sábado, 2 de agosto de 2014

Argentina en impago

La situación económica en Argentina es incierta. La semana pasada cayó en lo que las calificadoras denominaron un default parcial. El gobierno se empeña en sostener que no hay impago, pero las consecuencias financieras no se han hecho esperar. Muchas veces las crisis de deuda son provocadas por políticas macroeconómicas erráticas, pero en esta ocasión la situación es provocada por una situación legal derivada de la anterior crisis en la que cayó el país suramericano. Los llamados fondos buitre lograron una fallo de una Corte en NY que obliga a pagarles condiciones mejores que quienes re negociaron con quitas hace años. La resolución del juez Thomas Griesa ha sido un hito para las finanzas internacionales porque pone en entredicho el concepto de soberanía financiera nacional. Somete a una nación a una resolución dictada en tribunales de otra. Pero tampoco podemos dejar de lado que Argentina ha caído en impagos en siete ocasiones en el pasado a partir de 1827. Aunque el récord lo tiene Venezuela en la región con once ocasiones. Ahora el tema se centra en las consecuencias de una situación que puede repercutir en suramérica y que sienta un precedente. La lección primaria es que no se puede obligar a los tenedores de deuda soberana a aceptar quitas de manera uniforme. Y que los fondos internacionales tienen la posibilidad de hacer valer la jurisdicción de Estados Unidos en el mundo. No es poca cosa. Si la situación persiste por mucho tiempo el fecho financiero sobre Argentina puede ser terrible con devaluación de la moneda y ajustes que lastimen a la población. Pero existe la posibilidad de que se encuentre una salida lateral mediante una negociación con los grandes bancos que puedan estar dispuestos a pagar los fondos buitre y asumir los más de 500 millones de dólares que reclaman mediante condiciones preferentes. La responsabilidad de este episodio no es solamente de Argentina, sino que el FMI tiene su parte al no actuar oportunamente con medidas adecuadas. Ahora el mundo se enfrenta a una situación en la que hay y habrá complicaciones recurrentes por la adjudicación de los contratos de deuda soberana en los tribunales extranjeros, y la incapacidad internacional para organizar un procedimiento justo y creíble para las quiebras de países o regiones. Por ello es necesario crear mecanismos para que las naciones accedan a recursos mediante otro tipo de garantías y eviten episodios de impago que dañan a todo el sistema financiero. El mensaje para países como México es claro: la renegociación oportuna de la deuda y la selección de los acreedores es fundamental para planear un sistema sustentable para hacer que los flojos de pagos se mantengan. El episodio argentino tiene sus flecos muy propios, pero es claro que la situación puede ser un precedente nocivo. Seguramente veremos una solución pactada en los próximos tiempos, pero la huella en aquella economía no será pequeña. El gobierno de la República y sobre todo los gobiernos subnacionales deben estar atentos a evitar asumir condiciones crediticias que resulten luego insostenibles. México ha hecho lo correcto al sostener una estricta disciplina financiera.

No hay comentarios: