miércoles, 28 de septiembre de 2011

tiempo de cuidar

Hay una profunda crisis financiera en Europa que generará efectos en todo el mundo. El Fondo Monetario Internacional ha llamado a los europeos a hacer “todo lo que sea necesario” para resolver la crisis y el propio Secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, ha pedido a los líderes europeos que detengan urgentemente "la amenaza de una cascada de quiebras bancarias" y creen "un cortafuegos contra mayores contagios". El epicentro de la crisis actual está en Europa, pero existen debilidades en todo el mundo que deben ser enfrentadas para que no se contagien. México es una de las naciones, que aunque geográficamente está lejos del epicentro de la crisis resentirá graves efectos por su exposición al exterior. La situación es muy grave debido a las abultadas deudas públicas de países como Grecia, Italia, Portugal y España son cada vez más difíciles de pagar y por ello los bancos resentirán pérdidas enormes que los colocan en límite de bancarrota. Es una historia muy parecida a la del verano de 2008 cuando los bancos norteamericanos les pasó lo mismo con las deudas de las hipotecas impagadas. Entonces se produjo una recesión económica que en México se tradujo en una reducción de 6% del PIB. Ahora la situación es similar. Si hay una recesión en Estados Unidos como todo indica, los ingresos por exportaciones, turismo remesas y petróleo bajarán y nuestra economía también seguirá la suerte de nuestros vecinos. Es una situación complicada que hay que afrontar con valor político, anteponiendo el interés de México por encima de los partidos. El camino para contrarrestar los efectos, son las reformas estructurales que atraigan recursos a México, concretamente las que se refieren a la energía y petróleo, laboral y fiscal. Junto al fortalecimiento del mercado interno mediante acciones de inversión en infraestructura. Son tiempos de mucha prudencia en las decisiones económicas, tanto las públicas, como las de las empresas y de los particulares. Las personas y las empresas se han de conducir con mucho cuidado limitando sus deudas y posponiendo decisiones de inversión. Es tiempo de cuidar lo que se tiene y lo que se debe.

