sábado, 31 de diciembre de 2016

Fatiga social y liberalismo

Las sociedades liberales, es decir aquellas que se sustentan en la vigencia del estado de derecho, las libertades personales, el libre transito de personas, bienes y capitales, han visto como grandes grupos sociales dentro de ellas, se manifestaron en contra de algunos de sus principios. En el año que terminó fuimos testigos de hechos políticos señeros en ese sentido: el Brexit, el triunfo de Trump, la guerra en Siria y el apoyo ruso a las tropas oficiales, la derrota oficial en Italia, el triunfo del no en Colombia, y el ascenso de los grupos políticos nacionalistas en Francia, Alemania y Holanda, entre otros muchos. Estas reacciones se han levantado contra los procedimientos que han fatigado el tejido social: la reconversión industrial que creó desempleo, la inmigración que genera tensiones, la ineficacia para resolver los problemas sociales de salud y seguridad. En realidad tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos el rechazo ha sido claramente una cuestión focal, pero que ha abierto la puerta a una discusión que puede ser mucho más profunda, y es ahí donde puede haber una amenaza a las libertades. Aparentemente no se trata de que la derrota de los europeístas o de los demócratas suponga el fin del liberalismo; o que se hubiese votado en contra de las libertades o del individualismo o en contra del sistema de libre mercado. Se votó en contra de la forma como se han aplicado los principios liberales. Lo mismo sucedió en las otras naciones en las cuales había un punto focal de política interior que inclinó la balanza. Se trata de una reacción ciertamente conservadora, enfocada hacia un individualismo meritocrático que triunfa sobre los procesos de solidaridad y subsidiaridad social que han probado ser tan benéficos en Europa, pero que han resultado costosos y en algunos casos insostenibles, como en el caso de Grecia. La vuelta al nacionalismo es una forma de acentuar el criterio de que los beneficios deben corresponder a quienes los generan. Reclama que los principios del mercado deben estar enfocados a proteger primero a los más productivos y para ello es necesario enfocar la acción del gobierno hacia los estímulos a la producción. Quizá la fatiga social se ha acrecentado con la implantación de la incertidumbre como principio rector de la actividad económica, lo que despierta la nostalgia de la estabilidad de las décadas doradas del siglo XX. La idea del progreso como uno de los ejes centrales del pensamiento liberal, está atado al cambio, la apertura y el intercambio como motor del crecimiento y de la riqueza cultural. Los liberales hemos creído siempre en el valor de la educación, la difusión de las ideas, la libertad de expresar y publicar como los motores de un cambio positivo que conduce a la sociedad a una espiral de conocimiento, productividad y bienestar. Sobre la base de estos principios germinaron: la idea de la constitución, el capitalismo, y luego: la sociedad de la información, la globalización económica, el desarrollo del telecomunicaciones y un orden en el comercio global, asegurado por la fuerza militar de las naciones occidentales con Estados Unidos a la cabeza. El orden geopolítico se centró después de la segunda guerra mundial, en mecanismos multilaterales que generaron certidumbre para asumir reglas globales en temas políticos, económicos, monetarios y militares, por medio de la ONU, el FMI, el Banco Mundial, la OTAN, la Comunidad Europea y otros acuerdos. Pero todo ello ha creado una ola de incertidumbre porque las decisiones locales y personales siempre están expuestas a factores externos impredecibles. La fatiga social ha creado una ola de inconformidad con la forma como funcionan estos instrumentos. Es decir hay una censura al desempeño y por eso seguramente en la agenda inmediata habrá un debate sobre la eficacia de estas instituciones, y habrá presiones para que se reformen. Las disputas podrían centrase en los resultados prácticos habidos, y en los equilibrios geopolíticos que están detrás de ellos. Lo que supone un debate al interior que puede conducir a una mejora o a una crisis de las mismas. El riesgo que se cierne sobre este proceso de inconformidad y exaltación es el crecimiento de la intolerancia que traen los sentimientos de exclusión. Estos sí amenazan a los principios esenciales del liberalismo. El respeto a la dignidad de la persona, al estado de derecho y a las libertades como el eje central sobre el que se construye la certidumbre social, son los valores a defender en medio del debate que aparece en el horizonte. Es decir, que no es lo mismo debatir sobre el desempeño y reforma de la UNU, la OTAN, el FMI, el NAFTA o la Comunidad Europea, que enfocarse a debatir sobre la tolerancia a los grupos étnicos, la repatriación forzada o la justificación de una guerra de odio por nacionalismos o principios religiosos. El ascenso del pragmatismo político que vemos en Estados Unidos y Europa se enfrentará al pensamiento liberal que no parece dispuesto a retroceder en estos temas esenciales para la civilización occidental. Para los mexicanos este proceso de debate puede significar la oportunidad de tomar una posición más definida. La realidad geopolitica, nuestra historia y composición social nos condicionan a defender la visión liberal, a pesar de que incluso no hemos podido implantarla plenamente. la realidad nos obliga a defender el libre comercio, el transito de personas, de mercancías y capitales. A respaldar los mecanismos multilaterales sobre las relaciones bilaterales en las que muchas veces tenemos debilidades por nuestra dimensión y desarrollo. Y este proceso lo habremos de vivir probablemente en medio de una creciente fatiga social interna, que hace crecer la inconformidad, otra vez, ahora sobre la forma como se han aplicado ciertas políticas internas. México irá a debatir al exterior en medio de un proceso electoral, que requiere de los actores patriotismo y responsabilidad política para defender los principios liberales como valor esencial de nuestra estructura constitucional. Habrá una gran oportunidad de mostrarnos a nosotros mismos que tenemos una nación más fuerte y madura politicamente, capaz de jugar un papel más activo en al mundo liberal.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Lidiar con la posverdad

Hoy existe una amplia zona gris entre la verdad y la mentira. La nítida frontera ha cedido. Y ahí cabe la posverdad que estimula las emociones por encima de la realidad. La frontera entre lo correcto y lo incorrecto, lo real y lo ficticio se difumina mediante afirmaciones que son falsas pero emocionalmente atractivas. La difusión de mentiras deliberadas se ha convertido en una práctica común, no solamente en el ámbito de las comunicaciones personales y privadas, sino que ha irrumpido en la información institucional. La difusión de estas mentiras deliberadas plantea enormes desafíos para los medios de comunicación porque muchos de los actores de la vida pública están utilizando este mecanismo para intentar manipular la comunicación masiva. Hace apenas unos días Donald Trump publicó un tweet afirmando que millones de sus compatriotas votaron ilegalmente en la elección. Los medios difundieron este mensaje a sabiendas que carecía de fundamento. Sabían que era una mentira. Algunos matizaron el tema señalando que no ofreció pruebas y otros se limitaron a la reproducción del mensaje. Pero el efecto buscado se consiguió: conectar emotivamente con parte del público votante de Trump. Este ejemplo desató una polémica respecto a la forma como debe tratarse este tipo de información en los medios de comunicación más serios, que son referencia para formar opinión. Lo mismo sucedió con el caso de la planta Carrier que se trasladaría a Monterrey desde Indiana, en donde los mensajes dirigidos a exaltar los sentimientos nacionalistas y de protección a los trabajadores fueron la prioridad sobre la realidad misma. El uso de las redes sociales como mecanismo para lanzar estos dardos que estimulan sentimientos es altamente efectivo, porque la naturaleza de los mensajes no exigen ni pruebas ni argumentos, sino solamente el valor de decir las cosas de forma contundente. Si los mensajes provienen de personas públicamente expuestas o de minorías estridentes, los medios las reproducen porque constituyen noticias atractivas. En muchos casos se sabe claramente que hay un mentira en el mensaje pero se difunde dejando a la supuesta responsabilidad del emisor su contenido. Este mecanismo de la llamada era de la posverdad ha sido esencial en el proceso de elección y ahora desempeño de Donald Trump como presidente electo. Y todo indica que será una forma cotidiana de la comunicación oficial en los próximos años en la Casa Blanca. Lo que supone un enorme reto para quienes resultan afectados y para la manera de informar. México y los mexicanos hemos sido afectados por el uso de estos mecanismos y no tenemos una forma de reaccionar eficiente, porque los mensajes trasmitidos han cumplido su cometido político, pasando por encima del principio ético del respeto a la verdad y a lo correcto. El mensaje que acusa de voto ilegal logró distraer respecto al recuento de la votación en algunos estados, y el del supuesto mantenimiento de la planta de Carrier en Indiana consiguió trasmitir el sentimiento de que el presidente cumple sus promesas con determinación. La verdad es que ni hubo millones de votos ilegales, ni la planta de Carrier en Monterrey será eliminada, pero eso no importa ya. Aunque es moralmente relevante conocer la realidad, en términos de comunicación ya no es un tema vigente, por lo que la impresión emotiva inicial es lo que realmente perdura en la audiencia. Desde que se publicó el libro de Ralph Keyes La Era de la Posverdad en 2004, el término se ha convertido en referencia; al grado que el diccionario Oxford lo ha designado el término internacional del año. Ahora la posverdad se ha convertido en una realidad en la comunicación cotidiana con enormes efectos políticos y sociales. La sensación de que han caído las fronteras entre la verdad y la mentira ha creado la sensación de una degradación de la moralidad y de un fortalecimiento de una cierta autonomía o incluso impunidad en cuanto a la difusión de mensajes deliberadamente falsos. Estos mecanismos son una amenaza para la libertad y la dignidad de la persona. La acción para señalar lo que es real, verdadero y correcto es necesaria en el juego de la comunicación en la democracia. Ceder a la tentación de lo atractivo emocionalmente, dejando de lado la objetividad representa una renuncia a la responsabilidad en defensa de la libertad de expresarse y del derecho del público a estar informado.

domingo, 6 de noviembre de 2016

27 votos electorales

La elección del próximo martes se decidirá por la cantidad de votos electorales que en cada estado consigan los candidatos, demócrata y republicano. Las proyecciones de los estudios de opinión indican que los estados están ya definidos en mayoría, y que solo algunos por lo cerrado de la lucha serán clave para inclinar la balanza: Ohio con 18 votos, Florida con 29, Virginia con 13 y Pensilvania con 20. Es decir que que quién obtenga los votos electorales de la mayoría de estos estados ganará. Hay otros estados en disputa como Nevada y Colorado pero dado que tienen menos votos, 6 y 9 respectivamente, su peso en la decisión será menor. Hasta ahora hay un cierto consenso en los especialistas para otorgar cierta ventaja a Trump en Ohio y Nevada, un empate técnico en Florida y cierta ventaja para Clinton en Pensilvania, Virginia y Colorado. Con lo cual el resultado favorecería a la demócrata. Sin embrago la realidad electoral es distinta en cada estado y el voto de las minorías jugará un papel estratégico. El voto de la población de color se inclina en más de 85% para Clinton, y entre los hispanos la cifra es de 80%, sin embrago ambas minorías tradicionalmente participan poco: menos del 20% de los votantes potenciales hispanos ejercen su derecho y algo parecido sucede con la población afroamericana. Ahí el reto es la movilización para Clinton, mientras que para los republicanos la clave está en estimular a la población blanca de menos estudios y activar las pasiones para sacar el voto oculto que parece favorecerles. En el primer caso la maquinaria electoral es fundamental, y en eso tienen ventaja los demócratas mientras que en el segundo la agitación en los medios y redes sociales será fundamental. Si la participación se mantiene en los niveles históricos y el voto oculto se circunscribe a los segmentos conservadores será muy difícil obtener triunfos para Trump en los estados donde Hillary tiene ligera ventaja. Así que lo más probable es un triunfo por más de 27 votos electorales para Clinton, es decir 10% o más de ventaja en votos electorales, aunque el resultado en el voto popular será seguramente más estrecho, de entre 1% y 4%. Pero lo que resulta más importante es lo que sucederá con Trump y con los republicanos, si reconocen la derrota o no. Si mantienen el control del senado. Si seguirán pugnando por establecerle un proceso judicial a Clinton. Si tienen el poder suficiente para cuestionar desde el mismo día de la elección la calidad de candidata y son capaces de llevar con el FBI el caso a los tribunales. Por eso la elección de los senadores y representantes es fundamental para Hillary. Y en esa elección las cosas están muy cerradas, los estados clave son Florida, donde el republicano Rubio lleva ligera ventaja, Pensilvania con ventaja demócrata, Wisconsin en donde los azules parecen tener oportunidad de arrebatarles el escaño a los republicanos, y Nevada donde hay un empate. El resultado final proyectado por especialistas es una ventaja de un escaño para cualquiera de los dos partidos, con lo cual, mucho va a depender la actitud republicana del resultado de la elección en el senado. En el escenario con el senado con los demócratas la perspectiva de un gobierno estable es asequible, mientras que en el escenario de un control del senado por los republicanos, podríamos ver un cuestionamiento feroz desde el mismo martes, incluso con amenazas de más acciones judiciales para combatir el resultado. Luego de la campaña más virulenta y tecnificada de la que se tenga memoria, veremos la elección más cuestionada política y jurídicamente en la historia reciente de los Estados Unidos.

