domingo, 23 de febrero de 2014

Que significa la detención de Guzmán Loera

La noticia de la detención de Joaquín Guzmán Loera es de gran impacto. Primero por la importancia estratégica del hombre que fue considerado el más buscado del mundo, también por la enorme cantidad de historias y leyendas que se formaron a lo largo de los años. Al ser cabeza de una de las organizaciones criminales calificadas como más grandes capaz de operar en muchas naciones y en varios continentes, Guzmán Loera seguramente mantenía control sobre personas, patrimonios e información que poco a poco podrá ser utilizada y conocida. Las cuestiones que saltan luego de la operación realizada en Mazatlán, son muchas pero entre ellas destacan el saber si la organización será capaz de sostenerse sin él; conocer las decisiones de su proceso ante las autoridades judiciales, tanto aquí como en los Estados Unidos, así como conocer el alcance de la información que pueda brindar a las autoridades respecto a sus operaciones dentro y fuera de México. Las consecuencias de su detención pueden agruparse en aspectos de seguridad, derivados de los ajustes en las organizaciones criminales que pudieran producir reacciones, lo que implica un esfuerzo mayor de las autoridades por mantener las condiciones de seguridad en las zonas en las que tradicionalmente opera la organización del ahora detenido, como en regiones en disputa. Por otra parte, están los aspectos económicos, porque si la organización se trastoca o desarticula las consecuencias también abarcan la alteración de precios y flujos de estupefacientes, armas y dinero que pueden verse alteradas e impactar en las economías locales en donde influyen. Desde la perspectiva social resulta de gran importancia la forma como se perciba la operación de las autoridades porque puede ser una oportunidad para mejorar el aprecio y respeto a la operación policial, o si se cometen errores pueden generarse espacios para rumores que puedan revertir el enorme valor noticioso de la captura. Además están las cuestionares políticas que implican un mérito de la administración del Presidente Peña Nieto, y de su decisión de cambiar la estrategia de combate a la delincuencia organizada. Supone también un éxito para la operación de la Marina. Desde el punto de vista de la política exterior de México la captura de Guzmán es de gran valor porque las autoridades norteamericanas se mantenían presionando al gobierno de México para volver a abrir la operación de las agencias norteamericanas de la misma forma que lo hizo la anterior administración. Ahora hay un argumento válido para afirmar que el nuevo esquema de colaboración acotada funciona y da resultados de gran valor para ambos países. Finalmente para el interior de la administración federal la captura, custodia y enjuiciamiento supone una presión para tener un desempeño excelente en el que no caben los errores. Esta presión alcanza al sistema penitenciario y al Poder Judicial de la Federación, y supone un reto diplomático para la Secretaría de Relaciones Exteriores por los reclamos de Extradición que pudieran existir. El hecho puede significar finalmente un cambio de época en las operaciones contra el crimen organizado que permita al Estado fortalecer sus operaciones de combate al crimen en el territorio.

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