sábado, 24 de septiembre de 2011

La crisis europea golpeará a México

Hay una profunda crisis financiera en Europa que generará efectos en todo el mundo. El Fondo Monetario Internacional ha llamado a los europeos a hacer “todo lo que sea necesario” para resolver la crisis en la que la directora Christine Lagarde califica como “fase crítica” “a la mitad del camino” y el propio Secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, ha señalado directamente a Europa al pedir a los líderes europeos que detengan urgentemente "la amenaza de una cascada de quiebras bancarias" y creen "un cortafuegos contra mayores contagios". Y Por su parte, el presidente del Comité del FMI y ministro de Finanzas de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, ha señalado que "el epicentro de la crisis actual está en Europa, pero existen debilidades en todo el mundo que deben ser enfrentadas para que no se contagien", de ahí la necesidad de la acción "colectiva". México es una de las naciones, que aunque geográficamente está lejos del epicentro de la crisis resentirá graves efectos por su exposición al exterior. La situación es muy grave porque las abultadas deudas públicas de países como Grecia, Italia, Portugal y España son cada vez más difíciles de pagar y los bancos resentirán pérdidas enormes que los colocan en límite de bancarrota. Una historia muy parecida a la del verano de 2008 cuando los bancos norteamericanos les pasó lo mismo con las deudas de las hipotecas impagadas. Entonces se produjo una recesión económica que en México se tradujo en una reducción de 6% del PIB. Ahora la situación es similar o incluso peor porque el incremento en el costo del dinero que México paga por su deuda está creciendo por estos eventos. Si hay una recesión en Estados Unidos como todo indica sucederá muy pronto, los ingresos por exportaciones, turismo remesas y petróleo bajarán y nuestra economía también seguirá la suerte de nuestros vecinos. Los ingresos públicos también caerán y los presupuestos tendrán que reducirse en un año de elecciones. Es una situación complicada que hay que afrontar con valor político, anteponiendo el interés de México por encima de los partidos. Casi el único camino para contrarrestar los efectos, es que se hagan reformas estructurales que atraigan recursos a México, concretamente las que se refieren a la energía y petróleo, laboral y fiscal. Además de fortalecer el mercado interno mediante acciones de inversión en infraestructura. Son tiempos de mucha prudencia en las decisiones económicas, tanto las públicas, como las de las empresas y de los particulares. El debate de este tema es prioritario en los procesos legislativos del presupuesto, la ley de ingresos y otras leyes y en la de los estados. Es mejor actuar a tiempo con presupuestos conservadores, déficits muy reducidos y considerar mecanismos para generar más ingresos públicos. Muy mal tiempo para plantear más impuestos pero seguramente será parte de la solución, ya sea que se asuma con valor político ahora, o se haga en el año próximo.
La crisis europea golpeará a México Hay una profunda crisis financiera en Europa que generará efectos en todo el mundo. El Fondo Monetario Internacional ha llamado a los europeos a hacer “todo lo que sea necesario” para resolver la crisis en la que la directora Christine Lagarde califica como “fase crítica” “a la mitad del camino” y el propio Secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, ha señalado directamente a Europa al pedir a los líderes europeos que detengan urgentemente "la amenaza de una cascada de quiebras bancarias" y creen "un cortafuegos contra mayores contagios". Y Por su parte, el presidente del Comité del FMI y ministro de Finanzas de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, ha señalado que "el epicentro de la crisis actual está en Europa, pero existen debilidades en todo el mundo que deben ser enfrentadas para que no se contagien", de ahí la necesidad de la acción "colectiva". México es una de las naciones, que aunque geográficamente está lejos del epicentro de la crisis resentirá graves efectos por su exposición al exterior. La situación es muy grave porque las abultadas deudas públicas de países como Grecia, Italia, Portugal y España son cada vez más difíciles de pagar y los bancos resentirán pérdidas enormes que los colocan en límite de bancarrota. Una historia muy parecida a la del verano de 2008 cuando los bancos norteamericanos les pasó lo mismo con las deudas de las hipotecas impagadas. Entonces se produjo una recesión económica que en México se tradujo en una reducción de 6% del PIB. Ahora la situación es similar o incluso peor porque el incremento en el costo del dinero que México paga por su deuda está creciendo por estos eventos. Si hay una recesión en Estados Unidos como todo indica sucederá muy pronto, los ingresos por exportaciones, turismo remesas y petróleo bajarán y nuestra economía también seguirá la suerte de nuestros vecinos. Los ingresos públicos también caerán y los presupuestos tendrán que reducirse en un año de elecciones. Es una situación complicada que hay que afrontar con valor político, anteponiendo el interés de México por encima de los partidos. Casi el único camino para contrarrestar los efectos, es que se hagan reformas estructurales que atraigan recursos a México, concretamente las que se refieren a la energía y petróleo, laboral y fiscal. Además de fortalecer el mercado interno mediante acciones de inversión en infraestructura. Son tiempos de mucha prudencia en las decisiones económicas, tanto las públicas, como las de las empresas y de los particulares. El debate de este tema es prioritario en los procesos legislativos del presupuesto, la ley de ingresos y otras leyes y en la de los estados. Es mejor actuar a tiempo con presupuestos conservadores, déficits muy reducidos y considerar mecanismos para generar más ingresos públicos. Muy mal tiempo para plantear más impuestos pero seguramente será parte de la solución, ya sea que se asuma con valor político ahora, o se haga en el año próximo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

