sábado, 24 de septiembre de 2011

La crisis europea golpeará a México

Hay una profunda crisis financiera en Europa que generará efectos en todo el mundo. El Fondo Monetario Internacional ha llamado a los europeos a hacer “todo lo que sea necesario” para resolver la crisis en la que la directora Christine Lagarde califica como “fase crítica” “a la mitad del camino” y el propio Secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, ha señalado directamente a Europa al pedir a los líderes europeos que detengan urgentemente "la amenaza de una cascada de quiebras bancarias" y creen "un cortafuegos contra mayores contagios". Y Por su parte, el presidente del Comité del FMI y ministro de Finanzas de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, ha señalado que "el epicentro de la crisis actual está en Europa, pero existen debilidades en todo el mundo que deben ser enfrentadas para que no se contagien", de ahí la necesidad de la acción "colectiva". México es una de las naciones, que aunque geográficamente está lejos del epicentro de la crisis resentirá graves efectos por su exposición al exterior. La situación es muy grave porque las abultadas deudas públicas de países como Grecia, Italia, Portugal y España son cada vez más difíciles de pagar y los bancos resentirán pérdidas enormes que los colocan en límite de bancarrota. Una historia muy parecida a la del verano de 2008 cuando los bancos norteamericanos les pasó lo mismo con las deudas de las hipotecas impagadas. Entonces se produjo una recesión económica que en México se tradujo en una reducción de 6% del PIB. Ahora la situación es similar o incluso peor porque el incremento en el costo del dinero que México paga por su deuda está creciendo por estos eventos. Si hay una recesión en Estados Unidos como todo indica sucederá muy pronto, los ingresos por exportaciones, turismo remesas y petróleo bajarán y nuestra economía también seguirá la suerte de nuestros vecinos. Los ingresos públicos también caerán y los presupuestos tendrán que reducirse en un año de elecciones. Es una situación complicada que hay que afrontar con valor político, anteponiendo el interés de México por encima de los partidos. Casi el único camino para contrarrestar los efectos, es que se hagan reformas estructurales que atraigan recursos a México, concretamente las que se refieren a la energía y petróleo, laboral y fiscal. Además de fortalecer el mercado interno mediante acciones de inversión en infraestructura. Son tiempos de mucha prudencia en las decisiones económicas, tanto las públicas, como las de las empresas y de los particulares. El debate de este tema es prioritario en los procesos legislativos del presupuesto, la ley de ingresos y otras leyes y en la de los estados. Es mejor actuar a tiempo con presupuestos conservadores, déficits muy reducidos y considerar mecanismos para generar más ingresos públicos. Muy mal tiempo para plantear más impuestos pero seguramente será parte de la solución, ya sea que se asuma con valor político ahora, o se haga en el año próximo.

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