sábado, 1 de octubre de 2016

Claves para entender la elección en Estados Unidos

Los estadounidenses no votan directamente para elegir su Presidente. Este es electo por medio del llamado colegio electoral formado por 538 personas que son las que realmente emiten el voto para elegir al mandatario. Los ciudadanos realmente votan para que esos electores a su vez voten en el sentido de la mayoría. El número de electores se deriva de la suma de 435 Representantes en la Cámara baja más 100 senadores y tres electores que corresponden al distrito de Columbia. Así cada estado tiene un número distinto de electores en función de los distritos electorales. California tiene 53 distritos más dos senadores, con lo que cuenta con 55 votos electorales, mientras que Wyoming tiene un solo distrito y dos senadores, con lo que cuenta con solo tres votos electorales. Gana la elección quien obtenga 270 votos electorales o más. Las personas que integran el colegio electorales son generalmente los dirigentes de los partidos o miembros del establecimiento político, ya que no pueden ser electores aquellos que desempeñen cargos públicos activos. Estos electores son designados el día de la votación presidencial en cada estado. En la práctica hay candidatos a electores demócratas y republicanos. En cada estado el partido ganador toma todos los representantes excepto en Maine y Nebraska que dividen proporcionalmente entre ganador y perdedor. No hay una ley que imponga a estos electores emitir su voto en el sentido del resultado del voto popular, aunque el más del 95 por ciento de los casos así sucede. En el caso de esta elección es claro que no están en juego los 50 estados y los 538 votos electorales, porque desde ahora es fácil predecir, por los parámetros de comportamiento político, que hay estados que están con ventaja tan sólida para cada partido que se consideran ya decididos, mientras otros tienen alta probabilidad de votar en un sentido predecible, mientras que en realidad hay solo 14 estados con sus electores que son realmente el campo de batalla en donde se habrá de decidir la elección: Florida (29); Ohio (18); Pennsylvania (20); Carolina del Norte (15); Colorado (9); Nevada (6); Minnesota (10); Wisconsin (10); Michigan (16); Iowa (6); New Hampshire (4); Maine (2); Arizona (11); Georgia (16). En estos estados en donde la campaña electoral se centra y hacia cuyos electores se dirige el mensaje. La situación actual indica que Hillary Clinton cuenta probablemente ya con 201 votos electorales, mientras Donald Trump tendría 165 y el objetivo es 270. La probabilidad de que Clinton alcance los 69 electores que necesita es mayor que la de Trump, por las características de los estados en disputa, Florida con una gran población hispana, con la familia Bush sin hacer campaña para Trump parece inclinarse a los demócratas, que según las encuestas mantienen una ventaja de 3 puntos. En Pennsylvania, un estado influido fuertemente desde la capital, con Obama haciendo campaña mantiene una ventaja de 3 puntos para Hillary. En Wisconsin asimismo hay tendencia consolidada para ella, como también en Minnesota, New Hampshire y Michigan; mientras que hay prácticamente un empate en Nevada, donde también hay una fuerte presencia hispana, Mientras que en Ohio, North Carolina, Iowa y Colorado hay tendencia favorable a Trump. Con esta perspectiva la tendencia se está consolidando hacia el Partido Demócrata, por lo que los medios de comunicación como el New York Times, que sigue con un método especial denominado Upshot, la campaña electoral, considera que hay una probabilidad de triunfo de Hillary Clinton de 76%. Sin embrago son solo estimaciones, sujetas al desarrollo de la campaña. Las fechas clave en la carrera por la presidencia son los debates televisivos, comenzando con el de candidatos a vicepresidentes programado para el próximo martes 4 de octubre en fraile Virginia, el segundo debate entre Clinton y Trump que será el domingo 9 de octubre en St. Louis Missouri y el último en Las Vegas el miércoles 19 de octubre. Para dar paso a la emisión del voto popular el martes 8 de noviembre, el voto de los electores para el mes de diciembre y la toma de posesión presidencial el 20 de enero próximo. Así con un sistema electoral indirecto, con el precedente de que el voto popular ya fue favorable a un candidato y ganó otro, con un candidato que representa una amenaza al orden comercial, político y financiero del mundo, es altamente probable que el establecimiento vaya cerrando filas para respaldar a Hillary, y que el discurso de Trump se vuelva más radical apelando al sentimiento de frustración de las clases medias bajas. Mientras más incendiario el discurso del republicano, más consolida sus votos leales, pero más se aleja de las minorías afroamericana y latina, que serán una de las claves de la elección.

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