lunes, 28 de agosto de 2017

El ofensivo perdón a Arpaio

El viernes pasado, mientras la atención de la opinión pública estaba centrada en el azote del huracán Harvey a Texas, Donald Trump anunció el indulto a Arpaio, que ya había anunciado días antes en Phoenix. En un hecho inusitado ha golpeado el estado de derecho en los Estados Unidos, ha impulsado la política de odio racial y ha abierto la puerta a la imposición política por encima de la ley. Vale la pena analizar el caso por las implicaciones que tiene para las comunidades mexicanas. El poder de Trump ahora pareciera ilimitado, por el desafío constitucional que significa. Aunque otros presidentes han uso de esta facultad, el caso es técnicamente distinto y muy relevante porque se trata de un asunto en donde la condena al Ex Sheriff es por desacato al cumplimiento de una orden judicial basada en detenciones arbitrarias con tintes racistas. En los casos anteriores las condenas aplicadas han sido producto de imputaciones de delitos financieros o asuntos relacionados con cuestiones administrativas; ahora se trata simplemente de la violación de derechos constitucionales relacionados con el racismo. Trump manda una señal clara: podrías ser perdonado aun si violas la Constitución y te condenan por ello, siempre y cuando esto este conforme a la política del Presidente. Dicho de otra forma si el Presidente ha dicho que existe la posibilidad de un perdón cuando violan una orden judicial que bloquea sus políticas, él puede fácilmente eludir el único medio eficaz de hacer cumplir restricciones constitucionales a su comportamiento. De hecho, el presidente podría incluso prometer en secreto un perdón a los agentes si hacen lo que él desea, aunque sea ilegal. Ante eso, algunos juristas norteamericanos señalan que los caminos son: la impugnación de la decisión presidencial o el inicio de un proceso político para destituirle. Aunque ambas cosas podrían ser técnicamente posibles, es muy poco probable que prosperaran por razones políticas y por la falta de precedentes. El profesor Martin H. Redish, especialista en estos temas ha dicho: "El poder de los tribunales para impedir que los funcionarios del gobierno priven a los ciudadanos de la libertad en ausencia del proceso judicial es la única manera significativa en que los tribunales tienen que hacer cumplir las importantes protecciones constitucionales. Pero si el presidente puede emplear el poder de perdón para eludir las protecciones constitucionales de la libertad, queda muy poco de los controles constitucionales del poder presidencial." Esto es un golpe constitucional de gran trascendencia, por eso las reacciones políticas han sido tan duras de parte de los demócratas y de algunas organizaciones civiles. Pero además para los mexicanos significa la confirmación del apoyo que la administración actual en Estados Unidos da quienes alientan acciones humillantes contra los latinos y especialmente contra los mexicanos. No puede olvidarse que fue precisamente Arpaio quién obligaba a los detenidos a usar ropa interior color rosa, y los sometía a humillaciones y malos tratos que han quedado debidamente documentados. El indulto significa un aliciente a las acciones de odio racial, a los atropellos cometidos contra las personas por su condición social y un impulso a aquellos grupos armados que salían a "cazar" mexicanos en el desierto. Seguramente las reacciones de las comunidades latinas de Arizona y otras partes se harán sentir, y las consecuencias políticas de tal decisión llevarán a una polarización. A pesar de que se trata de un asunto interno de la política y la administración de los Estados Unidos, es un hecho ofensivo a los mexicanos, que no puede pasar desapercibido. Millones de familias mexicanas tienen a alguno de sus miembros viviendo allá, ya sea legal o ilegalmente. La integración social de los mexicanos en la sociedad estadounidense ha sido motivo de alarma para los grupos racistas, pero es innegable la enorme contribución que a lo largo de la historia los emigrantes mexicanos permanentes o temporales han hecho a nuestros vecinos. Hay ahora una base legal para iniciar un debate o acciones legales porque el derecho a un debido proceso antes de la privación de la libertad no puede funcionar si el Presidente puede eludir la protección de los derechos mediante un simple perdón por violar la constitución para aplicar sus políticas. La decisión de Trump ofende a las comunidades mexicanas de ambos lados de la frontera y merece el mayor de los rechazos.