El México posible

México puede estar en el mundo industrializado en el corto plazo e incorporar a la clase media a decenas de millones de mexicanos que viven ahora en la pobreza. Aunque parece un contrasentido, nuestro país está avanzando en medio de turbulencias por la ineficiencia de su gobierno y los avatares financieros globales. Para sustentar esta visión dividamos los escenarios en económicos, sociales y políticos: La crisis financiera de 2008 y el aprendizaje adquirido en las anteriores de los años ochenta y noventa, han permitido que en las autoridades y las empresas exista una actitud conservadora en el manejo de los riesgos. Con una economía con un PIB que roza los 980 mil millones de dólares, y que exporta más de 300 mil millones, con una población que crece mesuradamente y con la apertura comercial más agresiva del continente ha logrado atraer negocios, inversiones y habilidades directivas que están impactando aceleradamente todos los procesos productivos. La productividad crece en el sector privado y está anclada por lastes públicos como la falta de infraestructura o propensión a la corrupción gubernamental. México es la 14 economía del mundo por su tamaño, la 35 en facilidad para hacer negocios y cuenta con una estructura diversificada en sus ingresos: exportación de manufacturas, petróleo, turismo y remesas de emigrantes. La debilidad está en las finanzas públicas que recaudan poco y mal. En el ámbito social la población de menores ingresos debe ser atendida con mecanismos compensatorios que le permitan incorporarse a la economía formal. Y aunque el ritmo de asimilación es lento, la tendencia y las estructuras están siendo preparadas en ese sentido, mediante el uso de la tecnología y los procesos bancarios flexibles. En el campo la polarización por la vía de la productividad avanza dejando de lado a los pequeños productores por lo que la industria y los servicios en el medio rural serán decisivos para atemperar los impactos concentradores de la riqueza. Pero lo más relevante es que ante el crecimiento lento de población va a ser posible en pocos años que todos los habitantes cuenten con servicios de agua, electricidad, educación pública, salud básica y comunicaciones electrónicas. Estamos pasando de la urgencia por la cantidad a la necesidad de calidad. El desafío fundamental está en el servicio público de seguridad y justicia que ahora está en momento de crisis, es probable que en pocos años maduren los esfuerzos actuales para conformar un sistema más funcional que nos aleje de la actual impunidad. En cuestiones políticas, la democracia mexicana se consolidará, hasta llegar a los espacios regionales y gremiales en los próximos años. Y aunque lo más visible son las luchas nacionales, lo más importante es la normalización de usos democráticos para la toma de decisiones públicas. El próximo gobierno debe tener claro que está es condición de progreso y de gobernabilidad. México pasará de ser una potencia emergente para ser un país industrial medio, con una población estable. Estamos en condiciones de ser una nación de primer mundo en una década, para conseguirlo los dirigentes privados y públicos deben hacer confluir una visión positiva de México en todas sus acciones y disputas. Los desafios económicos, sociales y políticos requieren reformas constitucionales que están en un horno que calienta y que estará a punto para septiembre y diciembre de 2012.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Encuestas engañosas

