sábado, 14 de noviembre de 2015

ISIS,ISIL o Daesh en Paris

Esto es la Guerra. Dijo el Presidente francés Francoise Hollande luego de los cobardes asesinatos en Paris. Cientos de personas inocentes han perdido la vida a manos de combatientes, aparentemente ligados al ISIS en uno de los actos terroristas más crueles de los últimos tiempos. Para intentar comprender de mejor manera en donde nos encontramos respecto al fenómeno de la violencia terrorista, vale la pena señalar que el ataque del viernes es uno más en una serie de acciones. Justo hace unos días fue atacado un barrio chíita en Beirut matando a decenas de personas en el Líbano; también fue derribado un avión ruso que volaba en el Sinaí en donde murieron todos los ocupantes, estas acciones fueron reivindicadas por IS,,IS. Antes en enero pasado también en Paris fueron asesinados periodistas e inocentes en una supuesta venganza por supuestas blasfemias publicadas en un periódico satírico; meses antes en Bombay, India, otro ataque coordinado cobró la vida de decenas de inocentes. En 2013 otro crimen masivo sucedió en Nairobi, Kenia en un centro comercial, y ese mismo año en el maratón de Boston fue perpetrado un brutal ataque. Se trata pues de una escalada que responde a una estrategia que trata posicionar a la organización del autodenominado estado islámico como una organización terrorista global. De tal forma que el campo de acción de la guerra que se libra en Siria e Irak no se limita a los territorios ocupados, sino que se han desplegado células que operan, según notas periodísticas, en el Sinaí en Egipto, en Somalia, Sudán y otras naciones reivindicando que estas son provincias del autodenominado califato. Y las acciones como la del viernes pasado llevan el mensaje de que la amenaza violenta está también Europa y que puede llegar a Estados Unidos y otras partes del mundo. Es una guerra de frentes múltiples que también se libra en la información, porque la pretensión de sembrar el miedo en los Países de Occidente es tácticamente muy efectiva para fortalecer la propaganda global de la organización yihadista. Ante esto es muy probable que las acciones militares por parte de los aliados Europeos y los Estados Unidos no se hagan esperar. La reunión del G20 que se desarrolla en Turquía seguramente será el espacio para llegar a acuerdos en este sentido. Más si consideramos que los comunicados en los que se atribuyen los atentados estipulan que "Este ataque no es más que el principio de la tempestad”. Y aunque Francia es ahora el objetivo, no se descarta que las acciones futuras puedan alcanzar otros países involucrados en la lucha en Siria e Irak. De hecho muchos de los jóvenes muertos tenían amigos y familiares en muchos otros países en los que ahora brotan los mensajes de Todos Somos Paris. Los amigos de mis amigos son mis amigos, dice un dicho popular entre nosotros, y por eso la tristeza, la rabia y la impotencia se propagan junto al miedo sin respetar fronteras. Aquí mismo en México compartimos estos sentimientos que nos solidarizan con Francia. Las consecuencias de lo sucedido en Paris serán muchas y entre ellas podría destacarse la radicalización de los sentimientos nacionales y xenófobos. Esto es la guerra en un nuevo formato que combina la violencia física con la comunicación digital del miedo. Una guerra que mezcla la metralla con las palabras, y que ha logrado alcanzar una escala global. Una guerra que alega por una parte razones religiosas ultra ortodoxas para sostener una lucha que se traduce en un combate a la libertad. La misma que ahora se ve amenazada por revisiones, intervenciones en las comunicaciones y por el miedo paralizante. Esta nueva guerra está por entrar en una nueva etapa. La mejor manera de rendir homenaje a quienes perdieron la vida es defender la libertad frente al terror.