sábado, 10 de junio de 2017

Alemania en el muro

Un concierto al lado del mar, en un atardecer sucede en sábado. La Orquesta de Dresde alterna con la Orquesta Juvenil de Tijuana y con cantantes como Coral MacFarland y Sara Curruchich. Miles de jóvenes se entusiasman y disfrutan de un programa musical titulado Derribar este Muro. En playas de Tijuana se unió el talento musical alemán con una realidad política. Justo a espaldas de las percusiones el muro altivo vibraba con las notas y los acordes. Del lado norteamericano se prohibió un concierto paralelo. Artistas plásticos elaboraron una instalación para resaltar el hecho de que en la frontera Mexico Estados Unidos ha habido más muertos que en el muro de Berlín. Se evocaron las palabras que pronunció hace treinta años Ronald Reagan frente al muro de Berlín: "Señor Gorvachov, derribe este muro", dos años y medio después cayó a pedazos. Entonces al Presidente de Estados Unidos se le llamaba alegóricamente el líder del mundo libre, ahora este título que surgió en la postguerra, parece ser asumido por Angela Merkel, la canciller alemana. Ante la errática política exterior de la nueva administración norteamericana ante el mundo, la líder europea parece abocada a la defensa del liberalismo social. Y eso es precisamente lo que vino a decir con fuerza a México en una visita que por su oportunidad se convierte en estratégica para nuestro país. Como en el concierto en la frontera, las notas alemanas resonaron en alta voz para defender la libertad de expresión, de tránsito, la migración, el libre comercio y el respeto a los derechos humanos con la vigencia del estado de derecho. Un verdadero manifiesto liberal fue pronunciado en Palacio Nacional por la canciller, con su estilo simple y directo. Con una brillante habilidad diplomática se marcó la alianza entre dos líderes que han sido agredidos por la verborrea de Trump, de cara a la próxima reunión del grupo de los veinte, que se desarrollará bajo la presidencia de Alemania. Las llamadas a fortalecer la lucha contra el crimen organizado, aclarar desapariciones y fortalecer la aplicación de la ley, fueron acompañadas de ofertas de asistencia técnica en las tareas de inteligencia y policía. Al mismo tiempo el compromiso de intensificar la relación comercial y negociar intensamente para tener listo el acuerdo global con Europa antes de que termine el año, con implicaciones también en materias ambientales, laborales y defensa de los derechos humanos. Esto puede provocar una relación más intensa con la Unión Europea, que ahora bajo el liderazgo de Merkel seguramente jugará un papel más activo como eje de un liberalismo comercial comprometido con el ambiente.Una ola parece avanzar desde Alemania hasta China pasando por California, sin tocar Washington, en un movimiento en el que México puede jugar un papel relevante. Las circunstancias hacen que el concierto de la Orquesta de Dresde y las frases de Merkel en México, resuenen para hacer coincidir los intereses de dos naciones que han pretendido entenderse y que ahora pueden levantar la voz de la resistencia liberal ante la cerrazón patriotera que durará hasta que el gobierno de Estados Unidos, recobre la normalidad. Mientras tanto habrá que seguir sumando talento ante el muro.

sábado, 3 de junio de 2017

Make America Mexico Again/Make Mexicans United

Como cada viernes, al caer el sol, llegó mi amigo andando alegremente a la terraza de siempre, pero ese día iba ataviado con una gorra roja bordada con una frase en blanco: Make America Mexico Again. Pidió una cerveza, como cada semana, pero ese día se convirtió en la sensación del lugar, todo mundo tuvo que ver con su decisión de ser un manifiesto viviente del rechazo a las políticas anti mexicanas de Trump. Pasaron de las sonrisas a solas, a las fotografías y la difusión en redes sociales. Las páginas que promueven el orgullo de ser mexicano se llenaron de referencias al atuendo y en unos días aparecieron, camisas y otros objetos. Pasó como una ola más que azotó un acantilado, con la fuerza de llamar a la conciencia. Casi dos meses después en el mismo sitio, ya sin la gorra, la conversación llegó al personaje de moda en Europa Emmanuel Macron. Era otra vez viernes y ahora la televisión instalada en el muro rústico de la terraza ponía en la pantalla la frase usada por el nuevo Presidente de Francia para responder la decisión del presidente de Estados Unidos de abandonar el acuerdo de Paris respecto al cambio climático, Make Our Planet Great Again. Habrá que hacer otras gorras, dijo jocosamente mi amigo. Ahora era Macron quién se convirtió en el manifiesto viviente de la resistencia al nacionalismo primario, y quién asumía un liderazgo gracias al vacío creado tras la espalda de Trump. Los desplantes políticos que han sembrado la discordia en el país vecino, cada vez más la dispersan en otras partes del mundo. La amenaza de construir un muro es en sí misma una aberración despreciable dirigida a agitar el miedo que engendra odios raciales inaceptables. El proceso de empoderamiento radical se acrecienta en el gobierno vecino y se convierte en un desafío continuo para todos, pero especialmente para México. En esta discordia provocada probablemente hará surgir nuevas propuestas de alianzas políticas y económicas. Así como Macron, los chinos y los rusos están prestos a asumir nuevos roles protagónicos y especialmente Angela Merkel, quién visitará México en los próximos días, se convierte en un referente de valor ante la siembra deliberada de la discordia como estrategia política. Los acontecimientos internacionales se habrán de mezclar con los procesos electorales internos, para provocar una situación inédita. Una combinación entre el enorme desgaste interno del gobierno, el enojo con las provocaciones externas del gobierno norteamericano, la necesidad de negociar inteligentemente y el imperativo de jugar un papel más activo en la región y en el mundo. Todo ello con el riesgo de un deterioro económico. La realidad política de México entra a la etapa de las definiciones de cara a la elección del 2018 a partir de este lunes, y al mismo tiempo se llega la hora de la verdad en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de America del Norte. Lo que es una realidad es que la fuerza de las olas azotando el acantilado es necesaria para hacer conciencia de que ante la discordia provocada, la defensa de los intereses de México debe ser asumida con cada vez más fuerza, derivada de muchos mexicanos que se conviertan en manifiestos vivientes que defienden la dignidad, la libertad y el orgullo de ser mas fuertes juntos. Quizá en el futuro llegue otra vez mi amigo alegremente con otra gorra bordada que diga Make Mexicans United, pida otra cerveza fría y haga que se multiplique la conciencia de saber que la mejor forma de resistir es actuar aquí y allá como las olas del mar, con fuerza persistente.

