miércoles, 23 de febrero de 2011

Incertidumbre estructural en México y en Jalisco

La economía global es por definición incierta. Para los países, la empresas, los gobiernos, y las personas actuar en un clima de incertidumbre es el mayor reto. Esta incertidumbre está enmarcada dentro de reglas que impiden que se transforme en caos o anarquía. La competencia entre empresas y países se da en el entorno del mercado que está regulado en mayor o menor medida por acuerdos de estricto cumplimiento. Los contratos, convenios, pagos y otras obligaciones se cumplen de manera obligatoria dotando a la operación económica de un mínimo de seguridad. Esta certeza, es el cimiento de la actividad económica. Su producción es una de las funciones esenciales de la autoridad en el estado liberal que vivimos. Desde el tiempo de los filósofos racionalistas como Hobbes y los padres del liberalismo económico como Adam Smith se estableció la importancia del cumplimiento de los pactos esenciales de la sociedad mediante la acción de las autoridades públicas.
Así la incertidumbre del mundo bursátil o de los mercados de materias primas están fuertemente ceñidos a reglas, contratos, observación y llegado el caso, intervención de las autoridades, como lo vimos en la crisis del verano del 2008, cuyos efectos aun nos golpean.
Podemos decir que el éxito económico de las naciones depende en gran medida de la fuerza que sus instituciones posean para dotar de seguridad estructural ante la incertidumbre. En este sentido vale la pena traer a la mente el caso de China en Asia y el de Chile en América Latina, como ejemplos de eficientes marcos institucionales.
Esta seguridad esencial está íntimamente relacionada con la productividad, dado que un falla en ella supone mayores costos estructurales en el desempeño de la vida económica. Esta seguridad la podemos denominar certidumbre institucional que en términos jurídicos y políticos se conoce como vigencia del estado de derecho.
La certidumbre institucional reduce costos, permite la planeación a largo plazo, y genera la seguridad de que las transgresiones a las reglas tienen consecuencias previsibles material y económicamente.
México vive una profunda crisis de incertidumbre institucional. No es cómodo decirlo así de claro, pero es una realidad. Paso a explicar con mayor detalle:
• La certidumbre institucional supone:
o La certeza del cumplimiento de las normas de libertad personal y económica.
o La aplicación eficiente de sanciones a los infractores de las normas.
o La existencia de un sistema eficiente de aplicación de estas normas.
o La disposición de la sociedad a seguir las reglas.
o La confianza individual y la solidaridad comunitaria.
En México no tenemos certeza de que se cumplan las normas que respeten nuestra libertad personal ni la de las empresas. La extorsión y los secuestros son muestra contundente de ello.
La aplicación de las sanciones es irrisoria, sólo el 7% de los delitos denunciados culminan con condena a los culpables según los datos publicados por las organizaciones civiles, como SOS de Alejando Martí.
El sistema de procuración de Justicia, los tribunales y las cárceles son una muestra de ineficiencia y corrupción sistemática.
Viendo ese grado de impunidad la sociedad mexicana está dejando de tener disposición para seguir las reglas y busca resolver soluciones para la seguridad de las personas y las empresas que están aumentando los costos de forma alarmante. Pensemos solo en el dinero que cada uno de nosotros gasta directa o indirectamente en seguridad hoy y comparémoslo con lo que hacíamos hace 10 años.
Eso nos ha llevado a una crisis de confianza en las instituciones y una falta de solidaridad con los asuntos públicos, que son hoy sinónimo de suciedad.
Jalisco está plenamente inmerso en esta realidad. Por eso si nos preguntamos cuál es el principal problema de la economía de Jalisco sin duda la respuesta es la Incertidumbre estructural propiciada por la ineficiencia del desempeño de las instituciones públicas.
Para reforzar esta tesis podemos ver positivo el factor más sólido de la economía de Jalisco: el sector de la transformación industrial y los servicios. Si nos acercamos con cuidado veremos que en el caso de las cadenas de la industria electrónica, estas funcionan con enorme precisión en un entorno de certidumbre en la logística, y en el cumplimiento de procesos globales. La certidumbre operativa es para ellos esencial, lo mismo que para el sector de autopartes, otra de las estrellas notables. Las empresas relacionadas con estas actividades se desempeñan en medio de estrictos cuidados en su seguridad, y aun así son víctimas de robos a trailers y padecen por trastornos producto de la inseguridad. Si comparamos la certidumbre en la que trabajan Jabil, Flextronics o Honda, y la comparamos con cualquier Pyme nos daremos cuenta de la importancia de este factor.
No pretendo ser negativo, sino provocar una sacudida en la reflexión, para que nos demos cuenta que vamos en un camino peligroso y que las autoridades deben proponer un cambio hacia la certidumbre. Un cambio para dejar de trabajar en las percepciones y hacerlo en las estructuras esenciales de la sociedad. Porque el éxito de las autoridades no se mide en la popularidad sino en los resultados objetivos de bienestar de la población, y no hay bienestar en medio de la incertidumbre y el miedo.
No podemos caer en la ingenuidad de creer que un poco de pan y circo el destino de la nación y del estado virará hacia la certidumbre. La responsabilidad con la economía no es agencias privilegios para algunas industrias a las que se dote de mayor certidumbre, sino de generarla para todos. No se trata de generar elegantes guetos sobrevigilados, bardeados en los que se crea artificialmente un clima de certidumbre, sino de que este clima llegue a todos los rincones de las ciudades y el campo. Ese es un trabajo que no le corresponde a la sociedad sino a sus autoridades. Las comunidades reclaman con razón y en la medida de sus posibilidades comienzan a defenderse. No es casual que ya se hable de autodefensas y que se produzcan escenas como la del propietario que defendió su rancho con su propia vida en Tamaulipas.
El costo de la incertidumbre en la economía es muy alto, los pagamos todos, pero es mayor el sacrificio en la calidad de vida, que lleva ahora a miles de mexicanos a emigrar no solo por carencias de ingreso, sino por carencia de certidumbre esencial.
Tenemos un monstruo enorme frente a nosotros, la incertidumbre estructural crece como cáncer, y muchos están distraídos en la superficie y el entretenimiento. O pero en el aprovechamiento de la situación para hacer un botín de las tareas públicas.
La construcción de la certidumbre requiere de un cambio de rumbo político. Que deje de lado las estúpidas disputas partidistas para centrar la atención en la construcción de la solidaridad, que es esencial para la democracia.
Las sociedades, como lo afirma Charles Taylor, No pueden funcionar cuando se supera cierto nivel de desconfianza mutua o la sensación por parte de algunos miembros de que otros los han abandonado. En Jalisco y en México pronto podemos ver que grupos y personas sienten que las instituciones los han abandonado.
Estas líneas están dirigidas a aquellos que toman decisiones públicas. Tienen el propósito de llamar su atención de la forma más constructiva posible, aun cuando para ello hay que recurrir al planteamiento crudo de un problema esencial para nuestro querido México. Es oportuno siempre preguntarse ¿para que se tiene, o se quiere el poder?.
Para construir certidumbre a las personas es una buena, valiosa y oportuna respuesta.

No hay comentarios: