sábado, 9 de febrero de 2013

Amenaza a la libertad de prensa

El pasado jueves fueron privados de su libertad cinco trabajadores del periódico independiente El Siglo de Torreón. Horas después fueron liberados. Es el más reciente episodio de ataques a los medios de comunicación, a los periodistas y ahora a los trabajadores administrativos. Ante la desafiante situación los responsables del diario han decidido no hacer declaraciones y han emitido mediante un comunicado su postura ante las amenazas. En él se expresa el ambiente de tensión que vive la empresa y sus trabajadores al señalar que ahora “cualquier trabajador de un medio ahora pueda ser víctima de una agresión que busque afectar a una cobertura periodística mediante la violencia”. “Los medios de comunicación hemos quedado atrapados en la ola criminal desatada en La Laguna y en el resto del país en los últimos años, a pesar de que solo somos actores sociales que buscan informar de los hechos que han golpeado nuestras comunidades”, reza el texto, que luego critica la falta de resultados de las autoridades para frenar la violencia contra periodistas y medios de comunicación masiva. Concluye ratificando el compromiso de seguir informando en una clara posición de verticalidad profesional. El Siglo de Torreón, fundado en 1922, es un diario independiente que ha mantenido su prestigio por su seriedad institucional. A partir de 2009 ha sufrido una serie de agresiones incluidos ataques violentos por personas armadas contra sus instalaciones Como otras casas periodísticas del Norte del País ante las amenazas y la violencia han decidido no dar cobertura a tiroteos y enfrentamientos violentos, las notas informativas se publican sin firmarse y prácticamente han abandonado la publicación de información policial. Todo en detrimento del derecho a saber que tienen todas las personas. Desgraciadamente este no es un hecho aislado, sino un episodio más de una cadena trágica que llevó a la muerte a 193 periodistas e informadores en los últimos doce años en México. Ante esta realidad hay que señalar que las libertades de expresión y prensa están amenazadas y en muchas ciudad de hecho restringida. Esta es una situación grave que debe ser atendida con eficacia por las autoridades ya que se trata de un desafío a la vida democrática y a la esencia de nuestras instituciones. En todos los casos la impunidad es inaceptable y en el caso de las agresiones a periodistas se reconoce que la impunidad alcanza a mas del 80% de los casos. El ejercicio del periodismo ha adquirido enormes riesgos tanto para quienes llevan las empresas, como para los periodistas y ahora, parece que también para los trabajadores. Todos ellos merecen atención y reconocimiento social por mantenerse en la decisión de continuar informando con criterio independiente de los hechos que afectan a las comunidades. Quienes tenemos el privilegio de escribir en los medios tenemos la obligación moral de usar la palabra para exigir el ejercicio de la libertad con dignidad y seguridad para todos. Y en este caso, también de ser solidarios con quienes están luchando por mantener el derecho a saber de los ciudadanos.

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