domingo, 28 de mayo de 2017

Negociación turbulenta

Ildefonso Guajardo ha usado una imagen para describir el periodo de negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá: una montaña rusa. Aunque la agenda puntual no se conocerá hasta dentro de algunas semanas luego de las consultas internas que haga el Congreso de nuestros vecinos, se puede adelantar que los temas más complejos para México podrían ser: 1. Reglas de origen, para acordar porcentajes mayores de integración en la región norteamericana. Aquí los cambios pueden afectar al sector manufacturero en el ramo automotriz, y electrónico, pero puede beneficiar a pequeñas y medianas empresas. 2. Nivelación salarial. La presión para que México tenga un sistema de salarios mínimos acorde con la realidad será uno de los asuntos más delicados por las implicaciones políticas, y el impacto que un cambio brusco puede tener en la inflación. Ya se adelantan voces internas para proponer un alza al salario mínimo antes de los acuerdos, lo que puede distender las posiciones. 3. Reglas en comercio electrónico, para establecer una zona de libre intercambio en la región, lo que puede dejar de lado a los competidores del e commerce local, ante el poder de los grandes operadores logísticos como Amazon. 4. Las reglas para el intercambio y explotación energética integrada. Este tema es especialmente delicado porque se trataría de integrar al Tratado parte de las normas operativas producto de la Reforma Energética y blindar su aplicación plena por medio de la suscripción de un tratado internacional, con el mayor rango normativo de acuerdo a nuestra Constitución. Esto ante las amenazas de algunos candidatos de revertir las reformas se puede convertir en un asunto de alto impacto político. 5. Las reglas en materia agropecuaria, que significa revisar las condiciones en un sector que ha cobrado importancia en los últimos años y que se convierte en factor esencial del empleo. 6. Las reglas para el transporte que puede implicar reforzar las normas de seguridad en carreteras, ferrocarriles y puertos para permitir la operación de empresas de las tres naciones en condiciones similares. 7. Las regulaciones ambientales, que se convierten también, según algunos, en ventajas para México al tener normas mucho más laxas en ciertos sectores. 8. La seguridad para las mercancías en las fronteras, que se convierte en un tema esencial por las condiciones críticas que viven ciudades como Reynosa y Nuevo Laredo. Con una agenda como ésta y en pleno desarrollo del proceso electoral para la elección de 2018, es claro que los temas estarán en la punta de la agenda informativa y política interna nuestra. Por otra parte si consideramos que parte esencial de las tácticas de negociación que ha mostrado Trump, es ser impredecible, es probable que en medio del proceso se introduzcan asuntos para hacer presión. Y más aún si tomamos en cuenta el proceso de investigaciones que cercan a la Casa Blanca, se hace probable un escenario muy volátil en los próximos meses. La posición que tomen de inicio los partidos y los candidatos también puede afectar la estrategia y la fuerza con la que se siente a negociar el equipo mexicano. El calendario parece claro: las consultas darán una agenda puntual hacia julio, en agosto inicia la negociación, los acuerdos por sectores pueden esperarse, en el mejor de los casos hacia diciembre, una aprobación sería posible entonces y pasaría a los congresos de los tres países digamos, en el mejor de los casos hacia enero o febrero de año próximo para ser aprobados en Marzo. Es decir en plena campaña electoral por la Presidencia. La posibilidad de dejar la aprobación al próximo Congreso, producto de la elección, resulta por demás delicado, porque no habría la certeza de que se aprobara, lo que podría convertirse en un asunto de consecuencias económicas fatales. Por eso Luis Videgaray tiene claro que para México la prioridad es tener aprobado el Tratado lo antes posible.

