Reforma migratoria en Estados Unidos

El presidente Obama ha iniciado acciones políticas para impulsar en el Congreso de Estados Unidos en los próximos meses una reforma al sistema notmativo de la inmigración. En ello se incluiría el camino a la ciudadanía para la mayoría de los 11 millones de inmigrantes ilegales en el país. La propuesta de Obama y de los demócratas del Senado incluye separar en grupos los casos: los jóvenes inmigrantes ilegales, trabajadores agrícolas migrantes o extranjeros altamente calificados, para hacer más fácil la aprobación. Altos funcionarios y legisladores parecen trabajar sigilosamente en el proyecto que puede ser anunciado en las próximas semanas. El New York Times incluso ha sugerido que puede ser tema del discurso del estado de la Unión que se pronunciará a principios de febrero en el Capitolio. La reforma no implicaría una amnistía, sino que incluiría sanciones como multas y pago de impuestos omitidos como otras restricciones para permitir que los inmigrantes lleguen a la legalidad. El proceso parece incluir visas temporales, residencias y ciudadanía para los más calificados. Se espera que el grupo bipartidista de senadores que trabaja en el proyecto lo redacte y presente antes de marzo para que sea votado en la Cámara Alta antes de agosto. Para México este tema es de gran importancia por el impacto social que puede tener en muchas familias y también para las finanzas nacionales. Desde el punto de vista político aquí y allá el peso de los mexicanos es un factor de enorme importancia electoral. En los comicios pasados en Estados Unidos los mexicanos votaron en un 71 por ciento por Obama. Para El Presidente Peña es también un capital político de enorme potencial. Desde las elecciones, Obama ha reiterado el compromiso de actuar en materia de inmigración este año. En su discurso radial semanal el sábado pasado, volvió a referirse a la urgencia de reformar el sistema de inmigración, diciendo que era una de las "misiones difíciles" que su país debe asumir. Ante esto, México debe asumir una posición proactiva para respaldar a los mexicanos en Estados Unidos. Será un gran oportunidad para ambas naciones para acercarse en temas sociales, más allá de los obligados temas de seguridad.