En agosto de 2005, de cara a la elección presidencial, las encuestas mostraban que Andrés Manuel López Obrador tenía el 37.9 de la intención de voto, contra 25% de Roberto Madrazo y 20% de Santiago Creel; y que 42% de los ciudadanos prefería a Santiago Creel como candidato del PAN a Presidente de la República mientras sólo un 14.3 prefería a Felipe Calderón. En Jalisco los estudios mostraban un margen a favor del PRI en la intención del voto para gobernador. Diez meses después, el resultado fue bien distinto: Felipe calderón ganó, apenas, la elección presidencial y en Jalisco Emilio González Márquez derrotó al PRI usando herramientas de guerra sucia. Seis años después, las encuestas muestran que solo el 10% de los ciudadanos en México tiene un alto interés en la política, y que el PRI tiene una ventaja sólida con 39% de intención de voto contra un 19% del PAN y un 14% del PRD. Ahora, la ventaja como candidato posible la tiene Enrique Peña Nieto con 34% de intención espontánea, por 10.3 de López Obrador, 4% de Josefína Vázquez, 3.6 de Santiago Creel, 3.3 de Marcelo Ebrad y 2.2% de Manlio Fabio Beltrones. En Jalisco los estudios muestran una ligera Ventaja del PRI de 7% y cuando el 70% de los ciudadanos no conocen a los aspirantes a gobernador. Estas cifras muestran que los ciudadanos aun no tienen interés directo en las elecciones. Pero que aun así hay una tendencia a favorecer al PRI a nivel nacional. Esto se refuerza al conocer que este partido es el único que tiene un saldo de opiniones positivas. A pesar de las tendencias no hay nada para nadie y que la lucha electoral estrechará los márgenes. El partido en el Gobierno tiene un enorme desafío en que Jalisco juega un papel estratégico, por lo que seguramente se echará mano de todo el arsenal posible para mantener el predominio electoral. Entre ellas la propensión a utilizar mecanismos de guerra sucia para manchar la imagen de los candidatos y revertir tendencias. Habrá una guerra mediática que escudriñará la trayectoria y vida personal de cada candidato, para poner en evidencia sus debilidades, porque ahora, mucho más que antes, está será una elección en la que cuenten más las personas. Los ataques buscando episodios obscuros en la vida personal ya están presentes en Internet contra Enrique Peña, surgen ahora contra Marcelo Ebrad, han salpicado a Humberto Moreira y seguramente serán una constante contra todos los aspirantes y candidatos. Dado que los ciudadanos reclaman honestidad y aplicación de la ley ante la corrupción e impunidad creciente, la calidad moral de las personas será clave para el éxito electoral. En las cuarteles generales de los partidos ese es un tema central para la selección de candidatos que ahora mismo son evaluados no solo por su conocimiento sino por su capacidad de resistir señalamientos y tener una real oportunidad de ganar. En septiembre de 2011 la ventaja del PRI a nivel nacional es importante pero no definitiva. En Jalisco no hay nada para nadie.

viernes, 9 de septiembre de 2011

encuestas engañosas

En agosto de 2005 las encuestas mostraban que Andrés Manuel López Obrador tenía el 37.9 de la intención de voto, contra 25% de Roberto Madrazo y 20% de Santiago Creel. Indicaban también que un 42% prefería a Creel como candidato del PAN a Presidente de la República y que un 14.3 prefería a Felipe Calderón. En Jalisco los estudios daban ventaja al PRI en la intención del voto para gobernador. Los hechos mostraron que la ventaja de López Obrador se desvaneció por errores de campaña, que Calderón logró la candidatura por acciones políticas internas en su Partido y ganó apenas la elección presidencial, mientras que en Jalisco el PRI perdió la elección a manos de Emilio González Márquez luego de una campaña llena de agresiones.
En septiembre de 2011 las encuestas muestran que solo el 10% de los votantes tiene un alto interés en la política, que la ventaja del PRI es muy sólida con 39% de intención de voto contra un 19./ del PAN y un 14 del PRD y una solidez de Enrique Peña Nieto con 34% de intención espontánea, por 10.3 de López Obrador, 4% de Josefína Vázquez, y 3.6 de Santiago Creel, 3.3 de Marcelo Ebrad y 2.2% de Manlio Fabio Beltrones. En Jalisco la Ventaja del PRI es de 7% y el 70% de los ciudadanos no conocen a los aspirantes a gobernador.
Con estas cifras se puede afirmar que los ciudadanos muestran un desinterés en general, pero con una tendencia a favorecer al PRI que a nivel nacional tiene un saldo de opiniones positivas mientras todos los demás partidos tienen saldos negativos. Por eso la percepción de triunfo priista es sostenido en prácticamente todos el país. Sin embrago la conclusión es que a pesar de las tendencias no hay nada para nadie y que la lucha electoral estrechará los márgenes. Para el caso nacional el reto es enorme para el partido en el Gobierno, pero en el caso de Jalisco las cosas son distintas por la propensión a utilizar mecanismos de guerra sucia que ensuciarán la imagen de los candidatos. Por lo que seguramente todos los partidos se preparan para seleccionar candidatos con una vida personal y profesional que resista estos ataques que resultan tan eficientes para influir en los indecisos. Los ataques buscando episodios obscuros en la vida personal ya están presentes en Internet contra Enrique Peña y seguramente serán una constante contra todos los aspirantes y candidatos del PRI y del PRD dada la eficacia que este recurso ha dado al partido en el gobierno. Si a esto sumamos que los ciudadanos reclaman honestidad y aplicación de la ley ante la corrupción e impunidad creciente, podemos concluir que en el próximos proceso electoral la calidad moral de las personas será clave para el éxito en las elecciones. Eso es el gran tema que se estudia en el cuartel general de Enrique Peña par defenderse, en el Josefína y Ernesto Cordero para atacar, como en lo de Marcelo y López Obrador para defenderse también. En las elecciones locales el tema no es menor dada la fragilidad que en ese sentido tienen muchos de los aspirantes a puestos de elección.
En septiembre de 2011 la ventaja del PRI a nivel nacional es importante pero no definitiva. En Jalisco no hay nada para nadie.

