sábado, 22 de marzo de 2014

Liberar más que restringir

De un patio a otro Daniel Buren intervino el mejor edificio de Guadalajara. Caminar por los espacios de los que se apropió el artista francés es un gozo y al mismo tiempo nos hace reflexionar. Es delicioso apreciar la explosión geométrica de color en muros, capiteles, acentos en formas y espejos que reflejan bruscamente el contraste de formas nuestras que pueden mirarse y apreciarse más. El arte conceptual de Bruen se expresa en la arquitectura concebida por Manuel Tolsá, al que llega con sus tradicionales líneas verticales de 8.7 centímetros que aparecen remarcando formas en muros y columnas. Al captar el color de México, lo expresa en uno de sus mejores edificios civiles dando testimonio de que es posible el arte público que toca, usa y rehusa el patrimonio edificado, para que pueda ser apreciado desde nuevas perspectivas. Nuestra ciudad vive un momento vital en donde se repiensa, se rehace, se re habita. Las expresiones de arte público, las nuevas comunidades asentadas en barrios que se transforman, los proyectos arquitectónicos de muy diverso cuño, unidos al impacto de nuevas tecnologías impactan nuestra ciudad. En cada una de estas expresiones, en la arquitectura innovadora, el arte digital, que llega hasta los muros desde la colonia Miravalle hasta la calle Juan Manuel, o la música en las calles, hay un ejercicio de libertad que debemos fomentar. Guadalajara es tierra fértil para que el talento surja, aunque parezca más árida de cuando de hacerlo florecer se trata. La ciudad es el marco donde el arte debe expresarse. Sacarlo de los íntimos recintos para llevarlo a donde todos puedan apreciarlo es una tarea fundamental. Así como Buren tomó el edificio del Hospicio Cabañas, es necesario que cada vez más arquitectos, pintores, músicos, escultores, pensadores, escritores tomen nuestra ciudad para expresarse, para trabajar en ella, para vivirla y compartirla. Sus intervenciones suman valor estético, producen polémica, nos hacen pensar. Son una oda a la libertad. Fomentar estas expresiones es comprender que el todo está hecho de fragmentos. Que se puede construir a base partes muy diversas y que se puede desconstruir observando desde distintas perspectivas. La pluralidad expresiva fortalece la libertad. Este trabajo in situ, alejado de parámetros de oficialidad es también un homenaje al talento y el mérito que debemos enaltecer como sociedad responsable. Vale la pena recordar que fue Fidias, un artista, fue quién dio forma a los dioses griegos y que la representación de la belleza de la figura humana surgió de la expresión civil. Hay muchos espacios que intervenir en la ciudad. Hay muchos muros que esperan la calidez del color, muchas plazas que esperan las suaves melodías y muchos rincones que agurdan por las palabras que nos hagan sentir. Con formas, colores, notas y palabras surge una critica que nos permite percibir más y de diversas formas nuestra realidad citadina. Daniel Buren, como Mathias Gueritz, Clemente Orozco, Gabriel Flores y muchos más han dejado testimonio de su talento expresado de cara a la ciudad. La intervención de Buren invita a abrir la ciudad al pensamiento y la sensibilidad. Invita a pensar en liberar más que en restringir.

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