lunes, 19 de enero de 2009

claves del encuentro Caldeón Obama

Claves del encuentro Obama Calderón
Luis Salomón
El lunes pasado cuando Barak Obama entró al centro cultural de México en Washington, se inició un proceso de revitalización de las relaciones con los Estados Unidos. El encuentro es un punto positivo de nuestra diplomacia, y sobre todo del embajador Arturo Sahrukan, a quién muchos ven como sucesor de Patricia Espinoza en la Cancillería. La forma como se organizó el encuentro y los hombres calve que participaron en su desarrollo nos dan algunas claves para el futuro: por parte de los estadounidenses es claro que Hillary Clinton jugó un papel determinante tras bambalinas, junto al coordinador del gabinete Rahm Emanuel; mientras que por lado mexicano el propio Sarukan junto a la canciller fueron los más activos. La agenda real de la reunión se vislumbra por las palabras posteriores de los Presidentes así como del comunicado del portavoz de Obama Robert Gibs: siguiendo la tradición diplomática se manifiesta la actitud positiva de fortalecer la relación, pero es en la baja de temas donde se traslucen los nuevos rieles que seguramente planteo el Presidente electo que asumirá el próximo martes en la capital norteamericana. En primer lugar se reitera la preocupación por la seguridad, el tráfico de drogas y armas en la frontera, y la necesidad de poner orden al flujo migratorio, lo que nos lleva a confirmar que en la agenda la seguridad será condición de cualquier iniciativa migratoria, que además explícitamente se dejó como un propósito de mediano plazo. Como segundo punto está la necesidad de “mejorar” el TLC, con énfasis en la energía y la infraestructura, así como el respeto al medio ambiente, con lo que podemos esperar próximos proyectos de explotación de energía conjuntos, y no debe sorprendernos que se planteen asociaciones para extracción petrolera en las regiones transfronterizas. En este sentido el diario Wall Street Journal planteó que Exxon podría invertir con empresas de naciones con recursos petroleros que requieren capital, en su edición de hoy. Los proyectos para generar energía limpia pueden también ser la calve para inversiones conjuntas para generar electricidad. En cuanto a infraestructura los temas se pueden centrar en puertos como Punta Colnet, puentes fronterizos e inversiones en comunicaciones en la frontera. Respecto al medio ambiente es probable que se hagan más estrictas las normas para favorecer la producción de autos eléctricos y medios de movilidad que usen energías renovables. En cuanto al papel de México en el concierto internacional dos asuntos llaman la atención: la referencia directa a “dar la vuelta a la página” a las tensiones con algunas naciones en Latinoamérica, lo que es una clara referencia al papel que México puede jugar en la restauración de las relaciones con Cuba y otras naciones que le son afines; sobre todo si se analiza el concepto de el “liderazgo de México en la Región”. Pero de todos los temas, el de la seguridad es sin duda el más urgente, al grado que en este sentido podemos esperar una mayor cooperación técnica y nuevos mecanismos en las tareas policiacas. Resulta estimulante saber que se instruyó la formación inmediata de grupos binacionales de forma inmediata, lo que muestra la actitud proactiva del presidente Obama para generar resultados que lo distingan de su predecesor.
En resumen el encuentro modifica algunas prioridades de la agenda: hace explícita la de la energía, aumenta el grado de urgencia en seguridad, abre la puerta para renegociar el TLC en temas concretos y abre la puerta para que México fortaleza su acción diplomática en la región. El trabajo que desarrollarán estos grupos binacionales debe pasar por el tamiz de la señora Clinton y del propio Emanuel y del mismo Sarukan quién seguramente será el eje del proceso por su relación directa que mantiene con el Presidente. Más seguridad, energía compartida y luego migración puede ser el resultado más evidente de un encuentro prometedor.