sábado, 3 de septiembre de 2011

en qué fallamos

En qué hemos fallado
Luis Salomón
México se enfrenta a hechos dolorosos que deben hacernos reflexionar. La violencia se ha apoderado de la vida cotidiana de la mayor parte de las comunidades, mientras las instituciones corroídas se debaten por resistir a la corrupción impune. En medio de la confusión, se ha creado un vacío de poder en muchas de estas instituciones, que ha sido llenado por delincuentes que se confunden entre funcionarios, políticos y empresarios. La confusión en los procesos de formación de nuestra juventud, ha hecho prevalecer el criterio de que tener es más importante que ser, y que el objetivo fundamental se sitúa en la obtención de dinero de la forma más rápida posible. En medio de todos nosotros a lo largo de los años se han desarrollado actividades ilícitas. Las hemos visto crecer y en gran medida las autoridades y la propia sociedad las ha tolerado y hasta fomentado. Hemos permitido que se instale entre nosotros el criterio de premiar al tramposo por encima del responsable. La sociedad ha dejado de lado el sentido meritocrático que estimula a los mejores, para enfocarse a la frivolidad expresada en la frase: el que no transa no avanza. Hemos dejado crecer la impunidad en todos los ámbitos de la vida social. El deterioro que vivimos los hemos propiciado todos, aunque son las autoridades las mayores responsables. Las cosas han llegado a un punto tal, que la fuerza de la autoridad ha sido desafiada con violencia y en muchas zonas ha sido rebasada, e incluso substituida. La mayor parte de los más de cuarenta mil muertos que ha dejado la violencia son jóvenes mexicanos que tienen derecho a vivir en paz. Vale la pena preguntarnos porqué muchos de ellos decidieron el camino de la violencia y la ilegalidad. Es momento de preguntarnos que hemos hecho mal los mexicanos para tener esta realidad entre nosotros. Hora de preguntarnos si no hemos sido indiferentes y egoístas al mirar crecer el mal al lado nuestro y hacernos de la vista gorda. Debemos asumir que las autoridades que tenemos son producto y reflejo de la vida social. Esa es nuestra realidad. Ese el tamaño del desafío que tenemos frente a nosotros. La solución no vendrá de ningún caudillo que mediante formulas mágicas transforme la realidad. Vendrá de la conciencia de los ciudadanos que germine una actitud más comprometida con los valores de la libertad y la responsabilidad, que imponga a los funcionarios en turno un sentido parejo y riguroso en la aplicación de la ley. Que establezca parámetros cívicos de valor para nuestra juventud y que exija a los empresarios, políticos y líderes de opinión una autoridad moral en su desempeño. Ha llegado el momento de enfocar el esfuerzo de las organizaciones sociales para plantearnos una verdadera renovación a partir de reconocer que hemos fallado. Con este criterio algunas de ellas comienzan a plantear caminos nuevos que pasen de la protesta a la propuesta. De la especulación a la acción. De la indignación a la decisión. Estamos tocando fondo y debemos actuar en consecuencia.