sábado, 6 de diciembre de 2014

Bajar el precio de los combustibles

En los últimos meses el precio del petróleo ha caído casi un 40% por lo que el precio ha llegado a niveles inferiores a los 69 dólares por barril. Si este nivel de precios se mantiene por un tiempo prologando habrá repercusiones muy importantes para México y para muchos otros países del mundo. Ahora mismo hemos visto una devaluación del rublo ruso, una caída estrepitosa de los ingresos en Venezuela y hemos visto a nuestro peso cotizar en más de 14.4 pesos por dólar. Una caída mayor puede resultar en un deterioro económico para nuestro país. Por lo pronto la situación está controlada por las coberturas de precio contratadas, pero la situación puede cambiar si el precio se sitúa por debajo de 65 dólares. A ese nivel muchos de los proyectos de explotación petrolera como los que se reinen proyectados en México y otros que ya están en marcha en Estados Unidos pueden dejar de ser rentables. Y de hecho la OPEP induce esta baja en el precio del petróleo precisamente para intentar quitarle rentabilidad a las empresas productoras de Estados Unidos que mediante la técnica del fracking y otras han conseguido que aquella nación sea prácticamente autosuficiente en hidrocarburos. Hay una guerra comercial en el mercado petrolero que nos involucra y debemos tomar medidas. Un caso específico es el precio de las gasolinas en México. Ahora mismo el precio bajo del petróleo no se refleja en el de los combustibles mexicanos, mientras que si lo hace en las naciones industrializadas. Esto nos resta combatividad e irrita a la sociedad. En los Estados Unidos el bajo precio del petróleo está permitiendo que se transfiera el ingreso real de los productores de petróleo a los particulares, lo que eleva la demanda a corto plazo, ya que los hogares gastan una mayor proporción de sus ingresos que las empresas petroleras. Por la misma razón, el precio más bajo también impulsa la demanda agregada en Europa, Asia y otras regiones importadoras de petróleo. Si observamos detenidamente los grandes perdedores de la caída de los precios del petróleo son países como Venezuela, Irán y Rusia, que no son amigos de los Estados Unidos. Estos países dependen en gran medida de los ingresos provenientes del petróleo. Incluso si los precios se sitúan en un rango de  70 dólares por barril, será difícil para estos gobiernos financiar los programas populistas. Y por otra parte Arabia Saudita y varios de los países del Golfo están empeñados en que los precios bajes porque sus costos de producción son muy bajos y poseen enormes recursos económicos que les permiten financiar sus actividades nacionales e internacionales durante un período prolongado, mientras intentan transformar sus economías para reducir la dependencia de los ingresos provenientes del petróleo. Una caída más pronunciada en el precio del petróleo podría tener importantes repercusiones geopolíticas, particularmente en Rusia, donde un barril cotizado a 60 dólares probablemente acarrearía graves problemas. para el presidente Vladimir Putin e Irán y Venezuela sufrirían consecuencias similares. En el caso de México la situación implicaría consecuencias en el tipo de cambio con el dólar y la necesidad de acelerar el proceso de exploración y explotación petrolera para revertir el deterioro tanto en la cantidad de crudo extraído como en su precio. El gobierno federal seguramente está estudiando nuevas formas para substituir los ingresos provenientes del petróleo en los próximos dos años como de evitar distorsiones en los precios. Una medida que se puede adelantar es liberar el precio de los combustibles para lograr que se reduzcan de forma tal que estimulen la actividad económica y generen más ingresos a las familias.

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