domingo, 21 de mayo de 2017

Trump bajo presión

A solo unos meses de tomar posesión el gobierno del Presidente está enfrentando una enorme presión política. Incluso muchos cuestionan que sea sostenible en el mediano plazo. Desde el 9 de febrero cuando el WP hizo publico que el general Michael Flynn había hablado con los rusos sobre las sanciones a aquella nación antes de la toma de posesión de Trump, lo que provocó su salida del gobierno; hasta la publicación de que hay una persona sospechosa en las investigaciones situada en el primer círculo del Presidente, los acontecimientos internos se han sucedido aceleradamente. El 1 de marzo el mismo diario publicó que Jeff Sessions, fiscal general, también habló con el embajador ruso, cosa que omitió decir al Senado, lo que le llevó a autoinhibirse de las investigaciones sobre Rusia. Luego el 28 de marzo se hizo publico que la Casa Blanca trató de bloquear el testimonio de Sally Yates la ex fiscal general, para evitar que se hablara de los vínculos con Rusia en la campaña de Trump. El 8 de mayo, la misma Yates se presentó ante el Congreso, ofreciendo testimonio bajo juramento que contradijo las declaraciones de la Casa Blanca sobre el despido de Michael Flynn como asesor de seguridad nacional, y que indica Trump había esperado 18 días después de saber que Flynn había mentido al vicepresidente y podría ser objeto de chantaje ruso. El 9 de mayo, Trump abruptamente despidió el director del FBI James Comey , quien supervisaba una investigación sobre la interferencia rusa en la campaña electoral de Trump. El Presidente citó una recomendación del Fiscal General Adjunto Rod Rosenstein, como prtexto para el cese. Al día siguiente la Casa Blanca cambió su versión. Mientras tanto, una avalancha de informes de prensa indicaron que Trump en realidad había cesado a Comey porque estaba molesto por la investigación sobre la interferencia de Rusia, y porque Comey había dicho al Congreso que la acusación de “escuchas telefónicas” en contra de Barack Obama de Trump era falsa. El 11 de mayo el presidente en NBC contradice al vicepresidente y su portavoz admitiendo que la causa de la destitución fue la investigación sobre Rusia. Ese mismo día se filtró la versión de Comey sobre las conversaciones en las que el presidente le exigía lealtad y dejar de lado la investigación de Flynn. El 12 de mayo Trump parece amenazar a Comey al decir que “tenía la mejor esperanza de que no hubiera grabaciones de sus conversaciones. La administración se negó a confirmar o negar la existencia de las grabaciones. Más tarde ese día, Trump filtró una carta de sus abogados para intentar demostrar que no tenía tratos comerciales en Rusia. Sin embargo, la carta fue ampliamente desmentida por versiones que hicieron declarar a los expertos fiscales que la carta había fallado. Aunque el fin de semana pasado todo parecía en paz, el lunes 15 la página electrónica Político, publicó que los colaboradores del presidente lo alimentan de noticias falsas y muestró una portada apócrifa de la revista Times. Y ese mismo día el WP informó que que durante una reunión con el canciller ruso y el embajador, Trump había compartido información clasificada altamente sensible obtenida de un aliado que no había autorizado su uso compartido. El 16 de mayo el NYT informó que Comey había escrito una nota después de reunirse con Trump, en la que describe las presiones recibidas para dejar las investigaciones. Esta misma semana el propio presidente afirmó que no hay colusión con Rusia, pero que hablaba solo por él mismo. Ahora sabemos que Comey testificará en público en el Senado estadounidense en los próximos días y que las investigaciones ahora a cargo del fiscal especial Robert Muller han llegado a señalar a un sospechoso en el círculo cercano al presidente. En ese ambiente de presión el Presidente ha emprendido su primer viaje internacional que le brinda un respiro en la agenda interna. Pero el daño está hecho, la sombra de la sospecha persigue al equipo cercano y la investigación está en curso. Para muchos representantes y senadores republicanos la situación es critica porque tendrán elecciones cerradas en 2018 por lo que necesitan tomar distancia del Presidente en temas específicos. Al mismo tiempo, en estos meses se han intensificado las relaciones con México con énfasis en seguridad y renegociación del Tratado de Libre Comercio. Aunque parece un contrasentido, nunca como ahora hemos tenido una relación tan estrecha. El anuncio formal del proceso de negociación comercial y la declaración del Secretario de Estado afirmando que el tema del narcotráfico es "nuestro problema" tienen muchos significados, que anuncian una mayor intensidad en la colaboración binacional. La revisión completa de la relación implica que están sobre la mesa todos los temas y que los acuerdos serán mucho más profundos de lo que hemos visto hasta ahora. Aunque la trama interna mantenga a Trump bajo presión, la relación con México es ya un tema de las agendas de seguridad interna, economía y política fiscal de los Estados Unidos. Esa nueva realidad nos acerca más y exige una actuación más audaz. La presión a Trump tiende a acelerar los procesos que den resultados capitalizables políticamente allá y aquí.

sábado, 20 de mayo de 2017

Respuesta al silencio

Un minuto de silencio se ofrece ante la muerte de una persona. Miles de minutos huecos habrá de cuando el difunto fue callado por escribir. Se quiere mutilar las palabras para esparcir el miedo en el silencio vacío. Puede que ese miedo paralice algunos labios y aseche los escritos, amenace los personajes y deshaga las historias, o peor las haga tan temerosos como intrascendentes. Puede llegar a cambiar decisiones valientes por acciones precavidas. Puede convertirse en asesino de las palabras y las ideas y fomentar la suave liviandad de solo saber para entretenerse. Sin palabras, esta ola negra silenciosa, puede llegar a los libros, a las computadoras, a las páginas en blanco y avanzar hasta hacerse parte de la vida cotidiana e infectar de terror las venas de en donde fluyen las palabras hasta llegar a las ideas. Son oportunos los versos de Fina García Marruz, la poetisa cubana: ¿De qué silencio eres tú silencio? ¿De qué voz, qué clamor, qué quién responde? Abismo del azul, ¿qué hacemos en tu seno, hijos de la palabra como somos? ¿Qué tienes tú que ver, di, con nosotros? ¿Cómo si eres ajeno, así nos tientas? ... La defensa de la dignidad y la libertad exige romper los minutos de silencio paralizante, para que los labios húmedos hablen con la voz que haga falta para cada momento; que las manos escriban las palabras con la fuerza necesaria para que se lean, que la valentía haga resonar los gritos que alejen los miedos del silencio, para dar paso al ruido del debate de las palabras empalmadas de las muchas voces divergentes, que hablan la misma lengua de la libertad. El mejor homenaje a los periodistas, escritores, fotógrafos y trabajadores de las ideas que han sido muertos por el silencio impuesto del terror, es seguir con el apretar de los labios, con el afilado de los lápices, el disparar de las fotos, el escribir las hojas en blanco y el publicar. Las notas que salgan ahora de este silencio que pretende imponerse serán más y mejores, porque son música para la libertad. Y si otro miedo nos sorprende, habrá que hacer otro minuto de silencio y seguir haciendo notas con palabras. El silencio es aterrador cuando se impone. Si el no escuchar es terrible, el no saber es peor. El silencio impuesto ata la mente y asecha a la alegría, es el terror de lo inhumano. El silencio es vacío de todo, ausencia plena, presagio de la angustia. Ese silencio que se impone, mutila la dignidad, degrada la ley, ofende al pensamiento. Octavio Paz decía que cuando en la garganta se desvanece el grito: desembocamos al silencio en donde los silencios enmudecen. No dejemos que los gritos de las ideas se debiliten, hagamos más palabras, más renglones, más párrafos, más ideas, más fotos, ilustremos con valor y seamos sensibles ante la fuerza.