sábado, 8 de octubre de 2016

Trump bajo presión

Los periodistas del Washington Post se enteraban que Donald Trump no le permitiría al diario hacer la cobertura de su campaña, nunca imaginaron que sería el propio diario el que diera a conocer un video que ha colocado al candidato republicano en la posición más difícil de la campaña electoral. El video que contiene imágenes del año 2005 en las que aparece haciendo comentarios altamente lesivo respecto de las mujeres y su condición cuando están frente a una “estrella” del espectáculo, como él mismo se consideró, es el hecho que más le ha perjudicado. Al grado que su propio compañero de formula ha dicho que aun lo apoya pero que está molesto con él. Mientras que los líderes del partido y los miembros de los sectores más conservadores llegaron ayer a pedir formalmente que deje la candidatura. Este hecho es la punta de un iceberg que ha flotado por el océano republicano en donde hay un enorme fractura. Aunque ha salido a ofrecer una disculpa pública, ha replicado con Bill Clinton a quién acusa de haberle hecho comentarios mucho peores en el campo de golf. El video muestra la personalidad y las convicciones que Trump tiene respecto de las mujeres. La presión sobre el candidato ahora es enorme de cara al próximo debate. Aunque el mismo ha dicho que no declinará, los comentarios y las especulaciones crecen con fuerza, porque el movimiento que se opuso a la candidatura de Trump en su partido está tomando fuerza. Hay que considerar que hoy más cien líderes republicanos del país y en los estados han dicho que no respaldan a Trump y que no votarán por él. Esta cifra probablemente va a crecer luego de la difusión del video. Pero mas allá de que se mantenga en la carrera Trump está tocado por la vulgaridad y lo ofensivo que resulta verle. Es para muchos norteamericanos conservadores inimaginable ese grado de bajeza en la presidencia de su país. Así que este hecho está llamado a ser un punto de quiebre en la campaña y un argumento que puede aglutinar, ahora sí, el voto femenino en torno a Hillary Clinton. Lo atractivo del personaje que es capaz de ser políticamente incorrecto para proponer un cambio en en el establecimiento político, ha llegado al extremo contrato de recurrir a una conducta ofensiva que realmente penetra de forma transversal a todos los estratos sociales sin distinguir. Hay que considerar que para los criterios políticos de nuestros vecinos el respeto a los derechos personales es un tema de la mayor envergadura, y el hecho de que un candidato se presente prácticamente reconociendo como un abusivo de las mujeres, que aprovecha su condición para satisfacer sus deseos y se jacta de ello, lo coloca en una situación realmente delicada. Va a resultar realmente interesante observar el debate para ver hasta donde llega su capacidad elusiva para enfrentar esta que es la mayor crisis en la campaña. Para Hillary también es un monto clave porque le corresponde asumir una posición de respeto e integridad, lo que abre la puerta para que Trump cumpla sus amenazas de referirse a la vida privada de la pareja Clinton. Así que como nunca antes, el debate presidencial puede convertirse en una disputa de ataques personales. Es de llamar la atención que el comen denominador de la agenda coyuntural de la campaña ahora está centrado en el respeto a las mujeres, con una candidata luchando por llegar a ser la primera en convertirse en presidenta de los Estados Unidos. Si las cosas siguen así, Clinton va en caballo de hacienda.

sábado, 1 de octubre de 2016

Claves para entender la elección en Estados Unidos

Los estadounidenses no votan directamente para elegir su Presidente. Este es electo por medio del llamado colegio electoral formado por 538 personas que son las que realmente emiten el voto para elegir al mandatario. Los ciudadanos realmente votan para que esos electores a su vez voten en el sentido de la mayoría. El número de electores se deriva de la suma de 435 Representantes en la Cámara baja más 100 senadores y tres electores que corresponden al distrito de Columbia. Así cada estado tiene un número distinto de electores en función de los distritos electorales. California tiene 53 distritos más dos senadores, con lo que cuenta con 55 votos electorales, mientras que Wyoming tiene un solo distrito y dos senadores, con lo que cuenta con solo tres votos electorales. Gana la elección quien obtenga 270 votos electorales o más. Las personas que integran el colegio electorales son generalmente los dirigentes de los partidos o miembros del establecimiento político, ya que no pueden ser electores aquellos que desempeñen cargos públicos activos. Estos electores son designados el día de la votación presidencial en cada estado. En la práctica hay candidatos a electores demócratas y republicanos. En cada estado el partido ganador toma todos los representantes excepto en Maine y Nebraska que dividen proporcionalmente entre ganador y perdedor. No hay una ley que imponga a estos electores emitir su voto en el sentido del resultado del voto popular, aunque el más del 95 por ciento de los casos así sucede. En el caso de esta elección es claro que no están en juego los 50 estados y los 538 votos electorales, porque desde ahora es fácil predecir, por los parámetros de comportamiento político, que hay estados que están con ventaja tan sólida para cada partido que se consideran ya decididos, mientras otros tienen alta probabilidad de votar en un sentido predecible, mientras que en realidad hay solo 14 estados con sus electores que son realmente el campo de batalla en donde se habrá de decidir la elección: Florida (29); Ohio (18); Pennsylvania (20); Carolina del Norte (15); Colorado (9); Nevada (6); Minnesota (10); Wisconsin (10); Michigan (16); Iowa (6); New Hampshire (4); Maine (2); Arizona (11); Georgia (16). En estos estados en donde la campaña electoral se centra y hacia cuyos electores se dirige el mensaje. La situación actual indica que Hillary Clinton cuenta probablemente ya con 201 votos electorales, mientras Donald Trump tendría 165 y el objetivo es 270. La probabilidad de que Clinton alcance los 69 electores que necesita es mayor que la de Trump, por las características de los estados en disputa, Florida con una gran población hispana, con la familia Bush sin hacer campaña para Trump parece inclinarse a los demócratas, que según las encuestas mantienen una ventaja de 3 puntos. En Pennsylvania, un estado influido fuertemente desde la capital, con Obama haciendo campaña mantiene una ventaja de 3 puntos para Hillary. En Wisconsin asimismo hay tendencia consolidada para ella, como también en Minnesota, New Hampshire y Michigan; mientras que hay prácticamente un empate en Nevada, donde también hay una fuerte presencia hispana, Mientras que en Ohio, North Carolina, Iowa y Colorado hay tendencia favorable a Trump. Con esta perspectiva la tendencia se está consolidando hacia el Partido Demócrata, por lo que los medios de comunicación como el New York Times, que sigue con un método especial denominado Upshot, la campaña electoral, considera que hay una probabilidad de triunfo de Hillary Clinton de 76%. Sin embrago son solo estimaciones, sujetas al desarrollo de la campaña. Las fechas clave en la carrera por la presidencia son los debates televisivos, comenzando con el de candidatos a vicepresidentes programado para el próximo martes 4 de octubre en fraile Virginia, el segundo debate entre Clinton y Trump que será el domingo 9 de octubre en St. Louis Missouri y el último en Las Vegas el miércoles 19 de octubre. Para dar paso a la emisión del voto popular el martes 8 de noviembre, el voto de los electores para el mes de diciembre y la toma de posesión presidencial el 20 de enero próximo. Así con un sistema electoral indirecto, con el precedente de que el voto popular ya fue favorable a un candidato y ganó otro, con un candidato que representa una amenaza al orden comercial, político y financiero del mundo, es altamente probable que el establecimiento vaya cerrando filas para respaldar a Hillary, y que el discurso de Trump se vuelva más radical apelando al sentimiento de frustración de las clases medias bajas. Mientras más incendiario el discurso del republicano, más consolida sus votos leales, pero más se aleja de las minorías afroamericana y latina, que serán una de las claves de la elección.

domingo, 25 de septiembre de 2016

El debate Clinton-Trump

El primer debate entre los aspirantes a la Casa Blanca marcará el inicio de la recta final de la campaña electoral. En el foro seguramente veremos un espectáculo entre un actor y una mujer dedicada a la política profesional. Será una representación en la que seguramente los protagonistas tratarán de sorprenderse mutuamente para acentuar las debilidades de sus contrincantes. Del lado de Trump el menú seguramente incluirá las referencias a la forma como Hillary trató el uso de correos electrónicos personales durante sus gestión como Secretaria de Estado, que la colocó en el límite de lo correcto. Como también podrá aludir a los quebrantos de su estado físico, como a la política de salud promovida por ella desde la campaña anterior. Seguramente buscara irritarla mediante argucias insultantes para sacarla de sus casillas. Por el lado de Clinton es probable que se cargue sobre la actuación de Trump como empresario, acentuado las supuestas malas prácticas; como también podría recurrirse a mostrar sus inconsistencias en temas económicos, de política internacional, la respuesta al terrorismo, pero sobre todo buscaría poner en evidencia una mentira por parte de él. Veremos la mujer disciplinada, preparada para el debate, frente a quien cree en su instinto y la improvisación. Pero lo realmente importante está en saber si el clima de polarización seguirá en aumento con argumentos serios o si la campaña se referirá cada vez más a trivialidades escenográficas. No es una cuestión solo de corrección política, sino que precisamente los votos se pueden agrupar entre quienes con poca educación se sienten abandonados por la clase política, cuya mayoría ahora apoya al republicano, y las personas más educadas y liberales que respaldan a la demócrata. En medio están las minorías afroamericana e hispana que parecen hasta ahora decantase en su mayoría por la candidata; y aunque parezca poco convencional está el voto de los norteamericanos en el exterior que suman potencialmente más de diez millones, de los cuales por cierto más de un millón están en México; pero tradicionalmente un porcentaje muy pequeño de ellos realmente ha votado, y los demócratas están haciendo un esfuerzo por atraerlos ya que en su mayoría los emigrantes son personas educadas y liberales. El tema México puede manifestarse en el debate si la referencia al muro propuesto por Trump aparece, o se surgen las referencias al NAFTA o a la última visita del candidato republicano a la Ciudad de México. Seguramente alguna referencia habrá y lo que se exprese estará dirigido a las audiencias de cada candidato, por lo que es de esperar que el tono sea contundente. Nunca antes como ahora la opinión pública mexicana ha tenido tal expectativa por una campaña presidencial de nuestros vecinos; nunca como ahora nuestro país y los mexicanos habíamos sido tema en la narrativa de campaña, nunca había sido tan importante el voto de origen mexicano que puede llegar potencialmente a más de seis millones; y nunca antes el millón de residentes norteamericanos en México había tenido tal interés e importancia estratégica. Mucha de la especulación financiera de estos días tiene que ver con el alimento del miedo a un triunfo republicano, y en este sentido el debate del próximo lunes alimentará la hoguera para bien o para mal. La agenda política, la de los medios de comunicación y la de las redes sociales serán fuertemente incluidas por lo que suceda en el debate más esperado de las últimas décadas en Estados Unidos. La expectativa es ver si la tendencia de respaldo a Hillary se mantiene o se rompe. Hasta ahora los números publicados dan a la demócrata 200 votos electorales por 164 del republicano, es decir una ventaja de 36 votos en los ya decididos; mientras que en los aun no comprometidos están en juego 174, cuando se requieren 270 para ganar la elección. En el voto popular la ventaja en promedio es de más de 5% para Hillary. Estos números son los que habrá que revisar en el transcurso de la semana próxima para realmente saber si la la competencia se cierra o la tendencia se consolida.

