sábado, 4 de julio de 2015

Tragedia Griega

Grecia se juega su futuro con un referéndum engañoso. El Premier Alexis Tsipras que se convirtió hacia finales del año pasado en la estrella política de la izquierda ha llevado a su país a una situación extrema alegando razones económicas, pero con un profundo trasfondo político. Cuando en medio de una tensa negociación con los acreedores de su país, agrupados en el Eurogrupo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, decidió llamar a un referéndum para que fuera la población la que decidiera si se aceptaban las condiciones que imponían las instituciones financieras, produjo un rompimiento. Primero porque terminó con la negociación, pero aun más grave porque implícitamente anunciaba que caería en impago por más de mil quinientos millones del dólares al FMI, convirtiendo a Grecia en la primer nación de Ingreso medio alto en caer en el temido default financiero. Enseguida llamó a sus ciudadanos a votar por el No en la consulta e inició una campaña dejando ver que si el Si ganaba el dimitiría, convirtiendo entonces la votación en una verdadera moción de fuerza, apelando a una alta dosis de demagogia y jugando el todo en un movimiento político en la que apela al hartazgo de los griegos a las políticas de austeridad que los han hundido en una profunda crisis por largos años. Para mayor intensidad, las autoridades europeas señalaron a los griegos que el referéndum era un planteamiento para permanecer en el Euro y en la Unión Europea o no. Y que tomarían el triunfo de la opción del no apoyada por el presidente como una decisión de salida. Desde el punto de vista financiero las cosas son aun más complejas porque Grecia debe pagar una cantidad equivalente a 180% de su PIB y no tiene los motores que generen la riqueza suficiente en un plazo razonable para los acreedores por lo que clama por una quita y un plazo mayor. Si se mantiene en en el Euro el pago es mas complejo porque no puede apelar a devaluar la moneda para adquirir competitividad, sino que está forzada a adquirirla estructuralmente lo que lleva plazos largos. Si sale del Euro y vuelve al Dracma como moneda puede generar algunas ventajas de corto plazo, pero dejaría los beneficios de pertenecer al bloque. Así que la verdadera pregunta del referéndum es un si para pagar dentro de la Comunidad Europea dejando de lado al Primer Ministro Alexis Tsipras y formando un nuevo gobierno o un no para pagar con las condiciones planteadas por el gobierno de izquierda en una relación de tensión con Europa que puede empujar a profundizar aun mas la crisis. El origen del problema es una deuda de 350 mil millones de dólares que el país no está en condiciones de pagar. Y esto se explica porque durante muchos años el país gastó más dinero del que producía y se financió mediante créditos. Ahora Grecia está en un control de cambios, lleva una semana sin bancos, su gobierno ha trasladado a un referéndum una cuestión de política institucional que puede resultar muy costosa para la población hoy y en las próximas generaciones. Lo verdaderamente triste es que a pesar de los esfuerzos las medidas de austeridad no han funcionado y la dependencia de los créditos es mayor. La solución financiera, ya la hora dejado ver el FMI, será al fin de cuentas una quita y una nueva negociación, pero quizá con otros actores griegos. Las encuestas han mostrado una ligera ventaja del sí, lo que llevaría a formar un nuevo gobierno. Si el no ganara habrá más agudeza en la tragedia.

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