sábado, 22 de abril de 2017

La elección en Francia

La Francia eterna se enfrenta consigo misma este 23 de abril. La insatisfacción ha dominado el proceso electoral que culmina con una votación en la que está en juego el futuro de la República y de la idea de la unidad europea misma. La cuna de la revolución liberal por excelencia tiene frente a sí la decisión de defender la visión internacional construida a partir de las libertades de las personas y la tolerancia como principio o echarse en la corriente del nacionalismo de corte más autoritario que ha quedado de manifiesto en las elecciones que marcaron el Brexit, la llegada de Trump, y recientemente el triunfo de Erdogan en Turquía. La elección tiene dos extremos: por una parte la candidata Marine Le Pen, líder de la derecha más nacionalista y Juan-Luc Mélenchon, en la izquierda más radical; el triunfo de cualquiera de ellos por la mitad más uno de los votos marcaría un cambio de rumbo en Francia y Europa, especialmente amenzante resulta la posición de Marine que ha amenzado con el Francexit. En el centro están Emanuel Macron, un joven sin experiencia que no cuenta con el respaldo de ningún partido y que se ha convertido en la sensación por su rápido crecimiento, aunque sus posiciones son un tanto inciertas. Junto a él el líder Conservador Francois Fillon que se ha visto envuelto en escándalos ha perdido el fuelle inicial. Quizá como en ningún otro país el descontento con la clase política y especialmente con el gobierno es tan alta y compleja como en Francia. Las prestaciones sociales tradicionalmente altas se han desgastado y las finanzas públicas no pueden pagar el bienestar al que están acostubrados los franceses, la aprobación del gobierno es de sólo 4 por ciento y la decepción sobre los partidos es una abrumadora mayoría. El debate sobre la migración crece cada día empujado por los eventos terroristas y ha llevado a plantarse la conveniencia de endurecer las políticas no solo en migración, sino en la integración europea misma. Marine Le Pen y Mélenchon tienen un discurso que hace eco de ese descontento y cargan contra el desempeño de los últimos gobiernos con furia para generar simpatías a su favor. Pero su oferta es técnicamente insostenible porque prometen una vuelta al bienestar y tranquilidad que no puede sufragarse sin aumentar drásticamente los ingresos públicos. Marine promete cerrar fronteras y Melenchon unirse a la revolución social bolivariana de Venezuela y Cuba en una idea más romántica que política. Los candidatos de centro son más razonables y plantean recortes al gasto para enderezar la economía según Fillon, pero su desgaste es enorme porque la propuesta es seria pero poco atractiva. Macron en cambio es un rockstar que plantea una posición favorable al mercado, con recortes al gasto público, propuestos por una persona que nunca ha tenido un cargo público, es más proclive a los acuerdos europeos y de la buena relación con Alemania. Su formación política es realmente nueva: En Marche nació hace apenas un año y aunque carece de una estructura real para disputar los distritos en la Asamblea, ha logrado sumar más miembros que ningún otro partido. El sistema electoral galo exige que en una primera vuelta el ganador tenga más del 50% de los votos para evitar la segunda. Ahora mismo las encuestas marcan una elección de cuatro sin un ganador claro en la primera vuelta, así que sería una sorpresa que alguno alcanzara la cifra mágica del 50%. Pro lo que sería un desastre es que las opciones para la segunda vuelta fueran los radicales. El atractivo de Marcon puede ser el aglutinante de una opción frente a Le Pen que parece estar enfilada a participar en la segunda vuelta el 7 de mayo. Lo que suceda este domingo es una lección para las naciones que preparan elecciones como México. El hartazgo y la inconformidad está impulsando a nuevos liderazgos y pulverizando al tradicional sistema de partidos. Le Pen, Melenchon y Macron, cada uno desde su puesto están proponiendo cambios profundos en medio de una situación económica que no tiene otro camino que recortar el bienestar. El dilema es ser o no ser el símbolo liberal o emprender una ruta hacia el populismo.