lunes, 12 de septiembre de 2016

11 de septiembre, los juicios poco conocidos

Los ataques terroristas del 11 de septiembre produjeron miles de víctimas. Muchos de los familiares de quienes murieron y algunos que resultaron heridos iniciaron procedimientos judiciales para demandar por mas prácticas. Las demandas, por la naturaleza de los hechos, fueron tratadas bajo criterios de estricta confidencialidad. Muchos de ellos reclamaron compensaciones económicas por parte de las compañías de aviación, así como de las autoridades que establecieron las políticas de seguridad que fueron insuficientes para garantizar la vida y la seguridad de los pasajeros. Pero junto a eso también demandaron el acceso a la información y la rendición de cuentas por parte de los demandados. Los hechos eran claros: 19 personas habían burlado todos los controles de seguridad, tanto de las autoridades como de las aerolíneas y por ello podría acreditarse una negligencia criminal suficiente para generar una condena a pagar una compensación económica y conocer realmente lo que sucedió. Al fin de cuentas se creó un fondo especial para el pago de indemnizaciones y los juicios nunca se desarrollaron en plenitud porque se resolvieron mediante acuerdos con la justicia. El juez encargado del caso, en el juzgado de Distrito de Manhattan Alvin K. Hellerstein, declaró recientemente que los demandantes decidieron tomar el dinero en lugar de obtener información. El fondo pagó más de siete mil millones de dólares en indemnizaciones a las víctimas mediante acuerdos supervisados por el juez, que al final de cuentas terminaron con la posibilidad de que siguieran adelante los juicios y que por esa vía se obtuviera información más profunda sobre lo sucedido. El caso es muy singular porque puso de manifiesto que la obtención de información delicada para la seguridad nacional, por medios judiciales ha sido ineficaz en este, como en muchos otros casos, pero al mismo tiempo la solución económica reconoce la injusticia de las muertes y lesiones producida de una forma u otra por una falla en los sistemas de seguridad de las autoridades y las compañías aéreas. A quince años de los hechos se especula sobre la posibilidad de llevar a juicio a otros que pudieran resultar con responsabilidad más allá de las autoridades y compañías privadas. Se trata, potencialmente, de abrir procedimientos contra Arabia Saudita por su posible vinculación en los hechos del 11 de septiembre, argumentando que podrían haber personas de aquella nación que respaldaron a los terroristas. Por eso es relevante la desclasifiación reciente de documentos que revelan que en las investigaciones se consideró la participación de familias y representantes de Arabia Saudita en los ataques. Si se logra autorizar que se involucre a la nación árabe, como lo plantean algunas autoridades en Estados Unidos; entonces seguramente habría muchos juicios reclamando por indemnizaciones e información al Reino Saudí. El ataque más violento contra los Estados Unidos aun da mucho de que hablar en él ámbito judicial. Pero la gran cuestión es que al fin de cuentas todos los esfuerzos judiciales se resolvieron por vías que evitaron que se ventilara públicamente la información respecto a lo sucedido, y cabe entonces plantearse si soluciones así son correctas desde el punto de vista del derecho de las víctimas, no solo a ser compensados, sino a conocer la verdad. La justicia compensatoria no puede limitarse a dinero sino que implica el derecho a saber. Seguramente habrá más acciones legales en el futuro que desvelarán los secretos de los hechos que hace quince años cambiaron al mundo. Es interesante el planteamiento porque aquí en México también se han iniciado procedimientos en otro tipo de hechos que persiguen compensación e información a víctimas de ataques violentos de grupos armados y aunque los sistemas jurídicos son distintos los planteamientos en el fondo resultan similares.

sábado, 3 de septiembre de 2016

@DilesQueVoten

La visita de Trump a México produjo resultados negativos para la imagen de México, la aceptación del trabajo del Presidente Peña, para el propio candidato que se vio obligado a endurecer su posición y alejarse aun más del voto latino, para la campaña de Hilary Clinton orillada también a pronunciarse en uno de sus temas con más fortaleza, en respuesta a la agenda del republicano. Resulta difícil de concebir un paso diplomático del tamaño del que se dio sin tener en cuenta a todos los actores involucrados y los escenarios posibles. Aquí era evidente que se daba el paso de entrar de lleno en la agenda de la elección de Presidente de Estados Unidos, lo que significa que las autoridades políticas de aquella nación debían estar enteradas. Luego, el paso de invitar a ambos candidatos y aceptar la llegada de uno implica tener la confirmación de ambos, para evitar el costo de aparecer con una imagen parcial. Pero además, en política interna, la opinión pública nacional, altamente sensible luego de que Trump declaró que México era un enemigo, que los mexicanos éramos violadores y criminales, esperaba una respuesta contundente en la posición política frente a un agresor. Lo que sabemos ahora es: ya estamos dentro del proceso electoral de los vecinos; la imagen de México se deterioró; el presidente se desgastó, y las autoridades y la candidata demócrata han mostrado un cierto desconcierto. Ante estos hechos, lo que suceda en las próximas semanas y meses será determinante en la relación bilateral, tanto en el campo oficial y diplomático, como en el activismo de los mexicanos que repentinamente nos colocamos dentro de un juego que no es nuestro, pero que nos afecta profundamente. La relación bilateral más importante para México requiere ahora más atención para hacerla más profunda y con una visión de largo alcance en todos los ámbitos. Quizá el más importante de todos es la realidad social de la migración: más de 24 millones de mexicanos allá y más de un millón de estadounidenses aquí. Millones de familias tienen miembros de primer o segundo grado en ambos lados de la frontera y el intercambio entre ellos crece todo el tiempo. Las agresiones de Trump han movilizado a las comunidades mexicoamericanas también en ambos lados de la frontera. Porque tenemos hoy una realidad social binacional que no podemos perder de vista, con iniciativas innovadoras como la plataforma digital @DilesQueVoten, que busca hacer conciencia para que los mas de 25 millones de latinos que son elegibles para votar, realmente lo hagan. La historia muestra que solo lo han hecho cinco millones en la elección presidencial pasada. Pero ahora hay un incentivo adicional sin precedente: el odio, las amenazas de deportación, la ignominia propagandística de un muro, el tratar a México como enemigo y un racismo que seguramente estimulará la participación de la fuerza latina en la política. Esta iniciativa es un símbolo inequívoco de la potencialidad de la comunicación al interior de esta sociedad binacional. Es muy significativo también el valor cívico de la propuesta encaminada a que las familias de aquí animen a sus familiares de allá a votar. La interdependencia cada vez mayor que tenemos con nuestros vecinos pasa por esta realidad silenciosa: una comunidad cada vez más fuerte, informada e influyente allá; que seguramente también aquí hará sentir su voz. Esa comunidad es el protagonista que no fue tomado en cuenta en la visita del candidato republicano a México, y que ahora una manifestación valiosa de la sociedad civil la pone de manifiesto. Desde las redes sociales @DilesQueVoten actúa en uno de los ámbitos más interesante de la política mexicana: la comunicación con el México binacional que adquiere cada vez más fuerza. El propósito de estimular a los latinos para que voten en noviembre, es tan significativo ahora, como en el 2018 lo será el voto de esas comunidades en nuestras elecciones presidenciales, y sobre todo el peso de su opinión y la forma como la comunicación política binacional va a crecer. Es digna de encomio @DilesQueVoten.

sábado, 27 de agosto de 2016

La paz en Colombia

El conflicto armado más prolongado en América latina ha terminado con un acuerdo de paz. Las heridas que se abrieron a lo largo de 52 años de conflicto son muchas, el dolor que produjo es inmenso. Se estima que mas de 220 mil colombianos murieron en este proceso en el que además más de siete millones fueron desplazados de sus tierras y hogares. El 24 de agosto negociadores que representan el gobierno de Colombia y las FARC anunciaron que habían llegado a un acuerdo final después de cuatro años de conversaciones en La Habana. El Presidente Manuel Santos ha anunciado “el fin de la tragedia del guerra”. Dentro del país sudamericano de 48 millones de habitantes se ha estado una enorme polémica de cara al plebiscito del próximo 2 de octubre en el cual se busca la aprobación de los votantes del acuerdo de paz. Alvaro Uribe, expresidente y ahora senador se ha opuesto y encabeza la campaña por el no, frente a las autoridades que buscan el respaldo ciudadano a lo que puede ser su mayor legado. La parte más debatida del acuerdo se refiere a la forma como deben ser tratados los combatientes de las FARC por la justicia, como tratar a las víctimas. El pacto establece que las FARC estarían obligadas a reparar daños por los delitos cometidos que incluían secuestros, y ataques a poblaciones con expulsiones en masa. Se establece un sistema de justicia transitorio bajo el cual los combatientes guerrilleros y los propios soldados que confiesen haber cometido atrocidades serían condenados hasta 8 años de trabajos comunitarios con movilidad restringida en el territorio colombiano, pero no irán a la cárcel. En otro capítulo se establece la incorporación a la vida política democrática de las fuerzas guerrilleras, lo que también ha provocado un encendido debate. Uribe exige cárcel a los guerrilleros, a los que él combatió como presidente, pero no pudo vencerlos, sino solo disminuir su fuerza. Busca que gane el no para según su interpretación establecer una renegociación del acuerdo. Es decir quiere tomar el control de un proceso que el Presidente Santos ha llevado por separado ante el enojo de su antecesor. Pero muchos piensan que que de triunfar el no el resultado será la vuelta a la lucha en las montañas de parte de los guerrilleros y el fin del alto al fuego. Hasta ahora los estudios de opinión muestran una lucha cerrada con un empate entre el si y el no, con una alta tasa de abstención. Los habitantes de Bogotá y otras grandes ciudades y los de mejor posición social están mayoritariamente por el no, mientras que los de poblaciones pequeñas y rurales, como los de menores ingresos y educación están por el sí. Será una campaña fragorosa en el que se juega el futuro de una nación que mira con optimismo su futuro, y que por su posición geopolítica se ha convertido en un aliado importante de los Estados Unidos en Suramérica. Y el proceso en sí mismo, de ganar el sí será complejo, dado que está pactado un mecanismo de entrega de las armas con intervención de observadores de la ONU, y esto siempre contará con la presión de los grupos paramilitares de derecha que son los que junto con Uribe más exigen cárcel y castigos severos a los combatientes, y podrían atentar violentamente a la aplicación del acuerdo. De cualquier forma, el hecho que se tenga sobre la mensa una solución política con perspectiva institucional a un conflicto armado, siempre será una buena noticia. Es un triunfo de la política sobre la violencia armada sistemática. Ahora, corresponde a los colombianos decidir si los términos acordados les satisfacen de cara al futuro.

