sábado, 10 de enero de 2015

De que hablan Obama y Peña Nieto La agenda de las relaciones entre México y los Estados Unidos está llena de asuntos muy trascendentes como de otros que son coyunturales. La relación económica entre las dos naciones supone un intercambio de más de 550 mil millones de dólares al año. México es el segundo cliente más importante de las mercancías Estadounidenses, compramos más que todos el resto de América latina juntos y más que lo que adquiere Europa en su conjunto. Con más de 20 millones de mexicanos que residen allá, amagos países comparten la frontera más activa en términos económicos y demográficos del mundo. Por eso en la agenda bilateral los temas económicos son prioritarios. Y ahora mismo una parte esencial de los temas económicos tiene que ver con la energía. La integración energética también es una realidad que se está construyendo a pasos grades y acelerados. Esto incluye explotación conjunta de yacimientos, interconexión eléctrica, homologación técnica y normativa, formación de empresas que operan en ambas naciones y la proyección global de Pemex, entre otras muchos temas. La región norteamericana está destinada a ser la más prospera del planeta por razones geopolíticas y México está integrado cada vez más profundamente en esta red. Los temas de seguridad constituyen la otra parte fundamental de la agenda. Pero más que una agenda de temas policiales, lo más trascendente es lo que podemos llamar seguridad nacional conjunta que implica asuntos militares, de comunicaciones, lucha contra el terrorismo, narcotráfico y gobernabilidad interna en México. En ese sentido neutro país esta inmerso en una profunda transformación de sus fuerzas armadas y del sistema policial que está en marcha desde hace algunos años y que ahora resulta imperioso acelerar para llevar a las corporaciones a niveles de eficiencia operativa comparables a los de nuestros vecinos del norte, soportados en la capacidad tecnológica y la preparación profesional, cualidades que solo se obtienen con el esfuerzo sostenido en periodos largos. Y una cuestión fundamental de la seguridad compartida es el controla adecuado de la migración. Ha llegado el momento en que por la estructura demográfica como por la disposición de herramientas tecnológicas es posible llegar a controlar eficientemente el tránsito de las personas en el territorio. Por eso el contar con un sistema efectivo de identificación personal obligatorio facilitará la implementación de medidas que permitan ordenar de mejor forma el tránsito de los más de 370 millones de personas que cruzan la frontera cada año. Finalmente los temas políticos son fundamentales para tener capacidad de hacer realidad los programas y proyectos y en este sentido el momento es por demás importante dada el proceso electoral que se avecina allá para suceder a Obama, como por el momento de desgaste político que vive el Presidente Peña, de cara a las elecciones intermedias. Seguramente los temas relacionados con la integración financiera, interconexión energética, potencial económico de la nueva relación con Cuba, como los asuntos relacionados con la agilidad en el transito de personas y mercancías fueron el tronco de la agenda.

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