es una obligación moral de primer orden que compartimos todos. Explicar que lo que vivimos en una crisis, que es excepcional y no la “normalidad” es lo primero que habrá que decir a tantos jóvenes que no han visto otra cosa que violencia en últimos años. Comunicar nuestra indignación ante el pisoteo de la dignidad que nos rodea es vital para revertir la perversa inercia que nos acostumbra a vivir paralizados por temores y miedos. A los niños mexicanos debemos decirles que lo normal es que vivan en paz.

sábado, 6 de octubre de 2012

La guerra santa de los musulmanes

Hablar del mundo árabe hoy día es atractivo, no solo por los eventos terroristas y la polémica guerra santa que libran los musulmanes, sino también por el crecimiento y el esplendor económico de algunas naciones. El mundo árabe ha fascinado a occidente desde la antigüedad. El famoso escritor británico Thomas Carlyle llamaba a los árabes, “los italianos orientales” para explicar la enorme potencia cultural que desarrollaron durante siglos en una amplia región del mundo. Para comprender este mundo , hay que referirse a la religión musulmana iniciada con un movimiento creado por Mahoma o Muhammad, que vivió entre los años 570 y 632 de nuestra era. Su movimiento religioso se asume como una continuación definitiva de la revelación divina de los judíos y luego de los cristianos. Mahoma es considerado como un continuador de la obra de Abraham y de Jesús; y el Corán es la escritura sagrada que recoge esta revelación. Las disposiciones sagradas coránicas mandan establecer un orden religioso y político, lo que ha desatado revueltas y guerras justificadas en distintas interpretaciones de estas disposiciones que forman corrientes más o menos radicales u ortodoxas. Como Moisés para el judaísmo, Mahoma encarnaba para el Islam la unidad de dirección religiosa y política. Los líderes religiosos y políticos de esta cultura musulmana crearon el derecho islámico revelado llamado la sharía, que fue definida como “el conocimiento de los derechos y deberes por los que el hombre se hace capaz de observar una conducta recta en esta vida y prepararse para el mundo venidero” la imposición de este derecho en la amplia geografía del islam ha provocado enormes movilizaciones sociales con consecuencias políticas y militares. Al considerar además la legitimidad de la guerra por razones religiosas, convierte a la guerra santa un deber que tiene el musulmán de llevar por el buen camino a aquellos que viven en ciudades que no han llegado al grado de ciudad más perfecta. Esa guerra es un factor de unidad del orden divino frente a las amenazas externas. Por eso los movimientos islámicos usan la violencia que provocará más unidad, y por eso todos los actos violentos son llamados a los musulmanes a unirse en esa guerra santa, que ahora ha encontrado como enemiga a la civilización occidental. La ira contra la difusión de documentos videográficos que se consideran ofensivos para el islam, también son llamados. El mundo musulmán es enorme, es la religión monoteísta más extendida en el mundo y difícilmente veremos en el futuro inmediato un remedio a estos llamados a la violencia. Las naciones árabes más abiertas a occidente muestran que es posible un nivel de convivencia entre religiones, pero los más radicales también indican que la lucha interna por buscar la correcta interpretación del Corán parecen no tener fin. Ante esa realidad bueno es tratar de entender de mejor forma el mundo árabe y su influencia en el mundo.