sábado, 13 de agosto de 2016

Insurgencia y contra insurgencia

Las organizaciones sociales que se han involucrado en actividades de insurgencia y desestabilización en Chapas, Guerrero, Oaxaca y Michoacán han dado pasos hacia adelante mediante tácticas de células activas en diversas poblaciones rurales y en núcleos urbanos. La acción de estos grupos ha creado una percepción de debilidad de las autoridades ante evidentes delitos que van creando una estela de impunidad. Aunque la parte más visible son los movimientos del magisterio más radical, en realidad, junto a ellos están una mezcla variopinta de organizaciones que han declarado la guerra a las autoridades y que en muchos casos operan bajo la mirada de grupos del crimen organizado. La agitación social ha provocado que se pongan en operación acciones constrainsurgentes por parte de las autoridades que hasta ahora se mantienen con resultados discretos. Las labores de inteligencia y las acciones legales son la clave para desarticular lo que parece un esfuerzo para llamar a la agitación y la insurgencia. El gobierno federal está frente a uno de los desafíos más importantes de la administración, porque la conexión de estos grupos alzados con intereses político electorales es cada vez más evidente y amenazan con contaminar los procesos electorales que se preparan para el año 2018. La posición del sector privado como de la mayoría de los ciudadanos de los estados afectados se mueve hacia la impaciencia ante la falta de efectividad en restaurar la paz y el orden. Las imágenes desafiantes de bloqueos de carreteras, vías férreas, marchas, plantones, secuestro de vehículos e incendios son simbólicas. Penetran en la conciencia de los ciudadanos aumentando el enorme desgaste que sufre la autoridad. Lo que esté sucediendo en las negociaciones que los profesores sostienen con las autoridades no se difunde a cabalidad y crecen las especulaciones. Urgen acciones contundentes que restauren la confianza en las instituciones, porque el crecimiento de la percepción de que es posible negociarlo todo a partir de la violencia es un hecho tan peligroso como negativo. La contrainsurgencia dentro de la legalidad es indispensable. Corresponde a las autoridades imponerse. En muchas poblaciones de las regiones afectadas de hecho, hay ya una enorme pérdida real de libertad, porque el miedo a las autoridades de facto crece, mientras que muchos de estos grupos se convierten en poder real que controla territorios y manipula procesos administrativos. Si la semana próxima, con el inicio del ciclo escolar, no se contiene adecuadamente la agitación en las escuelas que impida que los niños vayan a clases en esas entidades, la situación pude tomar un pulso de mayor tensión. La acción política con el dialogo está en marcha y debe mostrar resultados inmediatos, y simultáneamente debe avanzar la inteligencia para contener y llevar a la dimensión precisa la acción de estos grupos. Sería lamentable que las autoridades echaran para atrás las reformas constitucionales o las leyes aprobadas como producto de acciones insurgentes. Esperemos que las soluciones políticas se impongan y que no haya necesidad de emplear la fuerza del Estado. Pero el tiempo se está agotando en este que parece ser el primer capítulo de una lucha ideológica y política que persigue derribar al gobierno. Nada menos.

sábado, 6 de agosto de 2016

Rio 2016

Los Juegos Olímpicos de Rio muestran como los grandes espectáculos globales se transforman. La forma de ver y estar al tanto del evento ha pasado de la televisión tradicional al streaming con todas las posibilidades que brinda la red. Más cobertura, todo el tiempo, simultáneamente, una oda a la forma fragmentaria de percibir la realidad propia de este tiempo. Por otra parte, muestran la paradoja del país anfitrión que vive una profunda recesión y una crisis política que ha dado al traste con el propósito de mostrar al Brasil como una potencia global transformada. En cambio ha puesto en evidencia la fragilidad institucional y el descontento social en el gigante suramericano. El dilema ético del castigo a la delegación rusa ha puesto de manifiesto que la lucha por la supremacía deportiva ha llegado a extremos que rompen con los principios de la sana competencia para entrar en la plena exploración fisiológica que permite mejorar el desempeño del cuerpo humano mediante todo tipo de estímulos. En el propósito leal de hacer cumplir las normas. Hemos pasado de admirar a deportistas a descubrir una suerte de superhombres atletas que retan los límites de lo humano. El triunfo está ahora enfocado a contratos millonarios, publicidad, fama, espectáculo pleno. Los olímpicos son unos juegos de superhombres que recuerdan las épicas historias de la Grecia antigua en donde los dioses convivían con los hombres para dar lugar a la construcción de una civilización antropocéntrica. Los Dioses con formas humanas podían ser entendidos por los hombres, dado que se comportaban de la misma forma, compartían una misma moral regida por la reflexión. Ahora la cobertura global permite una suerte de magia de interconexión global que nos hace también compartir criterios económicos, de consumo, financieros, tecnológicos y por supuesto también morales. El espectáculo de los atletas nos uniforma en la forma de percibir y admirar los límites físicos del desempeño del cuerpo humano. Pero también en la forma de consumir la tecnología y la publicidad de productos y servicios de alcance global. Los juegos olímpicos muestran una faceta fascinante de la globalidad interconectada por Internet, en momentos en los que muchos claman por levantar barreras físicas, triunfa la multiculturalidad de un mundo cada vez más plano en las relaciones entre naciones y personas, aunque también cada vez más desigual. El contraste que se admira en los juegos en riquísimo en todos los sentidos: racial, cultural, económico, político de muchos colores e intensidades. De alguna forma, lo más admirable de los juegos olímpicos es el respeto a la normas que permiten competir en un marco de civilidad. Una herencia griega que hemos asumido para regular la forma de mostrar superioridad. La regulación de la fuerza. La manera más ordenada y bella de mostrar actos épicos, triunfos que han dejado de lado la sangre y la violencia para admirar lo humano de una forma plena. La moral de la competencia regulada supone siempre el respeto a la reglas y a las personas. Los juegos olímpicos son una fiesta del hombre como centro de una civilización en donde conviven ahora los herederos de los Dioses, los superhombres, y los humanos regidos por el respeto a las normas de convivir y competir. Una gran lección en momentos en los que muchos usan la violencia para tratar de imponer una religión, una idea política, una supremacía militar, una raza, un género, o simplemente un capricho. La mayor muestra de civilidad es el respeto a las normas. Eso es lo que vemos en el famoso fair play de los juegos. Y esa puede ser la mejor lección de los juegos.

sábado, 30 de julio de 2016

El mensaje de Hillary Clinton

Hillary propuso un manifiesto con valores frente a la demagogia del candidato republicano. En un tono de unidad y orgullo presentó una visión de fuerza y optimismo, probablemente para contrastar con el tremendismo pesimista de su contrincante. El discurso contiene una propuesta concreta para hacer que la economía funcione de una forma más justa. Hacer que la economía funcione bien para todos y no solo para unos cuantos dijo con fuerza. Esto por la sensación de creciente desigualdad que los estadounidenses tienen a partir de sus enormes recelos al sector financiero. La frase de no dejar que Wall Street destruya Main Street lo pinta claro. Al colocarse más a la izquierda en sus planteamientos económicos hizo suyos muchos de los argumentos de Sanders. Entre los más destacados está la propuesta de un salario mínimo de quince dólares la hora y el recelo de los “malos acuerdos comerciales”. Así toca los oídos de los miles de trabajadores irritados por el traslado de plantas industriales a China y México, muchos de los cuales respaldan a Trump. El reconocimiento a la administración Obama: "Nuestra economía es mucho más fuerte que cuando él tomó la oficina," dijo, "Casi quince millones de nuevos empleos en el sector privado. Veinte millones de estadounidenses con seguro de salud. Y una industria automotriz que acaba de tener su mejor año. Eso es un progreso real “. Para matizar luego: ”He escuchado de muchos de ustedes que se sienten como la economía no está funcionando. Algunos de ustedes están furiosos, frustrados… ¿Y saben qué? Tienen razón. Todavía no está funcionando como debería.” Pero se refería más un tema cualitativo: ”Creo que nuestra economía no está funcionando como debe, porque nuestra democracia no está funcionando como debería." Y suelta el juicio ético a las compañías: "Es un error tomar recortes de impuestos con una mano y dar cartas de despido con el otro.” Clinton anunció además sus propuestas políticas en un sesgo más progresista en lo que pueden ser las frases más provocativas “Si crees que las empresas deben compartir sus ganancias con sus trabajadores, no solo con bonos a los ejecutivos, únete a nosotros. Si crees que el salario mínimo debe ser un salario digno, y que nadie que trabaje tiempo completo debería criar a sus hijos en la pobreza, únete a nosotros. Si crees que cada hombre, mujer y niño en Estados Unidos tiene derecho a servicios de salud asequibles, únete a nosotros. Si crees que debemos decir no a tratados comerciales desleales, que debemos hacer frente a China, que debemos apoyar a nuestros trabajadores…, únete a nosotros. Si crees que deberíamos ampliar la seguridad social y proteger el derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones para el cuidado de la salud, únete a nosotros. Y, sí, crees que su madre trabajadora, esposa, hermana o hija merece la igualdad de retribución, únete a nosotros. Vamos a hacer que esta economía funcione para todos, no sólo los que están en la cúspide.” Clinton hizo un manifiesto a la igualdad como valor esencial del momento político de Occidente. Por eso nos puede sonar muy adecuado a nosotros los mexicanos, como puede serlo para los franceses, ingleses, chinos hindúes y de la mayoría de las naciones democráticas. También se dio tiempo y gusto en atacar a Trump. Desde sus fracasos e incumplimientos de contratos en Atlantic City hasta la egolatría de las Trump Towers en muchas partes del mundo, hasta la base ética de su actividad como hombre de negocios. Para México el mensaje contuvo dos ideas significativas: una que la reforma migratoria está en la agenda, para granjearse el voto latino. Y que la revisión del Tratado de Libre Comercio también lo está, para ganar votos de los trabajadores de cuello azul de la industria. Esas son las razones prácticas detrás de las frases y no habrá que sacarlas de contexto. La propuesta esperanzadora del yes we can se transforma en una convocatoria para la acción conjunta, frente al iluminismo personal del candidato republicano. Es una propuesta de una nueva ética de la igualdad en la nación del capitalismo más salvaje. En pocas palabras, Clinton entregó a su partido una propuesta progresista, mucho más liberal de lo que se esperaba, quizá la más éticamente enfocada a la izquierda desde los tiempos de Roosvelt.

domingo, 24 de julio de 2016

Sembrar el odio

Sembrar el odio genera pasión y votos. También reacciones indeseadas. La convención republicana fue una oda a la radicalización del discurso político en la campaña presidencial de los Estados Unidos. Para los mexicanos fue la reiteración de una provocación a los ciudadanos norteamericanos para que asuman que México es una amenaza para la sociedad y la economía. Lo que es totalmente falso. Sin embargo el mensaje está dado y su proliferación ha sido exitosa entre la clase trabajadora de nuestros vecinos. En medio del odio racial contenido, las amenazas terroristas y los problemas geopolíticos, Trump elige a México para centrar una radicalización simplificada entre los buenos norteamericanos y nosotros. Las mentiras repetidas pueden asumirse como verdad por muchos. Las ofensas repetidas alientan el odio primario y van dejando una huella. México oficialmente no debe inmiscuirse en la política interna de los Estados Unidos. Lo ha dejado claro el mensaje de la visita del Presidente Peña a la casa blanca este viernes pasado. Pero también queda claro que los Estados Unidos y México no pueden dejar que se aliente un sentimiento antiamericano allá, ni una reacción antiestadounidense aquí. Los mexicanos en Estados Unidos están ahora mismo más involucrados en la política, como nunca antes. Los mexicanos estamos más atentos que nunca a la política de Estados Unidos. La alianza estratégica de ambas naciones implica beneficios compartidos mucho más allá de los temas comerciales. Supone una interdependencia económica y una relación social que no tiene paralelo en el mundo. Por eso no puede dejarse penetrar por los llamados al odio racial o la pequeñas y mezquinas venganzas, escondidas en estrategias de campaña. La posición de los gobiernos de México y Estados Unidos debe abonar a la concordia y dar espacio a la disputa electoral allá. Pero ya estuvo bueno de guardar silencio prudente. Ha llegado la hora de que los mexicanos hagamos valer nuestra voz, nuestra opinión individual. La de nuestras organizaciones civiles y la de las familias que tenemos ciudadanos de ambas nacionalidades. La fuerza de los latinos será vital para ganar la elección por eso no es casual que Clinton eligiera a Tim Kaine un hombre que habla y entiende español como su compañero de fórmula. Ni es casual que Obama invitara a Peña Nieto precisamente al terminar la convención republicana e hiciera clara alusión a su desacuerdo con las posiciones del candidato republicano. Ahora toca el turno de la convención demócrata a partir del lunes y ahí veremos si la respuesta latina es suficientemente fuerte o si las organizaciones mexicanas deben esforzarse más por hacerse oír. Dos presidentes están en la recta final Obama y Peña Nieto, uno a seis meses de entregar, el otro a 22 meses de la elección presidencial. Clinton y Trump a cuatro meses de una elección sin precedentes. Entre un desquiciado manipulador y la que esperemos sea la primer mujer Presidente de los Estados Unidos. En estos meses de campaña habrá que dejar claro lo que pensamos de las propuestas republicanas. Habrá que decir a nuestras familias, a nuestros amigos de aquí y de allá que México es mucho más fuerte y sólido como nación que las patrañas que quiere vender a sus compatriotas un candidato que no soporta que le contradigan. En México si se opina de Trump y mucho. Y seguramente eso se hará sentir. --