domingo, 19 de marzo de 2017

Migración

Migración Emigrar es un derecho fundamental consagrado en el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. En la historia sólo las dictaduras lo limitan. El derecho de irse de un país supone el ejercicio de una libertad personal, sin embrago el derecho de ser acogido en otra nación aun no es considerado como tal por las naciones que tradicionalmente son receptoras de migrantes. Sin embrago, existen razones humanitarias por la cuales las naciones han establecido mecanismos que generan el derecho potencial a ser acogido, como las persecuciones políticas y las guerras. El derecho internacional establece que en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país. El tema cobra un mayor relevancia en el mundo y representa un tema esencial para México. Lo es, no solamente por que más de 25 millones de mexicanos han emigrado, sino porque cada año cientos de miles de personas extranjeras solicitan asilo, o emigran de hecho a nuestro país. Este tema, que siempre se ha mantenido en una especie de segundo y discreto lugar en la agenda política nacional, debe convertirse en tema central en los próximos meses y años. Las presiones de nuestros vecinos para ejercer un mejor control de nuestra frontera, implica la necesidad de tomar medidas migratorias que deberán ser estudiadas con gran profundidad para evitar ser culpables en el Sur de lo mismo que acusamos en el Norte. La posición de México en este tema ha sido, es y debe ser, por el más elemental sentido común, como por convicción moral y política de la mayoría de los mexicanos, una posición abierta, solidaria y respetuosa de los derechos fundamentales de las personas. Por eso quizá como ninguna otra nación en el mundo, y ante la ignominia del muro, México está obligado a legislar y actuar como nación, de la manera más justa ante los migrantes que llegan a su territorio. Ya se ha establecido que se revisará la política de asilo, dado que más de cien mil personas lo han solicitado en menos de un año. La situación es especialmente delicada desde el punto de vista de la legalidad y la justicia porque estamos recibiendo a cientos de miles de mexicanos repatriados, y a cientos de miles de inmigrantes provenientes de otras naciones. Y al mismo tiempo que sigamos siendo emisores de migrantes. Aunque dese hace años la balanza de migración es negativa, es decir que salen menos mexicanos que los que regresan, eso no quita que los que sean son cientos de miles. Más allá de las declaraciones políticas, ha llegado la hora de actualizar nuestras normas para garantizar de mejor forma los derechos de las personas que migran. No podemos ignorar que más del 20 por ciento de los mexicanos son migrantes y que tenemos con nosotros a más de dos millones de personas en México que residen provenientes de otras naciones. Si bien es cierto que sólo México decide a quién recibe, también lo es que debe haber normas y reglas claras y justas para proteger a las personas. Más allá de las simples declaraciones políticas, ante la ofensa a la dignidad que representa el muro, la mejor forma de responder es con una nueva ley que garantice el derecho fundamental a emigrar y regule en México el derecho a inmigrar de las personas. La posición en defensa de la libertad y la dignidad es mucho más fuerte que cualquier presión coyuntural. Ante Angela Merkel el presidente Trump afirmó que la migración es un privilegio y no un derecho. Hagamos que la migración en México sea regulada de una forma mucho más clara y justa para dejar claro que ninguna pretensión de privilegios puede estar por encima de la dignidad de las personas. La migración sí es un derecho.

