Claves para entender qué significan 26 cadáveres en las calles de Guadalajara

1. El brutal asesinato y la forma en que se dispuso de los cuerpos inertes tienen una clara intención desafiante para las autoridades e intimidatoria para la población. Los mensajes expuestos la ponen de manifiesto. Los indicios muestran una relación de estos hechos con las matanzas sucedidas en Veracruz y Culiacán en las últimas semanas y apuntan a acciones de venganza entre grupos que luchan por el control de las plazas de Jalisco, Zacatecas y Sinaloa, los cuales han optado por atacar las regiones sede de grupos como Los Zetas, Cartel de Sinaloa y Cartel de Jalisco Nueva Generación. 2. Estos hechos implican que los gobiernos locales no han tenido la capacidad de contener la ola de ejecuciones en los estados y que el gobierno federal ha fallado en su estrategia de contención de la violencia. Además expone una gran capacidad de movilización, implementación de operaciones de combate mejor planificadas y tácticas mejor diseñadas, por parte de las organizaciones criminales. 3. La implementación de estos nuevos mecanismos de intimidación y de presión por parte de los grupos criminales, exhiben la debilidad de las autoridades encargadas de la procuración de justicia. Por su falta de preparación para enfrentar estos eventos de alto impacto. Con ello los criminales fortalecen la percepción de impunidad. 4. El impacto de los hechos trastoca la gobernabilidad de los estados y sobre todo de los municipios. Los mensajes para los gobernantes están dirigidos a todos aquellos que ejercen responsabilidades de gobierno, aunque no se les mencione. Es también un acto amenazante para las actividades políticas y sobre todo para las elecciones convocadas para el 1 de julio próximos. 5. Pone de manifiesto la flexibilidad para lograr alianzas entre grupos criminales y su disposición a variar sus estrategias en distintos territorios. 6. Abre la puerta para incrementar las actividades delictivas relacionadas con la extorsión y el cobro de cuotas. 7. En resumen se trata de un golpe estratégico que debe provocar una reacción coordinada de las organizaciones sociales y de los ciudadanos para defender la paz y la vida digna.