sábado, 16 de julio de 2016

El golpe en Turquía

Turquía es una nación estratégica de 80 millones de habitantes, por su ubicación geográfica y su condición de puente entre Europa y Asia. Desde la antigüedad esa tierra fue un punto crucial para el comercio, la cultura, las religiones y por supuesto para la paz en amplias regiones de ambos continentes. Hoy Turquía es un país emergente que busca formar parte de Europa y que juega un papel militar muy relevante en la lucha contra el Estado Islámico en Oriente medio. El Presidente Recep Tayyip Erdogan es un islamista moderado que llegó al poder por la vía electoral y que se ha caracterizado por un gobierno que se ha hecho con el control de los medios de comunicación, ha restringido por la vía de los hechos muchas libertades y mantiene una posición de fuerza a la que resisten muchos de sus ciudadanos más moderados y pro occidentales. El intento de golpe de estado que se propagó el viernes pasado produjo paradójicamente una ola de apoyo a la democracia y a su gobierno, luego de que él mismo recurriera a una estrategia de agitación mediante una llamada de un teléfono que se propagó en redes sociales y algunos medios de comunicación masiva que aun estaban sin el control de los golpistas, llamando a la resistencia popular al golpe. En lo que parece una ironía el Presidente autoritario recurría una táctica de guerrillas para defender su gobierno y dio resultado. A estas horas el gobierno ha retomado el control de la situación y ha anunciado una verdadera purga en las fuerzas armadas, con más de tres mil detenidos, ha impulsado otra limpia en el poder judicial en donde ha despedido a más de 2700 jueces y magistrados, y ha acusado a un viejo aliado suyo el señor Gülen, un clérigo musulmán que vive en el exilio en Pennsylvania en Estados Unidos, quién se desmarcó de la acusación negando su participación en el golpe. El saldo hasta ahora es de 265 muertos, miles de heridos y una agitación interna en el ejército más numeroso de la región. Para efectos estrictamente militares una consecuencia directa del intento de golpe es la suspensión de las misiones de ataque al Estado Islámico encabezadas por Estados Unidos desde la base aérea de Incirlik, un centro de operaciones vitales en territorio Turco. Hay que tomar en cuenta que una parte esencial de la estrategia de gobierno del Presidente Erdogan ha sido reducir el poder del ejército par transferir esa fuerza a la Presidencia, y ahora parece que los militares tendrán que ceder, pero habrá que evitar una fractura interna, por eso parece que la primera reacción de suspender las operaciones conjuntas con Estados Unidos contra el EI. El intento de golpe fortalece a un Presidente que puede tener la tentación de endurecer su gobierno frente las expresiones populares más seculares. El sabe bien que la OTAN y los Estados Unidos necesitan de la cooperación turca, y por eso expresaron de inmediato su apoyo al régimen constitucional desde el mismo sábado por la mañana. Es probable que la situación en Turquía afecte a los flujos de migrantes provenientes de Siria, que abra el apetito de Rusia por expandir la fuerza que posee en Siria y que abra un debate sobre la pertinencia de aceptarle en l Comunidad Europea. Así que aunque la situación parece haber vuelto a cierta normalidad, la verdadera agitaciónn interna esta por venir.

sábado, 9 de julio de 2016

El odio racial en Dallas y el robot asesino

Micah Xavier Johnson, hombre de 25 años es presentado como el presunto responsable del homicidio de cinco policías en el centro de Dallas el jueves pasado. Este hombre que al parecer actuó en solitario fue abatido por la policía mediante un artefacto explosivo colocado en el brazo de un robot que se acercó estratégicamente para quitarle la vida, luego de algunas horas de negociaciones. El jefe de la policía de la ciudad texana el viernes por la mañana declaró que "No vimos ninguna otra opción que utilizar nuestro robot bomba y colocar un dispositivo en su extensión para detonarlo donde estaba el sospechoso,"..."Otras opciones habrían expuesto a nuestros oficiales a un grave peligro. El sospechoso ha fallecido ... a causa de la detonación de la bomba " El hecho que la autoridad policial decida utilizar robots para abrir fuego contra objetivos es un hecho sin precedente, y plantea muchas aristas tanto desde el punto de vista legal como ético. Hasta ahora, el uso de artefactos de alta tecnología habían sido usados en la guerra para producir daños controlados. Pero la operación en la vida civil se había limitado a levantar información, detectar explosivos, labores de contención o defensivas, pero ahora se ha abierto una nueva etapa en donde un mecanismo sofisticado de control remoto es usado para matar a una persona. En el protocolo de actuación policial normalmente esta justificado usar la fuerza letal cuando hay una amenaza contra un miembro de la corporación, y en este caso la había, por lo que la justificación en el uso de la fuerza letal directa aparentemente existió, lo realmente novedoso es que se decidió usar esta fuerza mediante un mecanismo robótico. Pero el debate sobre el uso de estos mecanismos se da porque precisamente hace unos días se publicaron informes de muertes de civiles producidas por las fuerzas armadas de Estados Unidos mediante el uso de drones. En el caso militar la acción es explicable por la realización de misiones que implican dominio sobre fuerzas enemigas, pero en el caso de las policías el trabajo es totalmente distinto porque se trata de proteger a las personas, incluso a los mismos delincuentes. Por lo que el uso de la fuerza letal solo está prescrito cuando hay una amenaza inminente contra los oficiales. Y muchas veces malos policías usan fuerza letal aunque la amenaza no es inminente como en el caso de los asesinatos de los hombres de color en las ultimas semanas a manos de policías y que han despertado el odio racial. Incluso pudiéramos preguntarnos si luego de las negociaciones con Xavier Johnson, éste significaba un riesgo inminente para los oficiales que estaban hablando con él, y por tanto se justificaba detonar la bomba situada en el brazo del robot. Seguramente este caso abrirá un debate para establecer cuales son los límites del uso de la fuerza letal de robots en las acciones que la policía desarrolla con la población civil. Pero mientras estos extremos se resuelven en los tribunales o en el Congreso, los hechos delictivos que se cometen por racismo son cada vez más frecuentes y ponen en evidencia la necesidad de trabajar más profundamente en contra de la discriminación. El odio racial que parece escalar en hechos delictivos en diversas ciudades de los Estados Unidos, representa uno de los mayores desafíos políticos y de gobierno para la nación más poderosa del mundo. Ahora ha dado lugar al uso de armas más sofisticadas por parte de la policía, pero la solución no está en el uso de la fuerza, sino en el uso de la razón. El desempeño policial está siempre bajo el escrutinio público, pero ahora se enfrenta a un dilema más profundo: el peligro terrorista real en la sociedad civil como una amenaza constante, y la defensa de los derechos de los ciudadanos. Las policías están para defender la dignidad de las personas y usar la fuerza solo en casos extremos.

sábado, 2 de julio de 2016

El desafío de la insurrección

La aceptación de la violencia como parte de la vida cotidiana es un cáncer que termina desgarrando los tejidos sociales. Admitir como normalidad el pisoteo a la dignidad de las personas es un veneno para el estado de derecho. Ambas cosas suceden en México hoy. Los crímenes terribles suceden en todas partes y están en nuestras narices gracias a la información en línea. El uso de la violencia en las familias, las comunidades, en las tareas laborales es prácticamente cotidiana. Es una ofensa a las víctimas y un desafío que exhibe la falta de eficacia de las instituciones responsables de la seguridad y la justicia. El paso siguiente es el llamado a la insurrección para suplantar a las autoridades en sus funciones. Linchamientos públicos de presuntos delincuentes son una muestra cada vez más frecuente del nivel de irritación social. A este caldo de cultivo le están sembrando la levadura de la rebelión organizada. Los grupos alzados en los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas tienen décadas haciendo labores de adoctrinamiento y adiestramiento en muchas comunidades rurales. Muchos de sus monitores e impulsores son profesores formados en las normales rurales. En las regiones serranas de estas entidades además operan grupos de la delincuencia organizada que propician un ambiente de lucha por el control de territorios y compiten por influir a las autoridades municipales. Los ayuntamientos muchas veces tienen una clara inferioridad en número y capacidad de fuerza ante estos grupos, y los programas sociales trabajan bajo la vigilancia de unos y otros. Ante esto las autoridades estatales y federales han desplegado acciones para revertir el deterioro, pero los resultados aun son limitados. Este es el contexto en el que se desarrolla el levantamiento de los profesores de la CNTE en estas regiones y son las organizaciones guerrilleras, los activistas y la mezcla variopinta de agitadores y personal de las organizaciones criminales las que pueden confluir en las acciones violentas que tienen colapsadas las carreteras en Oaxaca y otros estados. Los hechos lamentables de Nochistlán dieron pié al fortalecimiento de la agitación para convertirse en un llamado abierto a la insurrección que las autoridades no pueden dejar pasar, so pena de perder aun más control en territorios en donde estos grupos tienen presencia. Es claro que ahora mismo estos llamados han despertado pequeñas células que actúan en la capital del País, y en otros estados para mostrar que son capaces de generar violencia simultánea en muchos sitios. Y por otra parte deciden tensar la cuerda del diálogo para desgastar a las autoridades a las pretenden derrocar. Si bien es cierto que aparentemente la causa es la reforma al sistema educativo, la verdad es que hay muchos grupos que en realidad trabajan para desestabilizar a las instituciones. El gobierno debe actuar con la fuerza de la ley, pero con extrema pulcritud porque la provocación es abierta y el riesgo de cometer errores como los de Nochistlán es enorme. El desafío está lanzado: negociar la aplicación de la ley para someterla al intercambio y sembrar inestabilidad a partir de querer negociar todo. Si se negocia la ley misma, se debilita la política, se golpea el estado de derecho, se socava la autoridad, y propicia la impunidad. El derecho a disentir, protestar, expresarse debe ser garantizando plenamente con el límite del respeto a la dignidad de todas las personas. El Estado no puede permitir vejaciones, robos, secuestros, y pérdida de la libertad y del patrimonio de personas inocentes con el pretexto de la expresión de inconformidades. La fuerza está para garantizar la libertad de los inconformes y la de todas las personas. Cuando a inconformidad organizada se vuelve violenta es simplemente insurrección. Y ante ella no queda sino la ley para imponer las salidas políticas. Los acuerdos políticos al margen de la ley siembran más indignación y a la larga propician más violencia.