domingo, 5 de febrero de 2017

La Constitución Mexicana Hoy

La constitución en el acuerdo político que nos define. Marca los valores, establece alcances y límites entre la libertad y la autoridad. La nuestra, es una constitución liberal, inspirada en las ideas de la revolución francesa, la constitución norteamericana y las ideas sociales producto de nuestra propia revolución a principios del siglo XX. La incorporación de México a flujo de la globalización, la normalización democrática, como la transformación tecnológica han supuesto a lo largo de un siglo casi seiscientas modificaciones. Pero el espíritu original se mantiene; somos una República que defiende los derechos de los individuos, de las personas, frente a los demás y frente a la autoridad, mediante un equilibrio de poderes. A lo largo de un siglo el alcance real de la aplicación y defensa de la Constitución ha sido azaroso en lo esencial, y no me refiero a los cambios políticos, sino a la aplicación del estado de derecho en todo su alcance debido, tal y como lo marca la propia Carta Magna. Por muy distintas razones, desde la políticas, hasta la insuficiencia de recursos, la vigencia real ha sido inconsistente, tanto en el tiempo, como en la geografía del País. Para nadie es un secreto que la aplicación de la ley es el tema que genera más desconfianza. La población, afortunadamente, cada vez más con más conciencia del alcance de los derechos de las personas, ha exigido mejoras en la aplicación de las leyes, y mucho se ha avanzado. Ahora tenemos una mayor independencia de poderes, nuestras instituciones democráticas son más estables, los tribunales han evolucionado para convertirse en contrapesos reales en la aplicación de la ley. Al mismo tiempo los contrapesos políticos hacen cada vez más difícil la concentración de poder autoritaria. Sin embrago, el publico tiene la percepción justa de que aun no es suficiente, y que el desempeño de las cosas públicas tiene menos velocidad y calidad que las cosas privadas. Y en gran medida tiene razón. No podemos negar que ahora mismo hay zonas importantes del país en donde la aplicación del estado de derecho es muy precario, por la fuerza de los grupos de la delincuencia. O que la aplicación de las normas igualitarias son más una declaración de intención que una realidad por la falta de presencia de las instituciones, en gran parte debido a carencias presupuestales. O que la transformación judicial ha sido lenta y en muchos sentidos poco eficaz. Pero a pesar de toda la desconfianza y la insatisfacción, es importante resaltar que para avanzar como País, para fortalecer nuestro papel en el mundo, y ahora ante las adversidades que representa el nuevo gobierno de los Estados Unidos, la Constitución se convierte en el instrumento fundamental para fortalecer a México. Cumplir con el espíritu de defensa de la libertad, es ahora, más que nunca esencial. El peligro de la autocracia que se cierne del otro lado de la frontera, debe ponernos en alerta, para fortalecer nuestra vocación de respeto a las personas y presentarnos fuertes y unidos a las negociaciones, disputas o conflictos que parecen acercarse. Para ello debemos estar de acuerdo todos los mexicanos en los principios que nos definen, por lo que cumplir y hacer cumplir la constitución se convierte en la pieza clave en el futuro inmediato. Los graves problemas de seguridad que enfrentamos se deben resolver con la ley en la mano. La realidad nos impone acelerar el paso para fortalecer el estado de derecho, como la acción estratégica inmediata, para asegurar la libertad y la confianza. Aunque sea doloroso, ese tema es quizá nuestro flanco más delicado en la relación con los Estados Unidos y es claro que ya lo han hecho sentir. La estraga de filtrar las conversaciones, reales o supuestas entre los presidentes, lo denota claramente. Y es ese sentido hace falta hacer una pausa en los enojos y disputas internas, para fortalecer las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia. Trabajar por México implica esta vocación de unidad en torno a los valores esenciales de nuestra constitución. Debemos, cada uno en nuestra labor, hacer que México siga siendo el mejor sitio del mundo para vivir en libertad, esta será la mejor forma de honrar un siglo de la Constitución. Y la mejor forma de trabajar para nuestros hijos y nuestros nietos.

sábado, 28 de enero de 2017

Primero México

En una semana de vértigo los mexicanos hemos respondido con unidad y sensatez a las agresiones inaceptables de Donald Trump. Por encima de cualquier diferencia interna hemos respondido que nos vamos a mantener unidos ante la insensatez. Y por supuesto que no vamos a pagar ni un céntimo del monumento al odio que Trump quiere elegir en la frontera. En los Estados Unidos se agitan los sentimientos xenófobos, mientras el mundo observa como surge una verdadera amenaza a la estabilidad. Nos toca ser la nación con la que se ensaña la nueva administración de los vecinos para mostrar su visión de supremacía en el mundo. Nos corresponde dar la pelea de forma inteligente en favor de México y del verdadero mundo libre. En favor de la libertad, el humanismo y la tolerancia. En esa lucha no estamos solos porque la mayor parte de los norteamericanos no concuerdan con Trump, porque las mayorías en Europa y America Latina como el concierto internacional tampoco están conformes con el odio, el proteccionismo y la imposición forzosa de medidas perjudiciales para los pueblos. Y también, muy importante, porque los intereses económicos se cruzan con los afanes demagógicos. Aunque parezca el camino más complicado Mi país debe reforzar su compromiso con la apertura y políticas económicas, como lo dijo acertadamente Ernesto Zedillo ayer en un artículo publicado en el Washington Post: No podemos darnos el lujo de hacer otra cosa. El mundo libre está formado por ciudadanos con el derecho de pensar y decir lo que piensan y no como lo sugiere el asesor principal de Trump: que la prensa debe tener la boca cerrada. Es lamentable que esté sucediendo esto. Nosotros debemos prepararnos para enfrentar un periodo de turbulencias y hacer una negociación firme, tan larga y profunda como sea necesario para proteger nuestros intereses. Hasta ahora el tema se mantiene en el ámbito bilateral, pero en la medida que se pretendan violar normas internacionales de comercio o de otro tipo, México puede plantear que el tema se convierta en multilateral y desate un debate global. Es tan emocionante como alentador ver las muestras de union entre todos los mexicanos; esta actitud la vamos a necesitar por todo el tiempo que dure la disputa, que amenaza con ser larga. La posición de fuerza que da la unidad es vital para lograr resultados. Quizá con el paso de los años esto sea recordado como la resistencia mexicana, y eso es realmente lo que nos corresponde, unirnos para aguantar hasta que las condiciones cambien. Ante la disputa, sabemos bien que estamos en desventaja, pero también debemos ver que somos más fuertes de lo que parece, con 135 millones de personas que vivimos principalmente en dos naciones y que formamos la economía doce del mundo por su tamaño. Somos una cultura inmersa en la pluralidad cultural del mundo y especialmente en la de los Estados Unidos. Somos una cultura milenaria que no pude ser borrada por caprichos. Sembrar el odio hacia nosotros nos fortalece, nos une y nos alerta respecto a nuestro papel en el mundo. Tenemos una vocación pacifista pero eso no significa que estemos simplemente a merced. México exige el mismo respeto que brinda a los demás. Y ahora la historia nos ha puesto en una coyuntura en la cual, el pueblo norteamericano, del que forman parte más de 27 millones de mexicanos, y con el que tenemos una relación de amistad, y sociedad comercial, está representado por un presidente que ha rebasado la linea del respeto.La fuerza de los mexicanos los de aquí junto a los de allá tiene un enorme potencial, que aun no ha sido suficientemente explorado. Samuel Huntington en su libro se planteaba la amenaza a la identidad estadounidense, ahora podemos plantearnos la cuestión: ¿Quienes Somos los mexicanos cuando se meten con nosotros? o podemos recordar que ahora no somos más vecinos distantes sino socios en una disputa. Es hora de resistir. Primero México.

