miércoles, 2 de diciembre de 2015

Por que la guerra a ISIS es tan compleja

Francia ha declarado la guerra a ISIS y ha prometido vencerlo. Los Estados Unidos consideran ampliar sus operaciones militares en medio oriente para fortalecer la lucha contra el enemigo terrorista. Rusia ha iniciado un despliegue aéreo y llama a la acción. En términos convencionales sería lógico pensar que se inicie una campaña militar para tomar el territorio de Siria e Irak que ocupa ahora ISIS. Pero cabe preguntarse por que no se ha hecho aun. Y probablemente la respuesta está en que los actores de occidente no se han puesto de acuerdo en las consecuencias finales y las condiciones que se pretenden imponer después de guerra y la forma como habrá de combatirse el terrorismo dentro de los países occidentales, (incluido ahora México). La planeación de una guerra implica plantearse como será el final. La victoria supone siempre establecer un nuevo orden en el territorio y la población sobre la que se impone la fuerza. La guerra contra ISIS es una guerra distinta porque el enemigo es difuso, cuenta con una estrategia de terror que puede actuar en cualquier momento, y al carecer de rostro se vuelve una amenaza invisible. Vencer a ISIS supone mucho más que simplemente ocupar un territorio. Habra que responder a preguntas como a quién se entregará el territorio ocupado ahora por ISIS: al régimen sirio apoyado por Rusia y China, lo que supone entregar una salida al mediterráneo para el comercio ye negra a estas naciones, lo que aumenta el expansionismo de Putin, luego de la anexión de Crimea a costa de Ucrania. Otra opción sería la creación de una nuevo estado. Otra cuestión es con que aliados habrá que contar y como se les pagará después de la guerra: los kurdos quieren tener su propio país, Turquía pretende ser parte activa pero mantener seguridad en sus fronteras y expandir sus intereses. Este tipo de preguntas son las que se dejaron en cierta forma de lado cuando se decidió invadir Irak o Afganistán y produjeron muchos más problemas que soluciones en la zona, que ahora estamos viendo bajo la forma del llamado Estado Islámico. Por otra parte el costo de la guerra convencional en tierra puede ser muy alto en recursos y vidas, por lo que habrá que decidir en que términos se abordaría y que se espera por parte de los aliados en la campaña militar al fin de las operaciones. La guerra contra el terrorismo ha supuesto enormes cambios en la forma de vida de los países occidentales con un enrome costo económico y reducción de las libertades. Por eso también cabe preguntarse si los aliados activos y aun los pasivos ya amenazados como México, están dispuestos a continuar en la escalada de mayor gasto militar y policial con expansión del poder del estado sobre las personas para brindar aparentemente mayor seguridad. Quizá porque las naciones que encabezan la iniciativa militar: Estados Unidos, Francia, Reino Unido y la Otan no se han puesto de acuerdo en como será el orden que se desea establecer en medio oriente luego de la guerra, es que no ha iniciado una ofensiva por tierra. Lo que está en juego es una nueva distribución de poder real en la región más conflictiva del mundo, que supone la mayor amenaza contra la cultura occidental: el terror.

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