sábado, 25 de junio de 2016

Cerraron la puerta, BREXIT

Un portazo en las narices es la imagen más dura del Brexit. Europa está estupefacta con el golpe que la obliga a redefinirse. El Reino Unido es la sexta potencia económica global, la segunda en Europa, donde es también la principal potencia militar, el centro financiero del viejo continente, y el aliado más cercano de los Estados Unidos. Y todo eso lo seguirá siendo, solo que fuera de la Unión Europea. Por el peso de cada uno, el divorcio trasciende a sus actores. Los británicos de clase media mayores de 45 años echaron por la borda la sociedad con Europa en una rebelión contra el establecimiento político. A pesar de que laboristas y conservadores apoyaron el mantenerse en Europa; del respaldo de los empresarios; del sector financiero en pleno y el apoyo internacional, incluso del Presidente Barack Obama quién personalmente hizo campaña. Una línea trasversal cruzó los segmentos, la geografía y la conciencia de la sociedad británica. El trazo deja muchas lecciones porque muestra la reacción de una parte de la sociedad contra la actuación política producto de la globalización. La interdependencia, la apertura, la fragilidad económica, la sociedad gelatinosa en la que fluyen con facilidad las ideas, el dinero, y las personas se mueven como nunca antes, genera estas reacciones más allá de ideologías, para desahogar la frustración de muchos ante el vértigo de los cambios. Pareciera que la interdependencia global nos mete en un torbellino y que muchos quieren que gire más lento o de plano salirse de él. Habrá que ver si el efecto político es contagioso para las elecciones en Francia en donde Marine Le Pen ya ha llamado a un Frexit, o en Holanda donde también el partido Geert Wilders llama a un Nerexit, o incluso en Italia en donde la Liga del Norte también llama. En los Estados Unidos Trump agita la misma divisa de la insurrección contra la forma de hacer política en la globalización y llama a terminar con el NAFTA con México y Canadá. Brexit podría ser el inicio de un movimiento contagioso contra la globalización y sus efectos, que pudiera conseguir respaldo trasversal en muchas naciones, incluyendo la nuestra. Aunque el desarrollo económico es evidente, ha resultado muy complejo “venderlo” por parte de los gobiernos contemporáneos porque el modelo del estado de bienestar ha resultado inviable económicamente, y la mejor muestra es precisamente Europa. La inconformidad ante la presión que significa medir todos los procesos, los elevados niveles de competitividad que exige la apertura, la inestabilidad en los empleos y las enormes expectativas que despierta la explosión tecnológica, está presente, pero todos sabemos que esas son las reglas. Los británicos hicieron una apuesta para cambiar una regla que parecía inamovible, y lo hicieron contra la opinión de su juventud y de sus clases más educadas, en un ejercicio democrático que abre la puerta para que en otras partes se manifieste la opinión para cambiar cuestiones estructurales. No es casual que ya mismo se plantea otro referéndum en Escocia para optar por la independencia del Reino Unido. Las lecciones del Brexit están aun por revelarse con más nitidez, pero es claro que para México, la amenaza de Trump para noviembre, y la influencia de los movimientos anti sistema contra la globalización pueden crecer y cambiar el panorama político de cara a la elección de 2018. Esto además de los efectos financieros que ya provocaron un recorte al gasto público, encarecieron el dólar y seguramente nos llevarán a un aumento en la tasa de interés con el correspondiente efecto ralentizador de la economía. Una suerte de vuelta a un nacionalismo tan romántico como inviable puede seducir a muchos, como sucedió con las clases medias británicas. Que por cierto, también engañaron a todos los encuestadores escondiendo el rencor. El reto de presentar opciones políticas serias con visión de futuro responsable es enorme, frente al discurso fácil, de odio y miedo. Pero es precisamente lo que enaltece a la política y puede hacer mucho más noble la comunicación masiva en nuestro tiempo. La pluralidad, la libertad y el respeto a la dignidad son las reglas con las que todos debemos jugar. Y en ese marco habrá que ganar el debate y generar las mayorías que sustenten el crecimiento de una sociedad abierta, capaz de ser más justa garantizando la libertad de sus cada vez más diversos habitantes. El populismo que se encierra es una amenaza a la libertad, porque al fin de cuentas es un extremismo más al que hay que vencer.

sábado, 18 de junio de 2016

La importancia del BREXIT

El 23 de junio los ciudadanos de Gran Bretaña votarán para decidir si siguen en la Union Europea, en un referéndum al que popularmente se ha llamado Brexit. Aunque Gran Bretaña supone apenas el 2.4% del PIB Global, el impacto en el mundo por la incertidumbre del resultado es mayúsculo. Incluso a México ya le ha afectado la volatilidad financiera producto de la percepción de riesgo. El referéndum es un pulso al populismo que pretende capitalizar la indignación y el descontento respecto a la clase política tradicional inglesa. Además, es una elección extraordinaria porque no se trata de calificar un gobierno o substituirlo, sino que supone una decisión de Estado, encaminada a ser permanente. El populismo de la derecha del Reino Unido encuentra paralelismos en muchas partes del mundo donde se apela a los votantes menos educados aparentemente afectados por la ineficacia de la actuación pública. El perfil de los votantes a favor del Brexit, es parecido al de los de Trump en Estados Unidos o a los del Frente Nacional en Francia. El hartazgo de grandes grupos sociales los hace extremadamente sensibles a mensajes ofensivos, que, por ejemplo, llaman a segregar a los inmigrantes, porque quitan oportunidades; de esencia nacionalista que evocan la paz y la seguridad; o mensajes de limpieza contra la corrupción y la enorme burocracia. Aunque las encuestas más recientes apuntan a un empate, es posible un triunfo de la opción de dejar la UE impulsada por el voto de estos grupos inconformes. Como sucedió en Estados Unidos o en Francia es también muy significativo que las campañas llamando a lo razonable han sido dobladas por un populismo basado en bravatas vacías pero aparentemente eficaces. La votación será una prueba del avance real de este movimiento populista contra el establishment. Los analistas, sin embrago, son optimistas y piensan que al final ganará la cordura. Los mercados apuestan a una derrota del Brexit, confiados en la sabiduría de la opinión pública inglesa, tan tradicional y flemática. Pero un triunfo del Brexit mostraría que la complacencia con el populismo es un error y se amplificarían los efectos en otras naciones que viven estas revueltas contra sus establecimientos políticos. Y esto si tendría enormes consecuencias económicas porque las compañías y los inversionistas cambiarían sus decisiones para alejarse de riesgos de cambios bruscos, como el Brexit. Las insurgencias populistas de Europa y Estados Unidos tomarían más fuerza, y poco a poco se extenderían a naciones emergentes en donde crece la indignación ante la falta de resultados, los escándalos políticos y la debilidad institucional. No olvidemos que la censura al gobierno ha sido la constante en los procesos políticos en Brasil, Argentina, Venezuela, Perú y México. Por eso el pulso del Brexit puede convertirse en un catalizador; que ahora causa preocupación a los actores financieros y políticos globales. Un signo preocupante es el odio que estos movimientos siembran en la sociedad. La violencia inadmisible que provocó la muerte de la representante Jo Cox, como los crímenes de Orlando y los de Francia en los últimos días alimentan la indignación, pero también refuerzan algunos mensajes extremistas. La prueba del Brexit es mucho más que un asunto interno del Reino Unido, el mundo sigue con atención un proceso con grandes consecuencias económicas en ambos lados del Atlántico. Ahora las comunicaciones en línea permiten la transmisión de los sentimientos de indignación, solidaridad, miedo y odio con mucha rapidez sin parar en fronteras ni culturas. Este contagio se vuelve un factor externo determinante en las decisiones nacionales y locales. Como la migración y la burocracia de Bruselas se volvió el tema de la campaña del Brexit, y los mexicanos en la campaña de Trump o el islam en la de Francia, los asuntos externos son factores que pueden llamar a la división y al odio. Mas allá del resultado del referéndum, la alerta por el rápido crecimiento del populismo insurgente es una advertencia para los estados democráticos.

sábado, 14 de mayo de 2016

La insatisfacción con la justicia

La difusión de casos de actos injustos que no son resueltos por las autoridades pone en evidencia que como parte de la evolución de nuestras instituciones, ahora mismo vivimos una profunda crisis en el servicio público de justicia. La percepción de crisis no es nueva, ya desde el siglo XIX se planteaban alternativas para resolver el rezago y la falta de supervisión en el poder judicial. En el siglo XX quizá la prioridad fue la conformación de estructuras judiciales que operaran regularmente en los estados y la consolidación de un crecimiento en calidad en el poder judicial federal. La normalización democrática que vivimos a partir de las reformas de fines de los años ochenta a la fecha, ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con un servicio público de justicia más eficiente en su respuesta a las necesidades de los mexicanos. En una cuantas décadas se han creado una multiplicidad de tribunales y órganos especializados en cuestiones estratégicas como la propiedad intelectual, competencia económica, telecomunicaciones, justicia administrativa a nivel local, sistemas alternativos de justicia, sin de mar de mencionar el crecimiento de los casos de arbitraje para resolver controversias. Al mismo tiempo la cantidad de asuntos que se presentan ante los tribunales ordinarios en materias cilvi, penal, control constitucional y otros más han crecido de forma muy importante. La demanda social por la justicia es enorme y la respuesta ha estado históricamente rezagada. Ante eso el estado mexicano ha dispuesto un crecimiento de las estructuras encargadas de este servicio público, pero que no han sido por mucho suficientes. Una enorme cantidad de leyes y reformas de enorme importancia se han aprobado y otras están en discusión. Vivimos una transformación del sistema de justicia penal, desarrollamos el sistema de justicia administrativa que brinda a los ciudadanos mecanismos de defensa contra las autoridades, se aprobó una nueva ley de Amparo que amplia el ámbito de defensa de los derechos fundamentales, se plantea una reforma necesaria al sistema de justicia laboral y se trabaja en terminar de una vez por todas con los conflictos agrarios. Sin embargo, aunque la transformación es profunda los resultados perceptibles por los ciudadanos son pobres. La sensación de impunidad es enorme, la inseguridad crece y el respeto a las autoridades encargadas de la justicia se desgasta peligrosamente. Una mejora en la calidad de la justicia es un proceso largo y farragoso porque implica cambiar no solo los procesos sino la actitud y la inercia, supone capacitar a miles y miles de personas y supone una lucha sin cuartel contra la corrupción y la denegación de justicia. Sin embargo es el único camino para consolidar el estado de derecho. La prioridad para el estado mexicano está precisamente ahí. Es una cuestión de estado, colocada mucho más allá de cuestiones políticas. Es una tarea a la que debemos sumarnos todos con una visión y compromiso con México. Los cambios en los sistemas judiciales se producen en décadas y la fuerza y respeto de las decisiones judiciales se consolidan mediante la práctica reiterada. La justicia está en crisis, hay que reconocerlo, pero el primer paso para resolver el desafío es levantar la mirada y aportar lo que nos corresponda, en lugar de desgastar cada vez más a las instituciones. Ellas son al fin de cuentas la mejor garantía para la justicia. A más fuerza institucional de las autoridades judiciales menor impunidad. Nuestro sistema judicial ahora tiene muchas más puertas abiertas en la defensa de los derechos de los habitantes y debemos defender estos avances en los tribunales locales y sobre todo federales. México se va desarrollar solo si consolida el servicio público que se percibe con mayor rezago: la justicia.