domingo, 8 de enero de 2017

La nueva relación con Estados Unidos, más allá de la demagogia

El presidente electo de los Estados Unidos decidió poner sobre la mesa de la negociación una nueva relación con México. A partir de su retórica agresiva ha abierto la puerta para revisarla a profundidad. En primera instancia la decisión nos ha tomado por sorpresa y ha producido daños económicos, financieros, monetarios y en el clima social en nuestro país. Dada la profundidad de la relación que mantenemos, merece la pena detenerse a desglosar algunos de los principales rubros para ver en perspectiva lo que significa una revisión a fondo, para plantear una negociación ventajosa para México, aun con las asimetrías evidentes. La agenda bilateral está compuesta por los temas geopolíticos, los económicos, los de seguridad y aquellos que corresponden a los asuntos que impactan a una sociedad profundamente vinculada. Paradójicamente existe una profunda falta de información en ambos lados de la frontera sobre el alcance de nuestros vínculos, no solo en la opinión pública, sino aun entre los tomadores de decisiones. No es casual que el Departamento de Estado, califique oficialmente la relación con México como fuerte y vital. Para la seguridad interna, la frontera con México resulta una parte estratégica de su mecanismo de defensa. Por eso, más que la migración, que por cierto tiene años decreciendo, es la delincuencia y la inseguridad que produce, el tema de mayor importancia en los análisis militares que se han expuesto en Washington. La retórica de Trump respecto a la construcción del muro se origina en este argumento. Desde el punto de vista geopolítico, México es una parte esencial para la defensa del territorio y la población norteamericana. La seguridad interna de México, se ha convertido en un asunto que implica la seguridad de los Estados Unidos. Por eso la iniciativa Mérida, el instrumento de cooperación en materia de seguridad entre ambos países, está enfocada a mejorar el desempeño, policial, militar y del aparato de Justicia, que se encuentra en un proceso de profunda transformación en el ámbito penal. La homologación de protocolos y procedimientos es una tendencia necesaria para generar certidumbre operativa en ambos lados de la frontera. Y ese seguramente será un tema persistente en las negociaciones bilaterales. México debe asegurar niveles de control policial de la delincuencia, con el respaldo de los recursos técnicos y económicos de la iniciativa Mérida, es el punto de vista de los halcones de Washington; mientras que para los mexicanos se requiere mucho más respaldo y tiempo para lograr los resultados deseables en materia de seguridad. O lo hacemos nosotros en el corto plazo o nuestros vecinos habrán de actuar conforme a su propio interés. México debe proponer un plan concreto con objetivos precisos para fortalecer la cooperación técnica y táctica que permita retomar el control de las zonas en donde el estado de derecho se ha debilitado. Este objetivo es de beneficio para ambas naciones. Luego del tema de la seguridad geopolítica, está la relación económica que implica una dependencia de México en el comercio exterior, los mecanismos financieros y la movilidad de las personas. En este sentido, la demagogia se ha enfocado al discurso de la protección del empleo en Estados Unidos, con un mensaje dulce para los votantes y amargo para la realidad económica de México, en la que hemos perdido fuerza rápidamente, lo que genera una ventaja para negociar a nuestros vecinos. Sin embrago, la realidad económica es tan profunda a estas alturas, que puede dar lugar a satisfacer las tentaciones de la demagogia, si somos capaces de identificar la complementariedad que genere que ambas naciones sean más competitivas y fuertes. Esta visión se puede enfocar si volteamos a ver a un mismo adversario que no está en Norteamérica: China. En realidad el mayor desequilibrio comercial de EU es con ellos, y para colmo también lo tenemos nosotros. Es decir que si cambian las condiciones comerciales de EU y de México con China, el beneficio puede quedarse en nuestro continente. Para ello habrá que conversarse mutuamente de que no se trata de sumar o restar empleos entre nosotros, sino de producir valor conjunto que pueda tener presencia en todo el mundo. Eso crearía muchos más empleos en ambos lados de la frontera. Finalmente, en la agenda están los temas sociales que suponen la integración de millones de familias binacionales, de una minoría mexicana allá que evoluciona en su educación y capacidad económica, y el intercambio de personas entre fronteras más intenso del mundo. La negociación abierta por la nueva administración pude ser una gran oportunidad para fortalecernos en la seguridad interna, si asumimos los compromisos con decisión, y la ocasión de enfocar una política económica orientada a debilitar los desequilibrios comerciales con China, con una estrategia conjunta con EU y Canadá. Seguramente ahora mismo estos temas están sobre escritorios estratégicos en México y Washington. De lo que se acuerde va a depender en gran medida la paz y el progreso de las siguientes generaciones de mexicanos.