sábado, 7 de mayo de 2016

El enojo y la esperanza

La ira se produce normalmente cuando alguien es tratado injustamente y se le produce un daño que es relevante o puede ser relevante para alguien. Los casos de grandes injusticias difundidos masivamente producen frustración y enojo colectivos. La narrativa reiterada de casos injustos genera rencor y percepción negativa para los responsables de hacer justicia: las autoridades. La opinión pública dada vez está expuesta a más casos de injusticias notables, porque ahora se difunden más. El campo fértil para sembrar un mensaje de ira es precisamente la frustración generalizada ante las injusticias. Y esto es lo que ha sucedido en casos recientes: desde las reacciones en Grecia que llevaron al poder a la izquierda, el ascenso de Podemos en España, el crecimiento de Jeremy Corbyn en Gran Bretaña, la caída de Cristina Krishner en Argentina, la crisis política de Lula y Dilma en Brasil y por supuesto el caso más difundido hoy del ascenso de Donald Trump. No es casual que en todos estos casos hay una clara tensión entre la creación de una esperanza y la frustración posterior que producen las injusticias difundidas. Esperanza enorme de progreso se generó en Grecia desde los juegos olímpicos que devino en impotencia dada la crisis económica posterior; Ilusión de salir de la crisis mediante una via alterna produjo Podemos en las elecciones españolas, que luego ha devenido en caída dadas las divisiones internas del movimiento emprendido por Iglesias y sus socios; La esperanza de mayor justicia social se produjo con el peronismo de Krishner y la ira ante una narrativa de excesos y complicidades; la ilusión de los brasileños con el pujante desarrollo impulsado por el petróleo que fue puesto de ejemplo en el mundo, que pasó rápidamente a ira ante los excesos, la corrupción como falta de orden financiero y de gobierno; y en el caso de los Estados Unidos el Presidente Obama llegó a la presidencia con la esperanza de una transformación que al diluirse en gran medida ha desilusionado a grandes sectores. La oferta de una esperanza es crucial para una causa política, pero ahora esta oferta puede estar apalancada simplemente por la sed de castigo a las autoridades que aparecen como injustas o ineficaces para generar justicia, casi sin importar nada más. Es una suerte de venganza ante la frustración. Estos hechos son aun más evidentes en las esferas locales en donde la narrativa de la injusticia puede llegar a ser más relevante para la vida cotidiana de las personas. Los sectores más proclives a reaccionar ante la injusticia detonante de la ira, suelen ser los sectores más castigados o con menos oportunidades. Esos son los grandes segmentos que apoyan Trump en Estados Unidos y los que reaccionaron en Argentina y lo hacen ahora en Brasil, los que cultiva SYRIZA en Grecia y Podemos en España. Son segmentos que son proclives a respaldar una opción populista de castigo a lo establecido. En el caso de México está creciendo ese mal humor colectivo que se alimenta de la injusticia y la impunidad, y que plantea una nueva forma de actuación política de cara a los procesos electorales y abre la puerta para crear una oferta populista basada en la ira. La oferta de esperanza razonable y empática es el principal reto de los partidos para neutralizar la disrupción del populismo vacío. En ese sentido vale la pena observar como los movimientos emergentes en Europa están evolucionando para generar junto al enojo, esa esperanza con ofertas de programas más o menos concretos, porque la opinión pública pasa de la ira inicial a una etapa más reflexiva, lo que ha vuelto a su dimensión a estos movimientos en Inglaterra, España, Grecia e Italia, luego de que parecía que arrasarían en cuanta elección se presentara. A esta evolución reflexiva que conecta con una esperanza asequible es a lo que apuestan Hilary Clinton, como los partidos políticos en Europa y América Latina. El reto es construir una narrativa esperanzadora, responsable y razonable que lleve los debates políticos a la visión del futuro compartido, más que a la simple satisfacción de los apetitos mediante la exaltación del enojo.

sábado, 30 de abril de 2016

¿Quienes Somos los mexicanos cuando se meten con nosotros?

Samuel Huntington el intelectual conservador norteamericano expuso en su libro titulado “Quienes Somos” en 2004, la supuesta amenaza que representaban los inmigrantes mexicanos para la identidad nacional de nuestros vecinos. Entonces, ya se exponía la idea de la llamada diáspora mexicana que llevó a la formación de comunidades mexicanas en prácticamente todos los estados desde la costa Este hasta Seattle. La tesis partía de la supuesta resistencia cultural de los mexicanos a asimilarse a la cultura norteamericana. Parte del pensamiento de Huntington ha alimentado la perorata de de Donald Trump, dirigida a tocar fibras de los sectores conservadores de clase media que a la vuelta de los meses se han convertido en un sólido soporte de sus aspiraciones para hacerse con la candidatura presidencial por el partido Republicano. Los hechos demuestran que ni Samuel ni Donald tienen razón con sus argumentos que siembran sentimientos de segregación y odio. Porque nunca como ahora la relación entre México y Estados Unidos ha sido tan sólida y compleja al mismo tiempo, pero la irrupción de la insensatez se Trump está detonando una acción en las comunidades mexicanas que viven en Estados Unidos que se corresponde con la opinión de los mexicanos que vivimos aquí. La acción parte de la tradicional solidaridad mexicana que surge cuando alguno de los nuestros sufre una desgracia o cuando nos atacan injustamente a todos, como es el caso. Ahora, como nunca antes los mexicanos en Estados Unidos están mirándose cada vez más juntos y se plantean que hacer frente a una amenaza tan irritante como la xenofobia. También la diplomacia mexicana está en un momento inédito con la necesidad de actuar con firmeza y habilidad para desmontar el sentimiento antiamericano que se ha esparcido con fuerza creciente, para ello está trabajando con un nuevo embajador y con los cincuenta cónsules acreditados para generar alianzas con grupos de interés, para detonar un lobby profesional en Washington y para proponer acciones coordinadas a las comunidades mexicanas. Si nos detenemos a pensar con cuidado no es poca cosa el trabajar con más de 20 millones de mexicanos residentes en Estados Unidos que tienen intereses muy distintos entre ellos, ya que nada tiene que ver un mexicano emigrado en los años setenta con hijos y nietos nacíamos allá, con un joven de 30 años que tiene cinco de haber llegado. Pero ha sucedido algo que genera la unidad: todos contra Trump; y eso no tiene precedentes. Ni siquiera la lucha de César Chávez en California generó tal expectativa, porque ahora los mexicanos son muchos más, están en todas partes y tienen mejores condiciones. El momento es una oportunidad para actuar con inteligencia y visión de largo plazo para emprender acciones para fortalecer la imagen de los mexicanos en el mundo, y para promover que cada vez más norteamericanos conozcan México y la realidad social y económica que representa para la región. Los ejercicios de comunicación entre las comunidades mexicanas están generando mecanismos sin precedente y se ha producido una visión convergente con la diplomacia encargada de la defensa de los mexicanos en el exterior. Trump ha sacudido un árbol en donde había cientos de abejas que estaban dispersas trabajando en su microcosmos; ahora el absurdo del odio que ha sembrado, permite que las abejas puedan unirse para defenderse, pero mucho mejor para trabajar unidas en causas para el futuro. La fuerza de los mexicanos emigrados en convergencia con los de aquí tiene un enorme potencial, que aun no ha sido suficientemente explorado. El titulo del libro de Huntington es evocador del momento ahora: ¿Quienes Somos los mexicanos cuando se meten con nosotros? puede ser el título de una obra que aun está en gestación y el primer capítulo bien puede ser la convergencia para defender nuestra identidad.

sábado, 2 de abril de 2016

¿Bien o mal en la economía?

La realidad económica del mundo ha cambiado profundamente en los últimos dos años. Europa estancada, Asia crece a menor ritmo, el petróleo cae dramáticamente de precio por la actuación de los países árabes y Rusia, los mercados financieros viven olas de subidas y bajas bruscas. La única región del mundo que crece de forma consiste es Norteamérica. México está inmerso en el proceso económico global con una economía abierta y actuante en el comercio exterior y con un mercado interno que comienza una expansión, pero resiente la baja en las finanzas públicas la baja en los ingresos petroleros y requiere hacer un ajuste fiscal profundo. Ahora mismo el sector externo de la economía avanza con firmeza en la relación con Norteamérica, sobre todo en los sectores automotriz, aeroespacial, agropecuario y turístico en donde las cifras muestran un crecimiento constante en las ventas al exterior. Por otra parte ya es claro que hay una expansión del consumo que se refleja en crecimiento en las ventas de mercancías, artículos electrodomésticos y automóviles, lo que indica un crecimiento del ingreso de las familias que se explica por una parte por efectos del control de la inflación, el crecimiento de las remesas que recibimos de los mexicanos en el extranjero, y por el crecimiento de regiones ligadas a la industria manufacturera. Además hay una expansión del crédito productivo al sector privado y una reducción en el uso del crédito al consumo en los hogares. Estos signos son muy positivos, y si los vemos con cuidado todos están ligados a la actuación privada que ha sido estimulada por las circunstancias externas y por efecto de las reformas en marcha. Pero al mismo tiempo el sector energético vive un terrible proceso de ajuste en Pemex y CFE que requieren de enfrentarse a la realidad de la competencia en el peor momento por los precios y por su nivel de endeudamiento. Las grandes inversiones en el sector llegarán y tendrán un efecto muy positivo, pero no en el corto plazo, así que vendrán meses muy complicados para las nuevas empresas productivas del estado. Este hecho es de enorme dimensión, tanto que la única salida es el rescate de ambas con recursos del Estado. Como se quiera ver el gobierno tendrá que invertir enormes sumas de dinero para permitir la viabilidad de Pemex y CFE y eso provoca una presión sobre las finanzas públicas. Por eso las calificadoras han colocado en perspectiva negativa la calificación de los bonos mexicanos y ha degradado la calificación de ambas empresas. La parte negativa de la agenda económica está centrada en el sector público que tiene que ajustarse el cinturón de una forma notable. Por eso se ha anunciado el mayor recorte presupuestal de la federación en los últimos tiempos, lo que significará una reducción del gasto público de hasta 7 %. Lo que impactará el gasto corriente y el de inversión con la cancelación o postergación de muchos proyectos y programas. Paradójicamente el gasto en infraestructura se reduce cuando debiera estar en expansión, por lo que seguramente veremos en muchos proyectos la participación privada para permitir su realización ante la baja presupuestal. Así que en la economía real hay una parte que marcha bien y otra, la mas ligada al sector publico que vive el mayor ajuste de la historia reciente. La reacción de las autoridades ha sido correcta y dolorosa, seguramente será benéfica en el mediano plazo. Con finanzas públicas más sanas, con Pemex y CFE que retoman el crecimiento por sus ingresos, y manteniendo el sentido de estimulo al crecimiento del consumo y del sector externo seguramente hacia el 2018 veremos un escenario mejor. En él el sector público se habrá reducido en relación con la economía y los motores del crecimiento estarán cada vez más diversificados. De aquí a entonces veremos los efectos de los ajustes y los contrastes regionales cada vez más profundos.

sábado, 26 de marzo de 2016

Después de Bruselas

Más allá de la historia que describe como se ejecutaron los terribles actos terroristas en Bruselas está el desafío de las acciones a tomar para combatir a ISIS. El despliegue militar convencional puede tener efectos graves, y por eso las acciones que se desarrollan son tan sofisticadas. Para comprender de mejor forma lo que sucede hay que recordar que el terrorismo de ISIS se basa en tesis religiosas radicales que pregonan la implantación de la ley divina en la tierra (shaira) mediante un califato. Para ISIS ese territorio no debe tener, fronteras estables, ni presencia en el mundo global, ya que su perspectiva es el cumplimiento de las profecías apocalípticas del Profeta. Entre ellas está una gran batalla en el territorio del califato como punto de inicio del fin de los tiempos. Por eso muchas de las acciones terroristas están encaminadas a incitar una intervención militar tradicional en la zona de Dabiq identificada como la región en donde sucedería esa batalla apocalíptica. Lo sucedido en Turquía, Paris y ahora en Bruselas en la visión difundida en la propaganda terrorista, de los yihadistas es parte de una ofensiva provocadora de una escalada de violencia tal que detone la actividad apocalíptica que traería al mundo hasta Jesús mismo para hacer triunfar al Islam. Ante la complejidad militar y esta visión, las acciones emprendidas han sido intervenciones puntuales, como la que quitó la vida al número dos de la organización hace apenas unos días, dejando de lado una acción territorial que resultara como una confirmación de la profecía. Con esa estrategia en marcha es predecible que la lucha sea prolongada en le tiempo y cada vez más sofisticada para lograr objetivos militares y económicos que permitan derrotar al califato y su yhihad ofensiva. Pero al mismo tiempo, hay que tomar en cuenta que existe la secuela de Al Qaeda, la otra rama terrorista que actúa en la sombra mediante células dormidas y que también está decidida a atacar la infidelidad de los occidentales. Así la lucha tácticamente se centra en una acción de inteligencia que permita actuar eficazmente. Pero mientras eso sucede en el campo militar, en el ámbito político y social la impaciencia crece. Los oportunistas demagogos se hacen más populares con sus propuestas radicales que llaman a acciones violentas de gran escala, lo que contamina la vida pública en Europa y Estados Unidos. Incitar al odio luego de la tragedia es una táctica que puede hacer ganar adeptos, pero es en sí mismo una irresponsabilidad inaceptable. La información es una herramienta fundamental ahora para combatir a los radicales. Tanto los terroristas como los que pretenden aprovecharse de la circunstancia para ganar poder. Afortunadamente solo unos cuantos miles de los cientos de millones de musulmanes en el mundo creen en los postulados de ISIS o en los grupos derivados de Al Qaeda. Ellos merecen todo el respeto, más ahora cuando muchos los miran con sospecha o incluso resentimiento. El ataque de Bruselas, sucedido a unos metros de la sede de la OTAN, es una terrible provocación. Ante ella el desafío es luchar efectivamente contra el terrorismo en libertad sin incitar al odio, mediante una información puntual a la opinión pública y una actuación política responsable. Lamentablemente la necesidad hace que el Estado cada vez más crezca su intervención en él ámbito privado de las personas para contar con información calificada, y con ello se eleva el riesgo del mal uso de la misma. Pero al mismo tiempo es imperativo el respaldo a las autoridades para que cuenten con el respaldo que les permita ser eficaces. Ante ese dilema, el imperio de las leyes se convierte en la piedra angular tanto para la acción militar, como para la defensa de la libertad de las personas. La mejora del marco legal de la acción antiterrorista es la clave para hacer que los sacrificios de las víctimas se convierta en una victoria sobre el odio, el terror y el radicalismo. La revisión de la ley, su aplicación precisa y la defensa de la libertad es la agenda más trascendente para dar soporte a las acciones policiales y militares. La reacción de mayor dignidad humana es a más violencia más respeto a la ley.

sábado, 19 de marzo de 2016

VS TRUMP

Trump ha roto la ortodoxia en la política de los Estados Unidos. Ha construido un discurso populista, demagógico y grosero, que conecta con los sentimientos de muchos norteamericanos que no se sienten bien representados por sus políticos. Ha denigrado los contenidos y bajado la categoría de una contienda participativa al nivel de un espectáculo circense barato. El respaldo tan diverso que ha conseguido debe encender las alertas, porque pone de manifiesto que la astucia combinada con ignorancia puede ser atractiva para agitadores ambiciosos. Las vulgaridades suelen esparcirse rápidamente por jocosas o ser festejadas por su ingenio, pero cuando se convierten en objeto de admiración, o peor, en opción de gobierno, como es el caso, denigran la actividad política. Los mexicanos no habremos de responder en el terreno de estas bajezas, sino con acciones asertivas que pongan de manifiesto nuestra fuerza, nuestra cultura y la enorme dignidad de un pueblo emergente en el mundo. Una nación que ahora está intensamente relacionada con la sociedad de los Estados Unidos, porque en más de un sentido México vive del otro lado de las fronteras; como la cultura y costumbres de nuestros vecinos habitan aquí. Más de 40 millones de familias en ambos lados de la frontera son biculturales, binacionales, bilingües. Los lazos entre cada miembro de estas familias está más allá de las formas políticas tradicionales y engrandecen a sus comunidades y a los países. La fuerza de esta realidad social sin precedente en el mundo se hará sentir cada vez más en la política de Allá y de Aquí. Los ciudadanos estadounidenses de origen mexicano son cada vez más y mejor preparados, asumen posiciones de importancia económica y política en sus comunidades y ahora podrán influir de forma determinante en las elecciones de México mediante el voto de los más de 10 millones de mexicanos radicados en el exterior. En este mundo abierto e interdependiente, México vive mucho más allá de sus fronteras, se expresa por encima de las vías formales y fortalece su cultura mediante el ejercicio de la libertad, el intercambio, el respeto y la tolerancia a los demás. Pero ante una realidad política como la que se vive allá, es claro que los intereses de México deben ser defendidos con más inteligencia y fuerza dentro de los Estados Unidos. El tamaño de la relación bilateral debe ser de la misma proporción que nuestra forma de actuar en la diplomacia, la economía, las finanzas y la justicia. Si bien es cierto que Trump ahora es solo un aspirante, y aunque pierda las elecciones primarias y nunca sea presidente, el hecho de que su discurso antimexicano sea tan popular pone de manifiesto la necesidad de actuar asertivamente en la opinión pública para revertir este sentimiento. Difundir quienes somos, qué pensamos y hacemos los mexicanos para ponerlo de manifiesto en los Estados Unidos y el mundo debe ser una tarea estratégica de las autoridades y de todos los que tenemos alguna relación con personas o empresas norteamericanas. Los prejuicios demagógicos expuestos por Trump se combaten con la simple difusión de la verdad. Pero esta labor supone un esfuerzo que debe ser persistente y enfocado de forma inteligente. Y quizá el primer paso sea el evitar la tendencia que tenemos en muchas ocaciones a autodenigrar a nuestro país cuando ejercemos una suerte de critica a la autoridad o la realidad social que vivimos. Mostrar lo grande y fuerte que es México, su gente y su cultura es la mejor forma de combatir a quien busca el poder como una mercancía que se adquiere mediante engaños de grandeza o pureza escondiendo su enorme desprecio a la libertad, a la dignidad y a la ley. El miedo a la libertad, y al respeto a la dignidad, es la divisa de los ignorantes.

sábado, 5 de marzo de 2016

El Conflicto del FBI vs Apple

James Comey, el director del FBI ha planteado a una corte de California que la compañía de la manzana desarrolle un software que le permita descifrar el contenido de la información de un teléfono iphone 5c, que al parecer fue usado por uno de los presuntos terroristas en los ataques de San Bernardino. La empresa se ha negado rotundamente y tras de ella están las grandes compañías de tecnología que recién suscribieron un documento de apoyo a la posición de no atender la solicitud de las autoridades federales de los Estados Unidos. La cuestión es especialmente relevante porque puede sentar un precedente que vulnere la privacidad de los clientes de las empresas tecnológicas y abra la puerta a una verdadera intervención del estado al estilo de la novela de Orwell. Tan delicado es el asunto que ahora mismo ya se sabe que el FBI no solamente trata de descifrar ese teléfono sino que se trata de cientos de dispositivos. El FBI sabe que en términos legales no puede pedirle a Apple que le entregue la información, porque desde 2014 la compañía estableció un sistema de cifrado que impide acceder a la información de forma forzada, por eso pide a la corte que le ordene hacer un software que descifre el dispositivo. La autoridad alega que de acuerdo a una ley de hace más de dos siglos la All Writs Act, la autoridad pues pedir cualquier información para facilitar las investigaciones e n materia de seguridad. Pero el argumento más importante es que si bien las leyes protegen el derecho a la privacidad de las personas, la seguridad debe ser prioritaria. Así la tecnología actual retrasa las investigaciones al proteger los derechos de las personas usuarias de dispositivos. La respuesta de Tim Cook el CEO de la compañía californiana fue tajante: se negó a cumplir con la petición porque el software que está pidiendo el FBI podría ser peligroso para la seguridad de todos los iPhone del mundo. Así interpuso una petición para desestimar la orden. Pero el caso escaló hasta el Congreso de los Estados Unidos en un intento por resolver el diferendo en donde las partes se sometieron a una suerte de arbitraje. Lo que resulta muy interesante dado que efectivamente el centro de la cuestión es el conflicto de la legislación en materia de seguridad con las normas que protegen la privacidad. En la primera audiencia no hubo ninguna propuesta de solución pero es claro que el tema será motivo de un amplio debate en las próximas semanas. Por una parte de la seguridad de las personas como valor a proteger por la autoridad y por la otra el derecho de los clientes y usuarios de una compañía. En este sentido esta semana se hicieron presentes ante las autoridades judiciales empresas como Twitter, Facebook, Microsoft, Snapchat, AT&T, Intel, Amazon, eBay, entre otras. Además, Google hizo pública su postura diciendo que también está de acuerdo con Apple. Para hacer aun más complejo el asunto en la corte de NY se han planteado otras causas en donde también el FBI ha solicitado a Apple que ayude a desbloquear más aparatos en otros casos distintos. La solución a este caso tendrá grandes implicaciones legales en Estados Unidos y el Mundo entero, por eso ya mismo se ha establecido una lucha para tratar de influir en la opinión pública para presionar a las empresas y estas han hecho lo propio. Resulta muy peligroso abrir la puerta de la intromisión en la vida privada de forma oficial y legítima porque una vez encontrado el camino, este lo podrían usar también otras personas en todo el mundo. Pasando el control absoluto de los contenidos de la información formalmente a las autoridades, lo que es un atentado a la dignidad personal, pero además con el riesgo de que organizaciones criminales puedan robar y mal usar estos datos para otros fines ilegales. Defender la libertad de las personas frente a la autoridad es crucial para mantener un sistema que garantice la dignidad y limite el actuar de las autoridades.

domingo, 28 de febrero de 2016

El super martes

El próximo martes se celebran elecciones primarias y caucuses en 14 estados de la Unión Americana. Para los republicanos será crucial el resultado porque Donald Trump ha planteado una estrategia que le podría fortalecer de tal manera que generar una tendencia que le alejaría de sus competidores. Si lo analizamos por partes es claro que que las encuestas muestran que el millonario de New York tiene condiciones para ganar en dos trincheras que tradicionalmente no han sido compatibles para los candidatos republicanos. Por una parte, están los estados de fuerte presencia evangélica y de trabajadores medios y bajos, que los americanos denominan de cuello azul, como Oklahoma, Alabama, Arkansas; y por otro lado están los estados de menor presencia evangélica y mayor número de profesionales y directivos de empresas, como Massachusetts, Vermont y Virginia. En los primeros Ted Cruz debiera ser muy fuerte y en los más liberales deberían ser mas proclives a votar por Rubio. Sin embargo los estudios de opinión muestran que por primera vez en muchos años un precandidato puede lograr unificar grupos demográficos que tradicionalmente no han votado por los mismos precandidatos republicanos. La campaña de Trump está logrando esto porque logra atraer a los segmentos de la clase media baja en los estados más conservadores mediante un discurso contra lo políticamente correcto, siendo directo y atacando sobre el rechazo que estos segmentos tienen de la política de Washington. Y aunque el gran volumen de sus seguidores está en las calles medias bajas, en los estados más liberales logra atraer al segmento más pragmático de los directivos y empresarios que se manifiestan también hartos de lidiar con la pesada burocracia política y los costos que significa. El hecho que se presente como una persona que no pertenece a la maquinaria tradicional del partido le da una fortaleza entre los simpatizantes “antipolíticos”. Uno de los comunes denominadores de quienes le han votado es el nivel de educación, según ha establecido Rondald Brownstein en un artículo publicado en The Atlantic, que muestra que en los estados en donde ha triunfado la mayoría está formada por personas con educación media y baja. Es decir está llegando a las masas, y aunque pierde fuerza entre los universitarios más educados, se fortalece con su discurso directo, golpeador y confrontante que agrada al gran público. Con excepción de Texas, en donde Cruz aventaja en las encuestas, en los demás estados es muy competitivo y en algunos tiene amplia ventaja, como en Michigan y Massachusetts. Ha sido estratégico que antes del super martes próximo, lograra que el Gobernador Chistie de New Jersey le diera su respaldo, porque logra con este movimiento hacerse con la simpatía de un hombre duro, que conoce muy bien el establishment del partido. Además esta alianza le permite mostrar una tendencia creciente luego de soportar la primera derrota en su debate en Texas frente a Rubio. Por otra parte en el lado demócrata, aunque la ventaja la sigue teniendo Clinton, Sanders ha cerrado la brecha y está capitalizando,también, el voto de las clases medias y bajas hartas de la política lejana que se practica en Washington. Su discurso fustigando a las grandes empresas financieras y sus planteamientos sociales, junto a su lenguaje paternal y directo le hacen cada vez más atractivo, y el margen de desventaja que tenía al iniciar la campaña se ha reducido a solo cinco puntos a nivel nacional. El super martes próximo puede ser un parteaguas en la campaña si se siguen fortaleciendo las opciones que desafían las formas políticas tradicionales y podría iniciarse una etapa en donde en el bando republicano dejen la carrera varios para hacer un frente a Trump y en los demócratas se endurezca el discurso de Clinton haciéndola a su vez potencialmente más vulnerable. Sin duda una campaña diferente en la cual los mexicanos e hispanos tendrán una participación determinante. --